Fuente: Archivo web jjbenitez.com (2011).
Publica ‘Caballo de Troya 9, Caná’, la última entrega de la saga sobre la vida de Jesús de Nazaret que comenzó hace 30 años
Juan José Benítez. Periodista, investigador y escritor.
Juan José Benítez corona su obra ‘Caballo de Troya’ con la novena y última entrega de la saga, titulada ‘Caná’. El periodista, investigador y escritor, que confiesa que ahora se dedica a «pensar», asegura que con este trabajo encontró a un dios que «me satisface».
-¿Qué hay en esta nueva entrega que no hay en las anteriores?
-Es la continuación de la vida pública de Jesús. Allí aparecen los prodigios, que es una cosa a la que le tenía muchas ganas, y que son más espectaculares que lo que cuentan los Evangelios. Aparece otra vez un Jesús muy cercano, con muchísimas tensiones familiares, porque la madre, los hermanos y los discípulos no entienden nada de nada. La elección de los discípulos creo que no es como lo cuentan y la muerte del Bautista fue más dramática de lo que han narrado.
MADRID.17-11-11. J. J. BENITEZ ESCRITOR. (FOTO: JOSE RAMON LADRA.)
-¿Ha sido el ‘Caballo’ más complicado de todos?
-Ha sido el más difícil, porque sabía que era la última entrega. He tratado de afinar mucho, aunque no sé si lo he conseguido.
-En pleno siglo XXI, ¿qué miedo hay en contar la verdad sobre la vida de Jesús de Nazaret?
-Yo no tengo miedo, pero a los muy conservadores de las religiones les molesta mucho, porque las religiones son negocios establecidos y montados y no les interesa que alguien venga a poner en duda lo que es su historia. Cuando apunto aquí varias veces que Jesús no quiso fundar ninguna iglesia, en el Vaticano no creo que se sientan muy cómodos. O cuando la imagen de María, la madre, aparece dibujada de otra manera, como una mujer muy inteligente, muy dura, que quiere una cosa y el hijo otra y al final se enfrentan. Es una imagen de María no tiene nada que ver con la tradición.
-¿Cómo es ese principio de la vida pública? ¿Cómo es Jesús?
-Hay varios pasajes en los que Jesús pasa de la política y cuando le quieren involucrar él se niega y responde: ‘Mi trabajo no es entrar en política ni en temas sociales, ni en temas económicos, porque para eso ya están otras personas’. Además, da un argumento muy interesante. Si él hubiera establecido unos parámetros económicos, políticos, etc. en aquel tiempo, a los 40 años hubieran cambiado. No creo que viniera a establecer reglas. Eso lo han hecho las religiones. La única regla, que no es regla, que establece creo que es refrescar la memoria de las personas. La gente estaba, y está, en una tremenda oscuridad, porque no saben qué hacen aquí o qué hacemos, y entonces dice ‘tú eres inmortal, desde que naces, desde que eres concebido, imaginado es la expresión, y eso quiere decir que tu alma nunca va a morir y por tanto todos los seres humanos sois hijos de un dios, sois hermanos’. Fin de mensaje.
-Siempre habla de Jesús de Nazaret y no de Jesucristo.
-Sí, porque Jesucristo o Cristo es una mala interpretación de la palabra mesías en griego. Él no lo fue nunca y peleó para que no lo consideraran un libertador político. Mesías en el sentido judío es el libertador político, social y religioso que iba a llevar a Israel a lo más alto y todos los demás trabajarían para él. El se cansó en decir que no era eso. Su madre era uno de los que lo pensaban.
-¿Hay numerología en los ‘Caballos’?
-Sí, extraordinaria. Cuando se produce el prodigio de Caná hay una vibración en las cántaras de agua que dan lugar a una secuencia de números. Aquí no se dice nada más. Conforme redactaba la historia, se me ocurrió mandársela a un profesor de cábala, sin decirle nada más. A las dos o tres semanas me contestó y me dijo que esos números eran notas musicales. Y esa es la música que aparece en la cabecera de mi página web. Es como un río de vida, es como el agua que habla. De hecho el agua vibra y produce esa secuencia numérica. Cuando se lea un número en los ‘Caballos’, ¡atención!, hay una lectura subterránea.
El Padre Azul
-¿Con ‘Caballo de Troya’ ha encontrado a Dios?
-Encontré a un Dios que me satisface. Al número uno. Es un buen Dios, el Padre Azul, Abba, como le llaman en el libro. Es muy distinto. A él acudo con mucha más frecuencia que a Jesús de Nazaret. Es curioso, porque al final sufres una transformación. Jesús de Nazaret es súperimportante pero al final te lleva a otra cosa, que es el Padre.
-Y los lectores llegan a ese Dios con los ‘Caballos’.
-Sí, y me lo han dicho muchísimas personas. Yo he cambiado la perspectiva de mi vida. Ahora sé que existe un Dios bondadoso y ese tipo de cosas son las que a mí me satisfacen.
-¿Es un Dios de vida o de muerte?
-Calculo que en el Antiguo Testamento hubo más de un millón de muertos, lo que se dice pronto, con Yahvé a la cabeza. En este ‘Caballo’ hay alguien que pregunta a Jesús algo parecido y contesta: ‘Eran otros tiempos, había otras circunstancias’.
-¿Por qué el final del libro tiene las páginas pegadas?
-Se me ocurrió por una razón muy simple. Al ser la última entrega de ‘Caballo de Troya’ mucha gente iba a ir al final directamente. Y pensé ¿cómo sostener un poco más la magia del libro? Cerrándolo. Que luego lo abrirán si quieren. Si abres y lees el final le quitas la magia.
-¿Es verdad que Spielberg se ha interesado por los ‘Caballos’?
-Hace muchísimos años hubo un contacto. Él me dijo que cuando estuviera en inglés hablábamos. Ahora que ya está terminada la obra voy a intentar hacer alguna gestión para llevarla al cine.