En la imagen destacada: J. J. Benítez y Miguel Becerra, frente a frente. (Foto: diarioarea.com)
Fuente: Miguel Becerra – 22/XI/2019 diarioarea.com
J.J. Benítez siempre deja titulares jugosos. El escritor, un experto ufólogo, ha sido y es una de los teóricos más reconocidos en esta materia. Ahora, vuelve a estar de actualidad con nuevas investigaciones y nuevo libro ‘El diario de Eliseo’.
En Área y Cope Campo de Gibraltar hemos conocido más de este, su nuevo trabajo, de la mano del cineasta linense, Miguel Becerra, con el que comparte amistad desde hace años.
Con ambos, la entrevista a continuación, que ha versado entre proyectos, historias y anécdotas de lo más interesante como suelen hacer estos dos artistas cuando se juntan.
-Pregunta: J. J. Benítez te sigo desde niño y ahora, aquí en la distancia. ¿Algún gobierno o alto cargo te ha facilitado información a tus investigaciones?
-Respuesta: El estamento militar conoce bastante bien lo que yo hago y me han facilitado mucha documentación. En 1976 recibí 12 expedientes sobre el fenómeno ovni.
-¿Y porqué a J. J. Benítez y no a otro investigador?
-La respuesta es sencilla, porque los he solicitado. Yo, sí lo hice de manera oficial.
-¿Quién es el Mayor?
-Un ex oficial de la Fuerza Aérea Norteamericana al que tuve la suerte de conocer hace ya bastantes años. Me llamó en una ocasión por teléfono, estando en México DF en la presentación de un libro ‘El enviado’, a raíz de una entrevista que me hicieron en Televisión sobre Jesús de Nazareth.
-¿Te mostró un proyecto ultrasecreto que la Nasa está estudiando o preparando para realizar en Jerusalén?
-No, no me enseñó nada. Me desplacé hasta el Yucatán pensando que era relacionado con el fenómeno ovni. Pero fue mucho después en otras entrevistas cuando me aportó la información que después plasmé en ‘Caballo de Troya’. Él con buen criterio me puso a prueba para ver si yo tenía verdadero interés por el personaje, por Jesús de Nazareth.
-¿Cuántas veces te reuniste con él?
-Una media docena de veces.
-¿Cuánto hay de verdad y de novela en la saga ‘Caballo de Troya’?
-De novela, poco. La realidad supera la ficción, y la información que yo consigo es suficientemente fantástica para que yo añada nada.
-Estuviste pasando de todo lo relacionado con Jesús teniendo en cuenta que estudió en la Universidad de Navarra y conviviendo en un entorno tradicional católico…
-Efectivamente pero tenía bastantes lagunas, contradicciones y otros temas relacionados con Jesús, con el Maestro que no los entendía hasta que en 1977 hice algunos reportajes sobre La Sábana Santa de Turín.
-Siempre has comentado que los sueños se cumplen si insistes…
-Sí, lo creo fervientemente, aquí o después de la muerte porque siempre he pensado que allí se cumplen los sueños no realizados en la tierra.
-¿Y soñó o deseó escribir sobre la figura de Jesús de Nazareth?
-Sí, después de la Sábana Santa, me quedé fascinado porque los descubrimientos sobre este tema fueron tan espectaculares que me hicieron soñar como un periodista habría contado la vida de Jesús.
-¿Un privilegiado o un enviado?
-Mucha gente piensa que yo me lo he imaginado todo, y siempre digo que si tuviera tanto talento hubiera sido un aspirante al Nobel de Literatura y no lo soy, por supuesto.
-¿Qué se quiso conseguir con este proyecto de Caballo de Troya, cuál fue el motivo de viajar a la época de Jesús?
-En los Caballos de Troya, la intención ha sido contar lo que sucedió, y con El Diario de Eliseo, la intencionalidad ha sido otra: tratar de conseguir muestras biológicas de Jesús que pudieran servir para clonar su figura.
J. J. Benítez en uno de sus encuentros con Becerra, en Los Barrios, en compañía de Ricardo Mediavilla, Eva Tozzi e Íñigo Diarte.
-En este último libro, ‘El Diario de Eliseo’, que por cierto, me está encantando, creo que hay un punto y a parte, porque es increíblemente perfecta. En alguna ocasión leí que estabas cenando con unos amigos, y varios militares norteamericanos que escuchaban la conversación, te preguntaron cómo podías saber todo acerca de la Máquina del Tiempo.
-Así es, y a mí me hablaron de este asunto otros militares sin saber que yo había escrito estos libros.
-¿Cuántas razas alienígenas pueden existir?
-Como poco, cientos de civilizaciones. Pensaba que eran buenas y bondadosas pero ya no estoy tan seguro. En uno de mis libros sobre el fenómeno ovni, hice un recuento de los casos de agresión por parte del fenómeno ovni y me salía un 52% de agresiones no justificadas.
-¿Pueden estar conviviendo con nosotros?
-Claro, los llamamos los ‘infiltrados’. Tienen la capacidad técnica de adaptarse a cualquier cuerpo humano y deslizarse en la sociedad, no sabemos con qué intención. No hay forma de distinguirlos del resto salvo que ocurra algo especial.
-¿En algún momento te han amenazado o advertido por tus investigaciones?
-Sí, en un momento temí por mi vida.
-¿Juan José Benítez sabe más de lo que publica?
-Publico todo lo que consigo e investigo.
-Una pregunta que me ha indicado el cineasta Ricardo Mediavilla que te comentara es si tienes un As debajo de la manga?
-Sí, es posible. Hay información que de momento considero que no debo hacerla pública. No sé si pasado el tiempo, lo haré.
-¿Usted ha visto esa máquina del tiempo?
-No, aunque no dudo que pueda ser cierto. Los militares apenas cuentan lo que están haciendo y es poco probable que un proyecto militar salga a la luz, ocurrió con el proyecto Apolo. No se dijo que en la luna se habían descubierto una serie de edificios en ruinas. Los norteamericanos fueron a comprobarlo y a destruirlo, fue un proyecto militar.
-¿Se comunica usted con Jesús de Nazareth? ¿Fue un Dios menor?
-Por encima de él hay otros dioses más importantes.
-Usted comentó que en la Vía Láctea, somos el último de la fila…
-Hay siete grandes superuniversos, nosotros somos prácticamente nada.
-El Jesús de Caballo de Troya es un hombre humilde, lleno de vida, me lo imagino dando palmaditas en la espalda, con una sabiduría inmensa, no terrestre… ¿Jesús de Nazareth, terrestre o extraterrestre?
-Jesús nació en Belén, un 21 de agosto, del año menos siete, a las doce del mediodía. Y no fue concebido por el Espíritu Santo, nació como un ser humano absolutamente normal. Esa falacia parte de un Papa en el siglo IV, que no estaba muy bien de la cabeza.
-¿Todos los nombres que cita en la saga de Caballo de Troya son ciertos?
-No he tenido que corregir nada porque la información en sí, es fantástica.
-¿Cuál sería el discípulo más querido por Jesús?
-Por lo que he investigado, no tenía preferencia por nadie, quería a todos por igual. Aunque en las Bodas de Caná, algunos discípulos optan por crearle una escolta para protegerle.
-La madre de Jesús, María, ¿pensó en algún momento que Jesús iba a tener otros objetivos?
-Cuando ya estaba embarazada, ella pensaba que era el Mesíah, el esperado por la religión judía, y que iba a llevar a este pueblo a lo más alto. No hay que olvidar que Judea estaba bajo la bota de Roma, y cuando Jesús comenzó la predicación, comentó a su madre que él no era el Mesías. María fue una mujer extraordinariamente inteligente pero equivocada.
-¿El legado de Jesús fue su resurrección?
-No, el legado está enterrado por la Iglesia. El objetivo principal del Maestro era decirle a la gente que estuviera esperanza y que después de la muerte, hay vida, y que todos somos hijos de Dios, pero ese mensaje no vendía porque para los judíos, en aquella época, era inconcebible la igualdad del hombre y la mujer, o entre el rico y el pobre.
-¿Vida después de la vida? ¿Crees 100% que habrá un estadio superior?
-Al 200%, creo que después de la muerte hay una vida física extraordinaria para la que no hay palabras, que no podemos definir y con una felicidad y una dicha que no es comprensible para nosotros.
-Podría estar hablando contigo días y días, te agradezco esta entrevista y tus experiencias. ¿De dónde sacas tanto tiempo para investigar?
-No tengo sábados ni domingos, ni fiestas de guardar. Dentro de unos días me voy a México sobre unas piedras grabadas en el Norte. Incluso cuando duermo, estoy pensando.
-¿Y con qué sueñas?
-Me gustaría soñar con Claudia Schiffer, pero no es posible (se ríe).
-¿Y quién es Blanca para tí, Juanjo?
-Ella es la que hace el trabajo sucio y sin ella no podría hacer absolutamente nada. Es la persona que me ha tomado de la mano y me está ayudando a cruzar la calle de la vida.