J. J. Benítez en Jordania.
«Si Jesús volviera, iría contra todo lo sagrado.»

JJ Benítez en Jordania

Fuente: Bruno Cardeñosa. Revista Enigmas. (Núm. 134) Enero 2007. 

ENIGMAS ha viajado hasta Jordania para asistir a la presentación de la última entrega de Caballo de Troya -Ed. Planeta-. Un itinerario por los escenarios que nos acercan a la interpretación que de Dios y de Jesús de Nazaret hace J.J. Benítez en esta obra.

22.00 horas del 11 de noviembre de 2006. El Airbus 320 de Jordanian Airlines que efectúa el vuelo 110 entre Madrid -España- y Amán -Jordania- sobrevuela Tel Aviv. La visión nocturna de la capital israelí se presenta espectacular y rematada sobre su vertical por una media Luna, casi tan perfecta como las luces que muestran la distribución de los barrios de la ciudad. Pero apenas cinco minutos después, la oscuridad se adueña del terreno que se extiende bajo los 140 pasajeros del avión. Nos encontramos sobre los territorios ocupados. Sobre Cisjordania; en la vertical de Ramallah y con Nablus a nuestras nueve. Oscuridad que es sinónimo de pobreza cuando -y es que así de cínica es la historia- en realidad sobrevolamos una tierra en donde nacieron grandes culturas. Y es justo cuando el reloj- ya con el horario de Oriente Medio ajustado en las manecillas- indica que son las 22.20 horas, brincamos sobre las aguas del río Artal, afluente del Jordán que hace 1.981 años fue el escenario del bautizado Jesús de Nazaret.

Precisamente, el bautismo de Jesús es uno de los asuntos que nos han llevado hasta allí, puesto que se trata de un elemento destacado que el escritor J.J. Benítez presenta en la octava entrega de su obra Caballo de Troya, uno de los libros más importantes de los últimos decenios. Con el propio autor viajamos hasta allí. No obstante, Caballo de Troya 8 lleva por subtítulo Jordán y gran parte de la trama se desarrolla en las tierras que hoy ocupa este país, en cuya capital, Amán, aterrizamos a las 22.30 horas.

Cuando hablamos de Caballo de Troya lo tenemos que hacer en mayúsculas. Y es que desde que apareció el primer tomo de la saga, en 1984, se han vendido nada menos que nueve millones de ejemplares. Son, en total, 4.348 páginas que convierten a esta serie cuya finalización está prevista para el año 2008 en la obra más extensa -y polémica- que se ha publicado sobre la figura de Jesús de Nazaret, un personaje que, bajo el prisma de J.J. Benítez, emerge con comportamientos, ideas y acciones que nada tienen que ver con los dogmas establecidos por la Iglesia.

JJ Benítez en Jordania.

«Hay que dudar de todo»

Nunca se ha conformado con las versiones oficiales este navarro universal. Y es que para él, el periodismo y la vida misma deben estar gobernados por las preguntas; «Dudar es el estado natural del hombre», nos asegura durante la larga entrevista que mantuvimos en el Hotel Marriot de Wadi Mussa, a escasos kilómetros de la milenaria ciudad nabatea de Petra. Es quizá por ello que, desde los inicios de su andadura en el mundo de los libros en 1975, sus trabajos se centraron en temas «malditos». Cuando nueve años después publicó su primer Caballo de Troya, a sus espaldas remolcaba ya -y no como una losa, sino como un hito- un total de 16 libros que lograron interesar a millones de personas por el misterio de los OVNIs. A partir de entonces aparecieron otros 35 títulos más que embriagaron a la otra mitad con sus enigmas favoritos y la biografía de Jesús de Nazaret desde otra perspectiva: «Hay que dudar de todo. Y cuanto más sagrado sea algo, todavía hay que dudar más». Un lema vital que no ha abandonado en 35 años de búsqueda a lo largo y ancho de los más de cuatro millones de kilómetros recorridos durante sus investigaciones.

Caballo de Troya 8 muestra al Jesús más auténtico y desconocido: «Es un Jesús que rompe moldes». No obstante, discurre en torno a un momento fundamental de su vida: el bautismo de la mano de Juan el Bautista, el posterior retiro al desierto y las primeras prédicas a sus seguidores. Pero claro, ni fue un bautismo normal, ni el retiro en las arenas y las tentaciones del demonio existieron, ni el Bautista -de nombre real Yehohana- era el personaje etéreo y sobresaliente que nos ha legado la historia y la tradición, sino alguien a quien hoy llamaríamos loco, lo que no es óbice para que tuvieran lugar a su alrededor sucesos de lo más extraño. Precisamente, alrededor de este peculiar individuo giró el comienzo de nuestra conversación…

¿Que visión propones sobre él en Caballo de Troya?

