Fuente: A. Baena. Atlántico | Vigo. 12 de noviembre de 2020.
En el momento más crudo de la pandemia, los telediarios de todo el mundo se hicieron eco de un crucero, “Costa Deliziosa”, que daba la vuelta al mundo y no era admitido en ningún puerto por llevar enfermos. A bordo viajaba J.J. Benítez y su mujer Blanca. El escritor presentó para Atlántico la novela que surgió de la tragedia, “La gran catástrofe amarilla”. Con un tono fatigado y resignado, habla de su novela más íntima.
-Además de la pandemia en el libro comparte un drama personal, la enfermedad de su mujer. ¿Cómo se encuentra?
-Está resistiendo. Le diagnosticaron cáncer y ya lleva once sesiones de quimio.
-¿En qué se convirtió el que iba a ser un viaje de placer?
-La verdad es que fue una experiencia poco recomendable. Hay que tener los nervios muy templados, era fácil caer en la depresión.
-Sorprende que aún antes de que empezase todo, dedicaba mucho del tiempo de ocio a escribir.
-No sé divertirme, ni lo que son las vacaciones. Siempre acabo escribiendo.
-Las primeras noticias del coronavirus ya le pusieron en alerta porque asegura sabía algo.
-Tengo información y creo que se va a cumplir también la segunda parte. En 2011 levanté acta ante un notario de una gran catástrofe, el Gog que impactaría en la Tierra en 2027 y parece que ya se aproxima.
-¿Cree que el coronavirus también tiene un origen extraterrestre?
-Se fabricó en una base militar de Estados Unidos. No es la primera vez. Los muertos civiles de su país son para ellos daños colaterales.
-¿Llegará la vacuna a tiempo?
-Es la solución. Llegará a tiempo porque ellos ya tenían el antídoto.
-A comienzo del libro escribe que solo la imaginación se aproxima a la verdad. ¿Hay fantasía en lo que lo que dice?
-Solo cuando escribo del mar o cuando hago poesía; el resto, tanto los personajes como los temas de las conversaciones son reales.
-No se corta a la hora de opinar de sus compañeros. ¿No le importa lo que piensen?
-Es una cuestión que me planteó Blanca. Solo acepté cambiar algún nombre.
-Entre los temas que trata habla de la Reina Sofía, a la que le une una buena amistad. ¿Cómo esta llevando todo lo relativo al Rey emérito?
-No tengo contacto con ella, pero lo estará pasando mal porque es muy sensible. Iba a escribir un libro sobre ella, teníamos todo preparada, hasta la portada, pero cuando íbamos a entrevistar a su hermana Irene, que vivía en La India, la Zarzuela no dio permiso. Se paró.
-¿Y no quiere recuperarlo?
-Ya pasó el momento.
-También recupera los misterios que trató en su serie “Planeta encantado”. ¿Volvería a la tele?
-No. Esa etapa también pasó. Hice 13 documentales que están subidos a Youtube. No aceptaron más.
-¿Le molestan que le pregunten por sus investigaciones?
-Muchas veces me he sentido incómodo, pero soy educado y respondo siempre. Creo que la gente actúa de buena fe.
-¿Le queda algo por investigar?
-Muchas cosas, por ejemplo la Sábana Santa, cómo se produjo la radiación en el lino. Supongo que los enigmas se irán desvelando con el tiempo.