Fuente: EL PERIÓDICO. 1-XI-2008. EFE.
J.J. Benítez plasma sus reflexiones sobre los secretos y misterios de la vida en De la mano con Frasquito, su libro número 51, que publica en la editorial Granica, después de que Planeta, con la que llevaba trabajando 29 años, rechazara este texto, según explicó ayer, durante la presentación de este ensayo en Madrid.
Frasquito es el nombre ficticio de su nieto, que tiene ahora cuatro años, y quien le ha servido de pretexto para escribir este «libro especial», que encierra 101 reflexiones y con el que quiere «transmitir a la gente, en general, lo mucho o poco» que sabe de la vida. A sus 62 años, J. J. Benítez, autor de la saga Caballo de Troya, se sale del circuito editorial. Pese a que en un principio lo calificó de «irreverente, con lo sagrado, sobre todo», el escritor y periodista precisó que el texto contiene «conceptos no ortodoxos» porque «lo sagrado no es lo que nos cuentan».
«La vida es algo a lo que uno se asoma un tiempo, no venimos a ser buenos o malos», aseguró J.J. Benítez. «Es un libro que me hubiera gustado leer de joven», señaló, apuntando que hubiera sido positivo que le hubieran dicho que en la vida «no hay problema si te equivocas o te arrepientes de algo».
Eso sí, advirtió de que no es un libro dirigido a aquellos que se consideran felices. «Es un libro de utilidad en momentos malos, un libro misterioso que da igual por qué página lo abras, siempre tiene una respuesta», afirmó un autor que no se avergüenza por haber roto su relación con Planeta.
De la mano con Frasquito incluye máximas como «Morir es sólo un juego. Tras el simulacro de la muerte nos partiremos de la risa», «Los buenos recuerdos amortiguan la vida», «Dios no tiene dedos, pero utiliza tus sentimientos», «Vivir requiere voluntad, saber morir, sabiduría», «Dios es mujer» o «Soñar es tan necesario como respirar».
«La imaginación nos diferencia de los animales. Me gustaría que la gente, al leerlo, volara con su imaginación», prosiguió J.J. Benítez, cuyo libro podría ser su propia Biblia, si bien él no cree en ninguna religión (era católico pero se hizo apóstata). Según detalló el autor, que ha investigado el fenómeno de los OVNI durante muchos años, este libro podría ser de utilidad para los agnósticos. «Si es cierto lo que aquí se cuenta, los ateos se van a sentir desnudos, con todos mis respetos», puntualizó el escritor.
Como apuntes curiosos, J.J. Benítez destacó el «cuaderno de pactos y otras señales» que tiene con su Dios o con sus amigos. En el caso del número 101, señaló que suele aparecer y darle respuestas. Cuando nació su nieto, por ejemplo, el 101 estaba en las sábanas de la cama del hospital.
«Lo interpretamos como una señal de los cielos», dijo un hombre que tiene la teoría de que existen en el mundo los llamados kui, «criaturas que vienen de otro mundo y al nacer se convierten en hombre y mujer y no vuelven a encontrarse hasta después de la muerte».