Corrían los años setenta (siglo veinte).
La India que presencié, la India de contrastes (miseria y armas de última generación) me impactó de tal modo que viví entristecido durante años. Prometí no regresar jamás y lo he cumplido.
P.D.- Lo sé: cada cual cumple con el contrato establecido, pero aún así…
(Fotos: J.J. Benítez.)