El lector encontrará una imagen diferente a los que nos dice la religión y la tradición. Se trataba de un hombre con un desequilibrio mental importante, con unas ideas sobre su destino y sobre Dios muy distintas a las que nos han contado. Lo que ha llegado hasta nosotros es una caricatura, porque Yehohana, que así se llamaba, era un personaje con unas ideas que, en realidad, eran opuestas a las de Jesús.

Lo que se percibe en la obra es que el Bautista tenía una imagen de Dios fundamentada en ese Yavé vengativo y cruel que aparece en el Antiguo Testamento. Pero Jesús rompe con esas ideas. ¿Quizá es ese uno de los mensajes de Caballo de Troya?

Es la clave. A Jesús no le entendieron absolutamente en nada. Él vino a decirle a la gente de su tiempo y del futuro que Dios «no es lo que usted cree, sino algo muy diferente: usted es inmortal y no necesita condiciones para seguir siendo inmortal». Para mí, esa es la piedra angular del mensaje de Jesús pero, por desgracia, las religiones no han entendido nada y siguen practicando esa servidumbre moral según la cual «usted debe ser bueno porque, de lo contrario, no irá donde tiene que ir».

JJ Benítez en Jordania.

El problema es que a nivel institucional, la imagen de Dios que sigue predominando es la del Yavé que pregonaba el Bautista…

¡Claro! Porque ese Yavé satisface intereses de grupo. Las instituciones, sean judías, católicas o protestantes, desean mantener a sus seguidores sujetos a una serie de doctrinas y comportamientos. Lo que Jesús recordó fue otra cosa. Simplemente decía: «No le estoy pidiendo a usted absolutamente nada. Yavé es pasado». Lo que planteo en Caballo de Troya 8 es que Jesús nos refresca la memoria y nos presenta un Dios renovador y esperanzador. Es un libro gracias al cual todos los dogmas se caen al suelo.

Precisamente, ahora mismo, tú y yo estamos en Oriente Medio, en una región del mundo en la que queda patente que todavía predomina esa visión del pueblo judío que tenía el Bautista.

Esos mismos problemas siguen presentes. Los ortodoxos judíos continúan esperando a un mesías político, social y religioso que diga: «Señores: Israel está arriba y todos los demás a nuestro servicio. Y si usted no está de acuerdo con esto, se le cortará el cuello y Yavé pondrá el hacha en la mano para cortar el árbol». Esa es la síntesis del mensaje de Yehohana. Y todavía hoy siguen existiendo millones de personas que piensan que su forma de comportarse en la vida se escribe en clave de hacer el bien o el mal, del cielo o el infierno. No, no es eso de lo que se trata.

En el acto de presentación de tu libro, en el hotel Movenpick del Mar Muerto, recordabas lo importante que realizarlo en un país árabe, ¿por qué?

Porque Caballo de Troya 8 es, en ese sentido, desmitificador, ya que nos presenta a un Jesús de Nazaret cuyos comienzos discurrieron entre árabes. Él empieza a ser lo que fue entre árabes. La lectura que se desprende de todo es un «no a las religiones». Hay mucha gente que duda y que no sabe qué hacer y entonces se refugia en las religiones. Lo entiendo, pero hay que decirles que se conviertan al arte, que es la verdadera religión, y que duden de las cosas, porque ese es el estado natural del ser humano. Yo lo hago; procuro acostarme todas las noches con dos o tres dudas. No hay que tener miedo a dudar y cuanto más sagrado sea algo, más dudas hay que tener. Si esto se pusiera en práctica, seguramente se acabarían muchos problemas.

JJ Benítez presentando "Caballo de Troya 8".

«Renuncié a la Iglesia católica en 2005. Lo he hecho por coherencia con mis principios y por ello solicité mi abandono de forma oficial. Tienes un amigo apóstata…»

Quizá porque de hacerlo se agudizaría nuestro sentido común y se forjaría un mayor diálogo al darnos cuenta de que nadie está en posesión de la verdad..

