Fuente: Faro de Vigo 23/X/2019.

J.J. Benítez se ha instalado en el trono de los superventas. «Caballo de Troya» le ayudó en el ascenso pero también sembró dudas sobre el relato, transcripción y defensa de este libro en el que se viaja a los tiempos de Jesús para descubrir que lo que predicaba no coincide mucho con lo que nos enseñaron en catequesis. Ahora, el autor -que estuvo ayer en Compostela- regresa a la época del Maestro con un halo azul en «El diario de Eliseo» (Planeta). El segundo piloto de aquella nave que viajó a Palestina para conocer a Jesús se confiesa.

– ¿Qué motivó este libro?

-Es una información que yo recibo y voy dosificiando a partir del año 1984 según las aventuras de esta gente en la época de Jesús, la narración de cómo van sucediendo las cosas en su vida pública. Con «El diario de Eliseo», lo que hago es cerrar esa vida pública.

– Hay gente que duda de la verdad de la historia, ¿le parece mal?

-No, me parece normal. Claro, estás planteando una vida pública de predicación en Nazaret que no tiene nada que ver con lo que nos han vendido las religiones. Entiendo que perfectamente, las religiones se burlen de este tema, que digan que no es cierto? Lo entiendo porque va contra su negocio.

J.J. Benítez, ayer en Santiago. (Foto: Xoán Álvarez.)

– En la obra, cuando habla Jesús, defiende el divorcio. ¿Por qué cree que se tergiversa la historia?

-Por intereses, por un lado, de control, de poder. La Iglesia ha intervenido desde hace muchísimo tiempo en algo en lo que no tenía que intervenir. Jesús de Nazaret explica que, sencillamente, el matrimonio nunca ha sido sagrado. Ha sido con el paso de los siglos cuando la religión le ha dado un carácter sagrado cuando no es lo suyo, ni es esencial ni tiene sentido.

– «El alma es tu personalidad», dice Jesús en su libro.

-Lo que yo entiendo que quiere decir Jesús cuando habla de este asunto es que el alma es el yo, es lo que perdura, es inmortal. Es como un cáliz que se va llenando con las experiencias que vas acumulando en este mundo, en esta vida.

– ¿Usted cree que Jesús interesa a los más jóvenes?

-Creo que hay un interés creciente en la gente joven, sobre todo, entre la que piensa un poquito. En 35 años, se siguen editando estos libros, es una prueba. Ya no sé cuántos millones de ejemplares se llevan vendidos. Más de siete millones. ¿Qué significa? Que hay un interés creciente.

– En los días actuales, ¿considera que somos cada vez menos conscientes de que para saborear la felicidad hay que pasar dolor?

-El dolor es uno de los problemas normales que tiene la vida humana. De la misma manera, hay momentos de felicidad pero no la felicidad en sí misma porque esto último no existe en esta Tierra. El dolor es lo mismo. Es conatural con la vida humana.

– ¿Cree que nos educaron y estamos educando en la audacia?

-Estamos muy mal educados, para empezar. La religión ha tenido mucho que ver, por lo menos, entre la gente de mi generación. Eso significa mentira tras mentira. Lo que pido en mis libros y entrevistas es que la gente piense por sí misma. A partir de ahí, será cuando empezarás a ser tú.

– Pero, es difícil.

-No es difícil, es muy difícil. ¿Por qué? Porque el mundo está organizado de manera equivocada. Se pretende la felicidad al instante, el consumo total y una serie de parámetros que son falsos.

– ¿Qué opina de la clonación humana que cita en su obra?

-Creo que se lleva haciendo desde hace tiempo. Como experimento genético, habría que ponerle límites. Podría haber abusos. Operación Caballo de Troya se inicia para lograr muestras biológicas de Jesús e intentar clonarlo.