Se trata de otra superchería, con seguridad.
En Buenos Aires se halla depositado el “bastón de mando”, una pieza de piedra que –según los iniciados (?)– otorga poder a quien lo posee. Hitler se cansó de buscarlo.
Yo lo tuve en mis manos y aquí sigo, sin el menor poder. ¿Y qué haría yo con poder?
(Fotos: Fernando Jiménez del Oso.)