Es que la verdad no existe. Estará en muchos sitios, pero ¿quién la tiene? Si alguien dice que la tiene, quienes están a su alrededor deben salir corriendo de allí. Dios no pone condiciones, y si alguien dice que las pone, entonces, lo dicho: salir corriendo.

Acabamos de visitar Betania en tu compañía, el lugar donde según los jordanos se produjo el bautismo de Jesús de Nazaret. ¿Por qué dudas de esta tradición?

Es el lugar que señalan los jordanos, pero los judíos señalan otro que está situado más al norte. Posiblemente, el auténtico está a mitad de camino. En el libro sugiero que el bautismo pudo tener lugar en el río Artal, un afluente de la margen oriental del Jordán, Jehohana era un hombre muy ortodoxo y aferrado a la filosofía judía. Bajo ese concepto, el Jordán era un río impuro, puesto que se trataba de un río donde se arrojaban cadáveres de animales, lleno de tierra, fango… Es imposible que fuera allí.

¿Propones una lectura distinta del bautismo?

El significado que otorgamos al bautismo es una interpretación que cobra cuerpo con los siglos. El bautismo era un símbolo, por eso entras en las aguas y te sumerges. Era como obtener un certificado. Para Jesús tuvo mucha importancia porque fue como un reconocimiento oficial de su divinidad. Por lo general, se piensa que con el bautismo se perdonan los pecados, en especial el pecado original, que es una de las grandes maldiciones que nos han caído encima. O mejor dicho: que les ha caído encima…

«Soy apóstata… por coherencia»

J.J. Benítez no me dejó tiempo para que le preguntara por qué hablaba sobre los católicos, refiriéndose a quienes pasaron por la pila bautismal, como a «ellos». De inmediato, lo aclaró con rotundidad: «Renuncié a la Iglesia en el año 2005».

¿¡Sí!?

Nadie lo sabe: tienes un amigo apóstata. Lo he hecho por coherencia con mis principios. Hay cosas que no comparto con la Iglesia, con la católica y con otras, pero yo pertenecía a esa y solicité mi abandono de forma oficial.

¿Y lo lograste?

Sí. En la fe de bautismo hay una serie de notas al margen que explican las fechas en la que esa persona recibió los sacramentos. Comulgó en tal fecha, se casó en tal fecha, abandonó en tal fecha… Como te digo, es un problema de coherencia. El pecado es una de las grandes mentiras de las religiones. Se puede ofender a los hombres, pero ofender a Dios es imposible. Por mucho que quieras, ni voluntariamente puedes injuriarle. No nacemos con pecado, por eso Jesús, al bautizarse, no hizo en ningún momento representación de arrepentirse de nada.

Bajo esta perspectiva, el bautismo de todos los bebés después de nacer perdería su significado.

Es absurdo. El pecado original es otra invención del ser humano. ¿Cómo puede decir alguien que si Adán y Eva cometieron un error todos sus descendientes son pecadores? Si lo cometieron, seremos víctimas de ese error, pero no pecadores. No hay que confundir términos. Con todos mis respetos: es ridículo, porque de ser cierto eso significaría que quien lo piensa así está empequeñeciendo a Dios.

Otro de los temas que desmitifica Caballo de Troya 8 es el retiro al desierto y las tentaciones del demonio.

De sólo pensarlo entra una risa nerviosa. Todo lo que se dijo al respecto fue un malentendido propiciado por las primeras comunidades cristianas porque había que satisfacer una serie de intereses. Pasó con muchos asuntos. Pedro dijo unas cosas y Pablo dijo otras, pero como eran judíos, nadie podía ir en contra porque entonces se acababa el negocio. ¿Cómo iba a retirarse Jesús al desierto? Si donde estaba ¡no había desierto! Es un tema con mucha simbología, pero en realidad se retiró a reflexionar.

«Jesús era un revolucionario. Bastaba con que alguien le prohibiera algo para que lo hiciera. Si volviera, iría contra todo lo sagrado».

Si Jesús volviera, ¿qué haría?

Por supuesto, no entraría en el Vaticano. Era un revolucionario del pensamiento. Bastaba con que alguien prohibiera algo para que lo hiciera. Si Jesús volviera, que no lo creo, ahora sería fumador, porque a los fumadores se les persigue. E iría contra todo lo sagrado, porque de lo sagrado es precisamente de lo que hay que dudar.

Y en esa hipotética vuelta, ¿a qué corriente religiosa se adscribiría? ¿Al Opus Dei, a los Legionarios de Cristo o formaría parte de la teología de la liberación…?

