En la orilla jordana del mar Muerto visité un bello lugar: las cascadas de Ma´in. A él acudía el rey Herodes el Grande para intentar aliviar sus males físicos y psíquicos. Es posible que en este lugar tomara la decisión que lo hizo tristemente famoso: pasar a cuchillo a los niños menores de dos años de edad. Las cálidas y sulfurosas aguas de Ma´in, sin embargo, no lo salvaron de una terrible enfermedad provocada, al parecer, por sus excesos sexuales.
(Fotos: Iván Benítez.)