La imagen destacada es una foto de Iván Benítez.
(Etiopía)
Fue mi consagración al “Principio Omega”.
El agua de la catarata, pulverizada, me empapó.
Y así permanecí largo tiempo, atento al Padre.
Había llegado el momento de entregarse definitivamente a la voluntad del Buen Dios. Jamás he estado tan cerca de Él.