Estaría lejos de todos esos movimientos. No practicaría ninguna religión. Practicaría el arte, sería un consumado seguidor del arte. Él no creó nada que se pareciera a una religión.

A veces, da la sensación de que el mensaje de Jesús lo practican mejor algunos ateos que los propios creyentes…

Puede ser, porque todos los que tienen alguna duda igualmente tienen la mente abierta. Los que no dudan tienen su mente cristalizada y ese es el gran peligro, pero hay gente que no quiere ni oír hablar de esto. Me he encontrado con muchas personas conservadoras que me dicen: «Me conformo con que el cura me diga lo que tengo que hacer… Voy, me confieso y comulgo. Además, si puedo ir a misa el sábado y mequito así la obligación de ir el domingo, pues mejor». Pero, por otro lado, hay muchas personas que tienen dudas permanentes y que atraviesan momentos de oscuridad. Algunos de ellos descubren en Caballo de Troya estas ideas, ven que todo está más cerca y les ayuda. Por desgracia, lo que prevalece es la imagen de Jesús con cara de fiscal… ¿Por qué no existe ninguna representación de Jesús riéndose?

A este propósito, recientemente se efectuó en Estados Unidos una encuesta en la que se preguntaba en qué tipo de Dios creía la gente: si era un Dios justiciero, si era un padre severo o un ser compasivo. ¿Cuál hubieras elegido tú?

Ninguna de las tres.

La mayor parte eligieron la imagen del padre severo…

Muy significativo. A Dios no se le ofende, no es piadoso, ni severo, ni vengativo, ni ninguna de esas cosas. Es el amor = acción. De todas formas, creo que le encanta que imaginemos cómo puede ser, porque la imaginación es lo más próximo a la divinidad. Ningún ser vivo tiene la capacidad de imaginar que poseemos los seres humanos. En realidad, cuando nosotros imaginamos es cuando podemos estar mirando a los ojos de Dios.

JJ Benítez en Jordania (2006).

Las huellas de Jesús de Nazaret condujeron al investigador J.J. Benítez a Jordania. En estas áridas tierras Jesús estuvo gran parte de su vida, un periodo histórico que reclama y recuerda en Caballo de Troya 8.

Después de ocho entregas de Caballo de Troya, ¿te quedan muchas cosas por contar de cara al noveno y último?

Quedan una pocas. Me fascinan algunas curaciones, que son fantásticas. Creo que este hombre llegó a curar en algunas personas el síndrome de Down y eso es algo extraordinario, porque significa un cambio cromosómico a todos los niveles, también hay momentos del buen humor de Jesús que me fascinan, porque rompía moldes. En este sentido, el octavo es un libro que incluso a mí mismo me ha dejado muy sorprendido.

En este libro narras parte del comienzo de su vida pública. Ya está entregado bajo notario el final de la saga. ¿Continuará esa narración en el siguiente?

Sí, con una sorpresa final. Algunos se acordarán de mi padre y otros de mi madre, pero no te puedo decir más. Es una sorpresa… ¡Una sorpresa de verdad!

La octava entrega de Caballo de Troya ya está encaramada en los puestos más altos de las listas de ventas de medio mundo. Tras la presentación de su nuevo libro en Jordania, J.J. Benítez viajaba a Venezuela como primera escala hacia otros países de América. También ahí aguardan con impaciencia a que llegue el noveno y último Caballo de Troya para conocer algunos de los momentos más inquietantes y misteriosos de la vida de Jesús y ese sorpresivo final. Si se cumplen sus planes, será en octubre de 2008.

Antes, continuará investigando y viajando por medio mundo, pero no a mucho tardar volverá a su disciplina germánica en la casa que tiene frente al mar, «al sur del sur», en Zahara de los Atunes -Cádiz-. Mañana tras mañana -«las tardes las dedico a leer, a documentarme y, si puedo, a dibujar» -desde las ocho hasta las tres tecleando su vieja máquina de escribir Olivetti, «Nada de ordenadores. Sé de las ventajas de la informática, claro que lo sé. Pero necesito tocar las cosas, sentir el papel, oír las teclas. No traiciono a las Olivetti… porque son mi vida». Toda una vida de escritor y periodista. Gracias…

JJ Benítez en Jordania.

De ruta en Jordania con J.J. Benítez
La editorial Planeta y el gobierno de Jordania brindaron a los periodistas españoles una ruta por los mágicos enclaves de un país cuyo territorio fue pisado por Jesús de Nazaret hace 2.000 años. Y todo ello, por supuesto, de la mano de un J.J. Benítez, que presentó el libro a orillas del Mar Muerto. Mazen Hamoud, director de la Secretaría de Turismo de Jordania, presentó el libro en árabe incidiendo en «recordar que, para nosotros, Jesús es un profeta muy importante que predicó en estas mismas tierras» que vieron nacer a muchas culturas «puesto que es un punto de intersección de todos los pueblos de Oriente Medio y en donde Jesús también estuvo», recordó Pedro Oviedo, delegado en España de la citada oficina. Durante cinco jornadas, los más de treinta enviados especiales de los medios de comunicación visitaron lugares como el señalado como el del bautismo de Jesús, la ciudad de Petra o el desierto de Wadi Rum. Fruto de de ese viaje mostramos el presente álbum de imágenes inolvidables.

Libro "Cartas a un idiota" de JJ Benítez.

«Mi libro preferido»
«Quiero escribir por el placer -o por el dolor- de escribir. Sin guión. A cuerpo descubierto. Dejando que gobierne el corazón. Dejando que la razón se enfríe». Así se presenta J.J. Benítez en su libro Cartas a un idiota, publicado por Booket en mayo de 2004. Se trata de un libro escrito por el autor navarro tras haber sufrido una crisis coronaria que a punto estuvo de costarle la vida. Desde entonces, lógicamente, su cambió. «Para mí, es el mejor libro que he escrito: es la síntesis de toda mi vida», nos confiesa durante la entrevista. «Es un libro en el que me planteo: ¿qué he aprendido yo o, mejor dicho, qué debería haber aprendido? Esas son las pequeñas grandes cosas que ahora empiezo a disfrutar».

Sus próximos proyectos
J.J. Benítez va a seguir investigando. Y escribiendo libros. Numerosos títulos aguardan entre sus archivos -entre ellos, dos inéditos- para ver la luz. Él mismo nos lo cuenta: «Tengo muchos proyectos que no voy a cumplir. Pero hace unos meses hice una lista. Salían 141. Y a un libro por año, es imposible, evidentemente. Entonces, a mí, que me gusta jugar mucho con Dios, incluso tengo un libro pendiente sobre este tipo de juegos, me propuse un experimento y con Blanca, mi mujer, hicimos 141 papelitos con cada uno de los títulos y los metí en una bolsa. Sacamos quince. Esos serán los que se van a publicar, aunque claro, alguna trampa puedo hacer. En esos libros, al margen de los Caballos de Troya, claro, había libros de investigación sobre OVNIs, el libro de los juegos, una trilogía histórica… Todos son libros de investigación y dos ensayos».

Su siguiente libro: investigación OVNI
Desde que en el año 2001 publicó su 18º libro sobre el enigma de los OVNIs no había vuelto a publicar sobre el asunto al que más tiempo e investigación ha dedicado. Pero en marzo de 2007 esa «sequía» se romperá con un libro sobre el enigma UMMO, el presunto planeta de procedencia de unos seres que estarían infiltrados en la sociedad y que habrían enviado cartas con sesudos informes científicos a varios receptores. Sin embargo, en su nuevo libro no se centra en dichas cartas, sino en avistamientos de OVNIs investigando por todo el mundo en los cuales los testigos observan extraños artefactos con el presunto símbolo de este planeta. «Es una investigación que empecé en 1972 sobre la cual no había publicado nada», nos explica Benítez, para quien todavía «queda mucho por decir de este asunto».

JJ Benítez y un guardia de seguridad.

Última hora: retenido en Dallas.
Durante la gira americana para presentar Caballo de Troya 8, J.J. Benítez y su esposa Banca fueron retenidos en el aeropuerto internacional de Dallas -Estados Unidos- en una escala camino de Miami el 30 de noviembre. El motivo de la lamentable retención -que se prolongó durante tres largas y amargas horas- está enmarcado dentro de la psicosis que existe en Norteamérica con el terrorismo. Según explicaron los agentes, las entradas de Benítez en Jordania en los últimos meses -entre ellas, su viaje para presentar el libro a la prensa española- fueron uno de los motivos que le convirtieron en sospechoso. Además, durante la entrevista que mantuvo con ENIGMAS, el autor navarro explicó que no creía la versión oficial sobre los atentados del 11-S. Es por ello que solicitó que la presentación del libro en el Mar Muerto se efectuara en árabe y no en inglés.

Múgica y Benítez.

