Si el doctor Cabrera era un kui, su amigo y confidente, Basilio Uchuya, el peruano que le proporcionó miles de piedras grabadas durante treinta y un años no lo era menos. Doy fe. Conocí a Uchuya en 1974. Nunca quiso guiarme al yacimiento del que, supuestamente, extraía las misteriosas piedras grabadas de Ica. “Cuando muera el doctor –repetía una y otra vez–, cuando muera el doctor…”. Y así fue. Muerto Javier Cabrera, Basilio accedió y me guió hasta uno de los cerros de los que sacaba las piedras. Fui testigo de la extracción de nueve de esas piedras grabadas. Lo celebramos con pisco, a pleno sol, como corresponde a un kui que se precie.
(Fotos: Iván Benítez)
Secuencia de la extracción de piedras grabadas en Ocucaje (Peru) (Enero 2002):
Basilio Uchuya en su hogar, en Ocucaje: