Cuando lo visité, en Lanzarote (Canarias), me impresionó vivamente. Era pintor, escultor, poeta, arquitecto y filósofo. César Manrique hubiera cumplido el 24 de abril de 2009 noventa años. Sus palabras quedaron en mi mente:
● “La mar se ahogó de felicidad, nada más verla”
● “Al terminar la guerra civil española subí a la azotea de mi casa, me desnudé, y quemé el uniforme. La guerra es la peor de las amnesias”.
● “No quiero ser artificial. No quiero ser Nueva York”.
● “Soy el viento de mi mismo, que voy y vengo como un juguete”.
● “El arte es la única religión verdadera”.