Quizá una de las características de los “kui” es su tenacidad. Nada los hace retroceder, y mucho menos el qué dirán. Tuve la fortuna de conocer a Javier Cabrera Darquea durante veintisiete años (1974 a 2001). En ese tiempo siempre lo vi defender la autenticidad de las piedras grabadas de Ica. No supe de un solo desfallecimiento. Luchó solo, contra todo y contra todos. Algunos estuvimos a su lado hasta el final, e incondicionalmente, y perplejos. Nadie perdió tanto como Javier Cabrera. Lo perdió todo por ganar la verdad.
Últimas fotos de Cabrera con J.J. Benítez, en su despacho, en el museo de las piedras grabadas, en la ciudad peruana de Ica.
Eugenia, hija de Javier Cabrera, con J.J. Benítez.
Detalles de algunos de los rincones y de las piedras grabadas que contenía el museo del Dr. Cabrera poco antes del terremoto que terminó destruyendo el lugar.
Exterior del museo de las piedras grabadas de Ica.
Dependencias de la casa de Javier Cabrera en el museo de las once mil piedras grabadas.
Eugenia, hija del Dr. Cabrera, y J.J. Benítez durante el rodaje del documental “Planeta Encantado”.