Fuente: Pedro Ybarra Bores – ABC de Sevilla 5/XI/2019.
El escritor navarro acaba de pasar por Sevilla para presentar «El diario de Eliseo», último libro de la saga dedicada a «Caballo de Troya».
A final de los años 70 el periódico para el que trabajaba (La Gaceta del Norte) lo envió a Londres. Tenía que cubrir los descubrimientos que habían efectuado sobre la Sábana Santa una serie de científicos vinculados a la NASA. Según habían averiguado, aquel lino de más de cuatro metros de longitud había cubierto el cuerpo de un crucificado hace dos mil años. Además, una extraña luminosidad había partido de su cuerpo quemando las fibras exteriores de la pieza. Gracias a ello, la imagen del crucificado, que ya se sabía que era un negativo fotográfico, se había convertido en una imagen tridimensional perfecta. Allí comenzó la aventura tras Jesús de Nazaret de JJ Benítez. Fue el inicio de una relación que sigue en buena forma y de la que se acaba de presentar su nuevo libro «El diario de Eliseo» (Planeta 2019) que hace el número 11 de la saga «y es el último libro de los caballos», según afirma su autor.
-¿Es usted creyente?
-Soy creyente absolutamente, pero no practico ninguna religión.
-Desde 1979 tras Jesús de Nazareth…
-En 1978 hubo una reunión de científicos en Turín que hicieron como 200 análisis sobre la sábana Santa. La Iglesia les permitió entrar y hacer muchas pruebas. Me impactó mucho porque hicieron públicos algunos de los descubrimientos y fui a verlos y hacer una serie de reportajes para la Gaceta del Norte. Me quedé muy tocado porque habían realizado descubrimientos fantásticos que demostraban que la imagen es auténtica. Luego se hizo el carbono 14, que lo hicieron mal porque hicieron las pruebas de datación de unas tiras que habían cosido en la parte inferior del lienzo, que sí eran del siglo XIII y XIV, pero mal hecho en el sentido que habrían tenido que realizar la prueba sobre la imagen, no sobre un remiendo de otra época. Para mí la imagen de la Sábana Santa es auténtica. Es inexplicable y allí fue donde empezó todo. Me quedé muy desconcertado. Lo que me había contado la religión sobre Jesús de Nazareth no me convencía. Y a partir de ahí me empecé a interesar por la vida de Jesús y apareció la información que da lugar a los Caballos de Troya.
-¿Hasta qué punto es demostrable en el siglo XXI que aquello no fue así?
-No lo puedes demostrar. Comparo la información que he recibido con los evangelios canónicos, y por lógica, en un proceso de deducción, te das cuenta de que muchas, o casi todas, las cosas que cuentan los evangelios están contadas 60 ó 70 años después por los díscípulos de los discípulos y de acuerdo a los intereses del momento. Hay prodigios que nunca fueron tales y hechos que no se mencionan en los evangelios que fueron verdaderos milagros. La historia que cuentan los evangelios es tal desbarajuste que confunden fechas, paisajes, circunstancias… está todo confuso y al revés.
-¿Qué descubre de Jesús en este libro?
-De Jesús, una de las cosas que aparecen en este libro es la relación complicada que tuvo con su madre y con los hermanos, con su familia. No trato de convencer a nadie. Entiendo que si lees estos libros puedes tener una perspectiva quizás más amplia de lo que fue la vida de Jesús de Nazareth, porque lo que sabemos a través de la iglesia es muy poco y está muy desfigurado. Quizás si alguien busca un poco de esperanza, quizá la puede encontrar ahí.
-¿Al realizar este tipo de declaraciones se pondrá a mucha gente en contra?
-Mucha no, pero a la jerarquía eclesiástica sí. Me han llamado de todo.
-Y antes de los «Caballo de Troya» vio la luz «El Enviado»…
-Publiqué el «El Enviado», donde aparecían todos esos descubrimientos sobre la Sábana Santa. Fui a presentar el libro a México. Hice un programa de televisión sobre la Sábana Santa en el que por lo visto hablé con demasiado entusiasmo sobre Jesús de Nazareth. Ese programa lo vio un señor que estaba en México y me llamó. Me dijo que era un tipo de las Fuerzas Aéreas norteamericanas y lo asocié al tema ovni, y pensé que me iba a contar algo sobre ello. Me fui a verlo, estuve con él varias veces, y era la información sobre los Caballos.
-¿Realmente se llevó su primer libro de «Caballo de Troya» un año en un cajón?
-El primer libro se llevó más de un año en un cajón porque José Manuel Lara me dijo que tenía que quitar 400 páginas y me negué. Estuvo un tiempo allí hasta que decidieron publicarlo como quería, sin quitar nada. Estuvo 200 semanas como número uno, más de cien ediciones… y este libro que presento ahora es la última parte.