Múgica & Benítez: periodismo en estado puro
Corría el año 1972. Por entonces, J.J. Benítez contaba con 26 años de edad y formaba parte del equipo de reporteros del periódico La Gaceta del Norte. Un buen día, el teletipo «escupió» la noticia sobre el aterrizaje de un extraño artefacto en Burgos. Sin pensárselo dos veces, el redactor-jefe del periódico le envió a cubrir aquella información…

Fue el primer caso ovni al que se enfrentó Benítez. Durante los siguientes años cubriría decenas de episodios más. Pero durante su larga estancia en la plantilla de aquel periódico cubrió informaciones de todo tipo: guerras, atentados terroristas, viajes con los reyes, sucesos… Y casi siempre en compañía de Fernando Múgica, reportero gráfico que actualmente es uno de los periodistas más leídos del diario El Mundo y con el cual hacía «pareja» en casi todos sus trabajos. Ambos experimentaron todo tipo de aventuras y desventuras por medio mundo viviendo el periodismo en primera línea de batalla en busca de la noticia. Precisamente, la presentación de Caballo de Troya 8 en Jordania fue escenario del «reencuentro» entre los dos, pese a que el camino que les une se remonta a 1952, cuando se conocieron con apenas seis años en el colegio los Maristas, en Pamplona. Desde entonces, y hasta 1979, fueron uña y carne: «Un gran amigo, mi mejor amigo, periodista honesto y un gran escritor que se merece todo el éxito que ha tenido», dice Fernando Múgica sobre Benítez. «Ahora se vive un periodismo distinto en el que la tecnología está contribuyendo a que ese viejo periodismo romántico se esté desmoronando. Lo de ahora no es el periodismo que yo he vivido», recuerda a ENIGMAS el autor navarro. «O volvéis con la sepultura de Hitler o no volváis», les dijo a ambos Alfonso Ventura, el redactor-jefe que durante años fue su mentor en La Gaceta del Norte. Y es que los dos coinciden al señalar que Ventura fue fundamental a la hora de inculcarles amor por el trabajo. Por cierto, fueron a Alemania en busca de la tumba del dictador nazi. No la encontraron, pero llegaron a cavar en busca de sus restos: «Era un periodismo de entrega, no te acordabas de la audiencia, de los lectores… nos lanzábamos al vacío y si las cosas salían bien, pues genial, y si no salían bien, pues bien también. Era un periodismo maravilloso», rememora Benítez. Y hacían lo que fuera menester, incluso disfrazarse de operarios de electricidad para «colarse» en un edificio oficial y de este modo obtener una exclusiva.

Múgica y Benítez fueron -entre otros muchos logros- los primeros periodistas españoles en viajar al radiotelescopio de Arecibo -Puerto Rico- para conocer de primera mano el contenido de un mensaje enviado a hipotéticos extraterrestres. Fue el comienzo del moderno proyecto SETI. De allí viajaron a Perú, donde les aguardaban jóvenes universitarios que estaban en contacto con los presuntos tripulantes de los OVNIs. «Recuerdo que un día, después de tratar mucho el asunto en nuestros reportajes, Juanjo me dijo que debíamos escribir un libro con todo lo que estábamos haciendo», señala Múgica con excelente humor. «Y le dije: `Jota -así llama al autor de Caballo de Troya-, ¿quién va a querer un libro tuyo?´ ¡Menudo ojo clínico tuve! Fíjate lo que ha pasado después». Millones de ejemplares vendidos.

Pero no todo fueron buenos momentos. Aquellos años fueron especialmente terribles -y más aún en el País Vasco- por culpa del terrorismo. «Igual en un año teníamos que cubrir cincuenta asesinatos…», se lamenta Múgica. Además, a Benítez le tocó cubrir la vacante que dejó José María Portell en el periódico después de ser asesinado por ETA. Poco después, el autor navarro decidió lanzarse al vacío para dedicarse a escribir libros a full time: «Reportajes de 500 páginas», los ha denominado en alguna ocasión. También Múgica emprendió nuevas aventuras, entre ellas como director de Diario de Noticias de Navarra y fundador, entre otros, del periódico El Mundo, rotativo en el cual es autor de la serie Los agujeros negros del 11-M. A ambos, en sus empresas, les aguardaba el éxito… Y pese a los avatares del tiempo, ninguno de los dos ha dejado de sentir escalofríos al ejercer el periodismo.

J.J. Benítez

J.J. Benítez

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