En cierta ocasión me vi en la necesidad de llamar a los servicios de la compañía española Telefónica, con el fin de preguntar dónde se hallan depositados los directorios o guías telefónicas de España del años 1966.

Pues bien, éste fue el calvario al que me vi sometido:

Llamo al servicio de información de la referida compañía Telefónica. Explico mi petición y me dicen que me dirija al “1485”…

Sale una voz metálica que me da la bienvenida al centro de atención al cliente…

No me permite hablar.

Dice que pulse el 1.

Pulso el 1.

Responde la misma voz aclarando que “si no soy cliente de Movistar, por favor pulse el 2”…

Tampoco me deja hablar.

Pulso el 2.

Aparece una señorita que, tras escuchar mi súplica, me remite al número 1004.

Llamo al 1004.

“Gracias por llamar –dice alguien- le asesoramos para…”

Empiezo a mosquearme.

Insisto en mi petición. Sólo deseo saber si existen las guías telefónicas de 1966 y dónde puedo encontrarlas.

La señorita replica que la línea solicitada es para uso particular.

“Le atenderá un comercial…”

Desaparece de mi vida y, en su lugar, sale una música insufrible.

Así pasan tres minutos.

Estoy empezando a enfadarme…

Cuelgo y reinicio la operación de búsqueda de las malditas guías telefónicas de 1966.

“Marque el 1002…”

“Marque el 902-202202…”

“Marque el 11822…”

“Marque su número fijo…”

“No se preocupe –dice la enésima señorita de metal-, lo superaremos…”

Diez minutos después me remiten a la sede de Telefónica, en la calle Gran Vía, en Madrid, número 2 (teléfono 900-417131).

Vuelvo a explicar el problema y una señorita, muy amable, me dice: “Lo siento, no le ha tocado el televisor…”

Estallo: “¡Yo no quiero un televisor!”

Me remiten a otro departamento.

Aparece una voz, en francés, que me dice que mi teléfono no tiene tono…(!)

Me rindo.

Nunca más volveré a preguntar por las guías telefónicas de 1966.