Los cruceros están de moda, por un precio más o menos asequible puedes visitar en una semana lugares interesantes.
Digo lo del precio, porque cuando regresas a casa haces cuentas, no sale tan baratito como lo venden.
En este caso mi elección, después de ver muchas ofertas, fue poder pasar un día muy especial en Estambul.
Más tarde me enteré que bastantes personas eligieron este crucero por la misma razón.
El día anterior elegimos y pagamos la excursión que nos ofrecía conocer “LO MEJOR DE ESTAMBUL”.
No nos importó el madrugón ni el precio, pero cual fue nuestra sorpresa cuando antes de salir del barco nos dicen que ese día en Estambul era fiesta nacional, se celebraba el fin del Ramadán y quizás nos encontráramos con algunos lugares cerrados.
Ya no teníamos otra opción y así empezó la aventura ó el timo de lo “PEOR DE ESTAMBUL”.
La cosa no empezaba bien, lo tenían que haber dicho antes de pagar la excursión un día antes.
Y allí estaba esperándonos nuestro autobús, el número 2 con el guía correspondiente, que por cierto no tengo ni idea de cómo se llamaba, ni se presentó.
Su español lo teníamos que adivinar, pero aún así nos enteramos que TOPKAPY estaba cerrado, el GRAN BAZAR cerrado, SANTA SOFIA ver a la tarde por mañana no, MEZQUITA AZUL en tarde.
Entrada al Gran Bazar, cerrado
No salíamos de nuestro asombro y nos mirábamos con cara de asombro. ¿Qué hacemos? Estábamos en el centro de una ciudad desierta a las 10 de la mañana y ni un alma por las calles.
El supuesto guía por lo visto también tenía derecho a su día de fiesta y simplemente nos dio unas horas libres y simplemente nos cito en el mismo lugar a la 1 de la tarde.
Más de tres horas por delante en una calle peatonal desierta, paseo arriba, paseo abajo para no perdernos. Gracias a que encontramos un Starbucks en donde nos pudimos sentar delante de un café gigante para hacer “un poco de tiempo” como se suele decir.
Con la comida se calmaron un poco los ánimos del autobús 2, y parecía que por fin la tarde prometía, pero al revés.
Por la mañana la ciudad desierta, por la tarde parecía una romería.
Estambul, nada es lo que parece…
En la MEZQUITA AZUL no se cabía y para seguir al guía había que correr los 100 metros lisos, hasta una señora del grupo se dio un gran golpe y él ni se enteró, pero eso sí llegó el primero a SANTA SOFIA. Gran cola para poder entrar y en la puerta nos dice: en una hora en la aquí, delante de la fuente.
Juanjo y yo salimos por otra puerta y para cuando llegamos AQUÍ, ALLÍ no había nadie del grupo número 2.
Pensamos que supuesto guía al contar al personal se daría cuenta que le faltaban 2, pero estábamos confundidos, pasaba el tiempo y ALLÍ no aparecía nadie, por lo que decidimos salir del lugar e intentar buscar al autobús número 2 por nuestra cuenta.
No me lo podía creer, perdidos en Estambul.
Llegamos a la plaza donde nos dejó el autobús y no sé cómo entre tanta gente, vi una pegatina como la nuestra pero con el número seis, nos acercamos y ellos también estaban perdidos, pero su guía por precaución les había citado debajo de un gran anuncio de Coca Cola si alguno se despistaba y ALLÍ estaba una persona de la agencia para ayudar si llegaba algún olvidado.
El cabreo iba en aumento y cuando apareció el falso guía a recogernos hubo momentos muy tensos.
Ya en el barco no se calmaron los ánimos y hasta el capitán pidió calma y disculpas a más de 400 personas “INDIGNADAS” por el timo.
Y yo que pensaba pasar un inolvidable día de cumpleaños en ESTAMBUL…
Lo pasé.
Blanca con la denuncia puesta a Pulmantur