¿Fue “Chito” un kui? Yo diría que sí.
Lo conocí hace mucho, muchísimo, cuando yo recorría el mundo para descubrirlo. Vivía en la localidad de Borja, muy cerca del Moncayo, en Aragón (España). Su nombre era Zacarías Viamonte Celiméndiz y tenía una gracia que lo distinguió del resto de los mortales: extraía dientes y muelas con los dedos y la única ayuda de un pañuelo limpio. En cuarenta años como “sacamuelas” –nunca mejor dicho- logró arrancar algo más de mil dientes y muelas y siempre de forma impecable. Me contó que, de joven, fue esquilador. De ahí le venía la fuerza.
Después le tocó a las tuercas. Las apretaba con los dedos y las llaves inglesas lloraban de pura envidia.
Cuando le di la mano, a la hora de la despedida, sentí miedo. Pero no. “Chito” nunca apretaba seres humanos…
«Chito», con J.J. Benítez, en el Neolítico.
Don Zacarías extraía los dientes y las muelas de un tirón y sin hemorragia.