(Foto: Ed. Planeta.)
-¿Por qué «El diario de Eliseo. Caballo de Troya. Confesiones del segundo piloto»?
-Porque el que lo cuenta es Eliseo. Los dos últimos años de la vida de predicación del maestro, y lo cuenta él.
-Un libro que comienza en Barbate…
-Viví allí entonces, cuando llegan las cartas de Eliseo, y allí es donde me llamaron hace unos años. Mi familia es de Barbate y Vejer y vengo siempre que puedo.
-Dice en la portada que «Nada de lo narrado en los evangelios se ajusta a la verdad»…
-Estoy de acuerdo con la frase sobreimpresa en la portada. Nada de lo que nos han contado es correcto. Está adulterado, tergiversado, cambiado… es un desastre.
-¿Por qué ha tardado tanto en aparecer este libro?
-Porque la persona que me dio la información me pide que no lo publique antes del año 2019.
-Un libro con una dedicatoria muy especial.
-Este es el 11 y último libro de caballos. Se lo dedico «A la memoria del mayor de la USAF, allá donde esté. Sin él, Caballo de Troya no hubiera sido posible. También se lo dedico a un señor (Pedro Soria) que me regala los folios para escribir, que si son azules o amarillos mejor.
-¿Tiene alguna manía a la hora de escribir?
-Innumerables manías a la hora de escribir, además de la de los folios de colores.
-¿Echa de menos el periodismo activo?
-Sigo haciendo el trabajo de periodista, hago investigación y sigo la técnica de periodista, lo que ocurre es que no tengo la premura de llevar la noticia al periódico. Sigo actuando como un periodista, aunque sigo echando de menos aquellas redacciones que ya no existen, donde la gente fumaba, se oía el ruido de las máquinas, la gente chillaba y de vez en cuando corría el whisky. Las redacciones ahora parecen aeropuertos. Los libros al final no dejan de ser reportajes de más de 500 páginas.
-¿Conoce Sevilla?
-He sido hermano del Cristo del Amor durante muchos años y he salido muchas veces de nazareno. Sentía un gran respeto y gran admiración por ese Cristo, y un día me dijeron gente de aquí lo de pertenecer a esa hermandad, y entonces empecé a salir en la cofradía con gran emoción. Después la vida te lleva por otros lados y ya no podía acudir, aunque salí de nazareno ocho ó diez años. Pero siempre que vengo a Sevilla, si puedo voy a verlo y llevo rosas blancas.
-¿Qué le gusta más de esta ciudad?
-De Sevilla me gusta todo, el Centro, la gente, la comida, la luz…
-¿Sigue convencido de que hay vida en otros lugares?
-Absolutamente convencido. Son 47 años de investigación y he interrogado a muchísimas personas en todo el mundo. Para mí está claro, es un fenómeno real, son muchas civilizaciones, no una, y no son humanas.
-¿Es cíclico el tema de los ovni?
-Así es porque hay oleadas. De repente en todo el mundo aparecen por todas partes y los medios de comunicación se ocupan, la sociedad se interesa por el tema y luego las oleadas desaparecen. Hay muchos años en los que hay casos, pero no tantos. Y de pronto aparece otra oleada y vuelta empezar
-62 libros en 73 años…
-He conseguido vivir de los libros. Al principio no tuve mucha fortuna. Los libros de ovnis son ruinosos, no acabas nunca de cubrir todos los gastos de viajes… pero desde que apareció Caballo sí. Pude saldar todas las deudas y seguir investigando. Caballo de Troya cambió mi vida, aunque tomé la decisión de escribir y dejar el periodismo activo después de lo de la Sábana Santa, en 1979, porque en un momento determinado me prohibieron en el periódico que hablara del tema ovni tuve que elegir: O seguir con el periodismo activo sin la investigación en el tema Ovni, o seguir con la investigación y prescindir del periodismo, y elegí lo segundo.
-¿Cuáles son sus próximos proyectos?
-Ahora me dedico a pensar y a dibujar, aunque tengo más tiempo para lo primero que para los segundo. Procuro ilustrar mis libros con mis dibujos, mis mapas… me distrae. Y pensar todo lo que puedo, incluso durmiendo. Antes de dormirme me hago una programación mental y me digo «quiero soñar sobre tal cosa» y se consigue. Normalmente se aprende en los cursos de control mental. Normalmente sueñas y hay respuestas para lo que quieras. Cuando tengo una duda sobre algún tema lo programo y en el sueño suele aparecer.
-La última lista que hice salían más de 140 proyectos de libros, que no voy a poder cumplirlo. Si puedo hacer diez ó quince libros más pues estupendo. El próximo depende de la editorial, es un libro de investigación del fenómeno ovni que se llamará «Mis primos»…