Fuente: periodistadigital 20-III-2014.
El escritor J. J. Benítez recibe en el Hotel de Las Letras a Periodista Digital para hablar de su nuevo libro ‘Estoy bien’, que es otra vuelta de tuerca en la producción literaria del autor navarro. Veamos algunos pensamientos de Juanjo Benítez sobre el delicado asunto de los «resucitados», como llama él a los muertos que han vuelto.
El más allá nunca estuvo tan cerca. «Si una sola de estas experiencias fuera cierta (lo son todas), el más allá sería real», dice J. J. Benítez.
Las investigaciones para ‘Estoy bien’ fueron iniciadas por J. J. Benítez en 1968, mucho antes de sus pesquisas sobre el fenómeno ovni.
En ‘Estoy bien’ ha seleccionado 160 casos; una muestra representativa del fenómeno de la vida después de la muerte (estadísticamente hablando).
Los testigos cuentan sus experiencias con familiares y amigos que se encuentran muertos y enterrados. Todos ellos cuentan lo mismo: están vivos y están bien.
Estoy bien rebaja el miedo a la muerte; ese es el objetivo del nuevo libro de Juanjo Benítez.
‹»Es el nacimiento lo que constituye el sueño y el olvido, pues el alma, al nacer en un cuerpo, pasa de un estado de gran conciencia a otro mucho menos consciente y olvida las verdades que sabía en su estado anterior… Por tanto, la muerte es despertar y recuerdo». Platón ›
Si hay una palabra que puede definir la sensación que J. J. Benítez transmite con ‘Estoy bien’ esa es esperanza. Y ese era su objetivo: transmitir que la vida continúa tras la muerte y que al otro lado hay luz. Pero no lo hace usando palabras propias y creencias personales, sino a través de los 160 casos que muestra en este libro, protagonizados por personas de carne y hueso -algún día no… o quizá sí, al menos eso transmiten algunos de sus interlocutores sobre lo que hay tras la muerte: «en ese nuevo mundo hay vida física», dice el autor- a quienes ha conocido y entrevistado en sus permanentes viajes, a lo largo de los cuales ha dado la vuelta al mundo más de cien veces.
Nadie esperaba este libro. Cuando presentó su anterior trabajo, El día del relámpago, que no era si no el broche de oro a la mítica saga Caballo de Troya, una obra que estuvo varios años al frente de la lista de los más vendidos, anticipó que su siguiente trabajo lo dedicaría a la muerte (o a la vida, habría que decir) y a las experiencias que llevaba investigando desde 1968.
A lo largo y ancho del mundo había conocido y entrevistado a personas, que bien en sueños, bien plenamente conscientes habían visto el otro lado o a quienes están ahí. La vida de cada uno de ellos cambió radicalmente tras su experiencia. Muy pocos sabían que había estado trabajando en ese asunto desde hacía tanto tiempo. Se creía que era de los pocos temas a los que no se había acercado.
Todo comenzó cuando trabajaba en el periódico Heraldo de Aragón, en Zaragoza. Aún faltaban unos cuantos años para que empezara a estudiar sucesos extraños y publicara sus primeros libros, pero ya se adivinaban los sellos identificativos de su trabajo. Levantaba todas las piedras que hiciera falta si con ello conseguía un dato; y es que era capaz de remover medio mundo con tal de conseguir algo que contrastara la información que tenía en sus manos. Benítez siempre fue así, hasta que dejó en 1979 el periodismo de redacción y desde entonces, cuando empezó a escribir libros-reportaje.
«Fue aparentemente por casualidad. No supe por qué lo hacía. Supongo que me llamó la atención. Ahora sé por qué he trabajado en ello durante cuarenta y seis años, y en silencio. Nada es casual», asegura.
Esa casualidad provocó que conociera en la capital del Ebro a Miguel París, un mítico periodista que durante la Segunda Guerra Mundial había formado parte de la División Azul y servido en Novgorod, Rusia, en donde observó a un soldado español caminando por la nieve. Lo vio y habló con él con total naturalidad… más de dos meses después de que hubiera fallecido en el campo de batalla. El testigo no sabía que su compañero, militar y amigo Francisco Bacaicoa de Marcos, había caído en el campo de batalla, hasta que posteriormente sus compañeros se lo contaron antes sus propia incredulidad… ¡Había visto a una persona que llevaba tiempo muerta! Imposible, pero cierto.
Lo más inquietante es que aquel aparecido ayudó a Miguel París a salvar su vida en mitad de la ventisca siberiana y de las bombas rusas, ya que le indicó el camino a seguir para reunirse con sus compañeros y ser atendido de las heridas que sufrió en un ataque enemigo. «Tira por aquí», le indicó. «Yo continúo», remató, y después, aquel viejo amigo que conocía de anteriores batallas, prosiguió su camino en mitad de la nieve.
