En la imagen destacada: El desierto de Palpa alberga cientos de pistas de un trazado impecable.
Al norte de la pampa peruana existe una región igualmente cubierta con enigmáticas figuras y “pistas” que nadie sabe explicar.
Todo el mundo ha contemplado alguna vez las enigmáticas imágenes de las figuras y «pistas» de Nasca, en el desierto peruano. Hace setenta años que empezaron a dar la vuelta al mundo. Pero hay otra nasca, más antigua y probablemente, mucho mas misteriosa. Me refiero a los dibujos, «pistas» y figuras geométricas que pueden contemplarse también desde el aire, y a no muchos kilómetros del valle del Ingenio, en la referida pampa nasqueña. Se trata de Palpa, la «nasca olvidada», ubicada a poco más de veinticinco kilómetros al norte de Nasca, y entre los resecos arenales del desierto de Ocucaje. En ese lugar, como digo, se conservan decenas de figuras que nadie termina de explicar satisfactoriamente. Según mis cálculos, mas de trescientas. Hagamos un rápido repaso de las más atractivas:
La «huella de la serpiente», también conocida como la «avenida de las picaduras de viruela». Estamos ante otro misterio: alrededor de cinco mil orificios circulares (algunos hablan de más de diez mil), con proyección cónica y una profundidad media de entre noventa y cien centímetros. Filas de hoyos idénticos, muy bien alineados y que trepan por cerros y colinas, a lo largo de kilómetros. La mayor concentración se encuentra sobre la margen izquierda del camino de Castrovirreina, y a poco más de un kilómetro del distrito de Humay. Pueden contemplarse desde el aire en una meseta que discurre entre colinas bajas. Fueron descubiertos en 1931 por la expedición Shippe-Hokhson, de la National Geography. ¿Qué representan? ¿Por qué los excavaron? Nadie lo sabe con certeza.
La «tarjeta perforada». Otro enigma. Una increíble sucesión de puntos en forma de aspa, excavados a lo largo de quince columnas o líneas paralelas. Una imagen que tampoco resulta fácil de interpretar, y que, evidentemente, fue trazada para ser vista desde el aire. ¿Estaríamos ante un sistema de navegación aérea, como insinúan algunos investigadores? Pero, de ser cierto, ¿quién podía volar en la antigüedad?
1- Figuras geométricas. 2- El astronauta, de casi 32 metros, y que sólo se puede apreciar desde el aire. 3- En la imagen se puede apreciar un avión en mitad del colibrí. 4- Estrella de San Javier o Cruz de Palpa.
El «gigante de cabeza cuadrada». Y a escasos kilómetros, otras figuras de «gigantes», seres enigmáticos, sólo visibles desde un avión, coronados por plumas (?) o antenas (?). Figuras antiquísimas -probablemente de mayor antigüedad que las de Nasca- que levantan los brazos y muestran objetos desconocidos. Y entre esas figuras desconcertantes, el «rey» de Palpa; el «Gigante de cabeza cuadrada». Nadie se atreve a pronunciarse sobre tan extraña imagen. ¿Podría representar a los famosos y desconocidos viracochas? Curiosamente, a casi 1.300 kilómetros hacia el sur, en el ardiente desierto chileno de Atacama, existe otra figura de gran parecido: Un gigante sólo visible desde el aire, también de ojos cuadrados y «antenas» o «rayos» alrededor de la cabeza. ¿Fueron obra del mismo autor?
Y en las siguientes laderas, nuevos» gigantes» que parecen saludar a quienes se acercan por el cielo. Y en Pozo Santo y en el cerro de Cabeza Larga, mas señales incomprensibles, individuos con grandes cascos (?), felinos, aves desconocidas y decenas de nuevos «gigantes». Todo un misterio que la ciencia no sabe explicar.
Y en el calcinado arenal de lca, otra imagen fascinante a la que llaman la «estrella de San Javier» o la «cruz de Palpa» , descubierta por los pilotos de Aerocondor en 1984, sobre la Hacienda de San Javier. Otro desafío a la razón. El cuadrado principal mide 64 metros de lado. Las figuras interiores alcanzan los ocho metros. Se trata, sin duda, del más intrigante de los jeroglíficos peruanos. ¿Qué representa la gran cruz central? ¿Por qué aparece orientada hacia el norte magnético con un error de 0,2 grados? ¿Cómo debemos interpretar los doscientos orificios y las decenas de líneas que unen los círculos? ¿Estamos ante un mensaje matemático?
Y al igual que sucede en la pampa de Nasca, también en Palpa se distinguen cientos de líneas y «pistas», algunas de catorce kilómetros de longitud. «Pistas» de trazado impecable, entre las que surgen elaboradas figuras de aves y flores. Y vuelvo a preguntarme: ¿Quién podía volar en la antigüedad?
Fotografías: Iván Benítez.
TIEMPO DE HOY (2004).