La visión de aquel fallecido le marcó profundamente y se la transmitió a J.J. Benítez en una de aquellas maratonianas jornadas periodísticas tan propios de aquellos tiempos.
Posteriormente, el mundialmente conocido autor de la saga Caballo de Troya buscó expedientes, certificados e información para demostrar que cuando su compañero había visto a aquel soldado, el aparecido había fallecido tiempo atrás. La imborrable impronta reporteril de J.J. Benítez le llevo a buscar hasta el último detalle de aquella historia que ve la luz… ¡46 años después!
Durante todo este tiempo, fiel a su estilo, J. J. Benítez ha seguido las huellas de todas aquellas personas que tuvieron una experiencia similar a aquella. Los ha entrevistado en España, Estados Unidos, Cuba, México, Venezuela, Argentina.
Los lectores disfrutarán de un libro en el que aparece de nuevo la figura del investigador que muestra al lector las fotografías de los testigos, los documentos que avalan sus experiencias y las anotaciones de su cuaderno de campo. En esta obra el lector encontrará cientos de fotografías e ilustraciones. Es una obra que disfrutarán aquellos que lo hacen con sus trabajos de investigación como los que aman sus textos más reflexivos e íntimos.
Es como si en Estoy bien se condensaran los 56 libros que ha publicado anteriormente, pero sobre todo hablan ellos, los protagonistas de lo insólito, los afortunados que vivieron sus experiencias y se las narraron.
No es casualidad que el autor recuerde aquella afirmación de Isaac Newton: «Las cosas no necesitan ser explicadas. Se requiere, tan sólo, que sean verdaderas». Y los testigos que hablan en este libro no engañan.
«Estoy bien», es la frase más repetida a lo largo de este libro, puesto que eso es lo que transmiten los entrevistados por J. J. Benítez a propósito de lo que transmiten los fallecidos que se les aparecen.
Nos hace ver que la muerte es un tránsito a otra vida, que volvemos a ver a nuestros seres queridos, que nos encontramos de nuevo con ellos, que el cielo es real, aunque no sea como nos han trasmitido las religiones y sus doctores, que nuevamente serán los grandes ofendidos por este trabajo.
TITULARES:
‹ «Es un libro dedicado exclusivamente a personas que dicen haber hablado y/o contactado con amigos y familiares muertos. No son experiencias cercanas a la muerte, son experiencias de personas que han fallecido y se presentan antes personas para comunicarles algo o sencillamente se dejan ver». ›
‹ «Ha habido casos en que personas te cuentan algo y resultan historias tan surrealistas que dudas, pero tengo mis técnicas para darme cuenta si son ciertas o no» . ›
‹ «Estas experiencias se dan en todo tipo de personas y de muchas clases sociales. He hecho una selección por países. Hay científicos, hay médicos, hay periodistas, hay amas de casas, hay campesinos, hay militares, hay diversas representaciones. Unos con muchas formación académica, otros con ninguna». ›
‹ «Las cosas no tienen que ser demostradas, tienen que ser verdaderas y lo mejor de estos relatos es que son auténticos». ›
‹ «Cuando uno termina de leer ‘Estoy bien’, a lo mejor deja de tenerle miedo a la muerte» ›
‹ «La muerte es un mecanismo natural, de una gran sabiduría por parte del quien lo ha inventado, en él que uno pasa de un lugar a otro y en cual que se sigue la aventura». ›
‹ «Yo deduzco que en ese otro mundo uno sigue trabajando en lo que le gusta, si aquí te gusta algo, posiblemente en el otro lado harás eso». ›
‹ «Yo creo que en cielo hay censura porque está prohibido volver y, por tanto, alguien está dictaminando que el que entre allí no regrese salvo que sea autorizado». ›
‹ «Creo que en lo cielos tampoco hay democracia ni religión, como mucho la religión del arte». ›
‹ «Uno de los testigos ha dicho que Dios es azul y no había manera de sacarlo de allí». ›
J. J. Benítez nació en Pamplona (España) (1946), aunque vive en el sur (Barbate). A sus sesenta y seis años se dedica, fundamentalmente, a pensar. De vez en cuando escribe. Sigue investigando, pero en silencio. Cree saber quién es y por qué está en el mundo. «Lo demás -dice- no importa.»
Se dedicó al periodismo hasta 1979. Después saltó al mundo de la investigación de los grandes enigmas. Ha dado más de cien veces la vuelta al mundo. Fruto de esos años de investigación son 56 libros, miles de artículos, documentales en televisión y cientos de conferencias.
Hoy está prácticamente retirado. Se dedica a pensar (la revolución pendiente, según él). De vez en cuando escribe.
Sabe que vivirá después de la muerte. Y para eso se prepara en la actualidad.