J. J. Benítez.
“La estrella de los Reyes Magos es una nave guiada por una civilización no humana”

En la imagen destacada: El escritor navarro regresa con la duodécima entrega de su mítico ‘Caballo de Troya’ y avisa que hay más historias no contadas sobre Jesús. (Foto: Kike Rincón / Europa Press. 07/11/2022.)

Fuente: Crónica Global | 9/I/2023 | Joan Colás.

Hablar de J.J. Benítez es hablar de una clásico de los bestsellers españoles. Hereje para muchos, mentiroso para otros, un escritor que revela la verdad para otros tantos… Hay opiniones para todos los gustos. Tantos o más que sus Caballos de Troya.

Esta mítica saga ha llegado a su duodécimo tomo que en realidad es una extensión del noveno, pero que por motivos editoriales no pudo salir. Al memos, eso es lo que asegura su autor. Bueno, o transcribidor, como él mismo se autodenomina.

¿Creador?

El navarro mantiene que esta historia jamás contada de la vida de Jesús de Nazaret en las que se entrecruzan extraterrestres, brujas y seres de otros mundos no es suya. “Yo no tengo tanta imaginación”, asegura a este periodista en su visita a Barcelona.

Intrigado por tanto detalle, nueva versión de la historia y las razones por las que no se habla de ellas si tan reales son, Crónica Global entrevista al escritor para saber más.

–Pregunta: Una vez más vuelve sobre la historia de Jesucristo y los datos que aporta dejan a uno estupefacto. Una de ellas es la relación de las marcas de Jesucristo con un ritual de vudú que supuestamente le hicieron.

–Respuesta: Efectivamente es una historia que nunca se ha contado en los evangelios canónicos. Yo entiendo que es “normal”, porque los que ahora entendemos por beduinos tenían la llamada ley de la sangre que da derecho al familiar de un asesinado a perseguir al que los mata. Así que cuando Herodes ordena la matanza de los inocentes, hay un familiar de uno de los niños muertos que jura venganza y da lugar a este tipo de situaciones.

J. J. Benítez.

(Foto: Kike Rincón / Europa Press. 07/11/2022.)

–Antes de eso. Ya destroza el mito de la estrella que siguen los Reyes Magos que, asegura, no son tres. ¿Era un ovni?

–Yo entiendo que era una nave pilotada inteligentemente. Si haces un estudio, por eliminación, no podía ser una alineación planetaria como decía Keppler porque dura dos o tres días y ese viaje duró dos o tres meses. Tampoco podía ser una estrella porque viajaban de día. ¿Qué es, entonces? Pues lógicamente un objeto no identificado, yo interpreto que puede ser una nave guiada por una civilización no humana.

–Como tampoco lo son Adán y Eva, según el libro.

–Sí eso parece que es otro cuento chino de la religión. En la vida de un planeta o de un mundo, hay momentos en que sus seres deben elevarse espiritual y físicamente. Allí entra en juego la Orden de los Adanes y de las Evas, que son seres no humanos que vienen aquí con una finalidad de ascensión de las razas humanas. Según se cuenta allí, la ley cósmica establece que ese Adán y esa Eva deben tener hijos entre ellos y estos luego se mezclarían después con los naturales, pero alguien le come el coco a Eva y se mezcla con un humano. Ese fue, por lo visto, el error.

–Por tanto, ¿podemos decir que la raza humana está mezclada con seres de otros lugares?

–Si eso es verdad, sí.

–¿O sea pone en duda la propia historia de Caballo de Troya o es lo verdadero?

— La información de Caballo de Troya es mucho más verosímil que la que nos ha contado la religión, en todos los sentidos. Tanto sobre Adán y Eva, la vida de Jesús y tantas otras cosas. La Iglesia se ha inventado infinidad de asuntos que no tienen ni pies ni cabeza. Yo lo de la serpiente y la manzana no me lo puedo creer. Los judíos, cuando estuvieron en el destierro, en Mesopotamia, copiaron de otras civilizaciones: el diluvio, la creación del ser humano…

J. J. Benítez.

(Foto: Kike Rincón / Europa Press. 07/11/2022.)

–¿Y por qué dura tanto esta invención?

–Porque hay gente que cree en la religión, sea la que sea, y no se preocupa de investigar si eso fue así o no. No se preocupan de saber si los judíos copiaron de los babilónicos y los egipcios. Lo aceptan, está allí, pero no tiene sentido.

–Pero usted sí cree en estas otras cosas. Por ejemplo, ese rayo azul que aparece en las novelas y que no se puede explicar, ¿qué es?

–Es una información que se repite mucho en los caballos. Cada vez que hay un prodigio o un milagro se ve una luminosidad azul. Partiendo de la base de que Jesús de Nazaret era un Dios, como viene en los Caballo de Troya, no me cuesta pensar que algunos de los prodigios de él son obra de la divinidad. Se menciona allí la mezcla de olores o la visión de una luz azul…

–O sea que cree en Jesús, a pesar de haber ser tachado de hereje por la Iglesia. ¿Le duelen esos calificativos?

–Ya no, sólo al principio. En el 84, cuando se publica el primer Caballo tuvo fuertes ataques por parte de la Iglesia. Tratabas de discutir y analizar con ellos, pero ahora ya no me importa.

–¿Sigue recibiendo esas críticas?

–No, que yo sepa, pero ya no.

–Pues vayamos a la nueva obra, en la que hay un personaje Luzbel que resuena en la actualidad por su nacionalismo. ¿Qué función tiene este ser en la historia?

–La rebelión de Luzbel, que ocurrió hace 200.000 años, encierra una tendencia de él y de los que le secundan, que no son muchos –entre ellos Satanás, Belcebú y príncipes creados en la perfección– lo que pretenden es la independencia. Son los primeros nacionalistas del universo conocido. Ese nacionalismo fracasó, como fracasan todos los nacionalismos, porque sólo traen polémica, separación y sufrimiento.

–¿Sería la otra cara de Jesús?

–Jesús no vino a crear una rebelión, sino a algo mucho más importante: decirle a la gente que tuviera esperanza, que después de la muerte hay vida. Ese es el mensaje fundamental de Jesús, no hay otro. Lo que dice la Iglesia de que vino a redimir es falso: yo no tengo la culpa de lo que hizo mi abuelo. Y venir a redimir me parece ridículo, absurdo… La iglesia enterró el mensaje principal, el de la esperanza.

J. J. Benítez.

El escritor J.J. Benítez posa durante una entrevista con Europa Press por el doceavo volumen de su obra ‘Caballo de Troya 12. Belén’ en el Hotel Gallery, a 7 de noviembre de 2022, en Barcelona, Catalunya (España). El libro se presenta como si fuera el testimonio de un oficial estadounidense que participa en un proyecto secreto. Dicha misión consiste en un viaje en el tiempo para conocer algunos de los momentos considerados importantes en el pasado de la Humanidad, entre ellos la época de Jesús de Nazaret. (Foto: Kike Rincón / Europa Press. 07/11/2022.)

–¿Por qué lo hace?

–Porque cuando muere Jesús el 7 de abril del año 30, Pedro y los discípulos, que vivían en Israel, se reúnen en Jerusalén y se dan cuenta de que el verdadero mensaje de Jesús no vende. No vende entre los judíos. Jesús viene a traer esperanza y a decirle al mundo que hay un Dios, que somos inmortales y que todos somos iguales. Eso no interesa a los judíos. No interesa decir que hombre y mujer, esclavo y hombre libre, el rico y el pobre son iguales. Así que Pedro y su gente se refugian en otra cosa y crean una religión en torno a la figura de Jesús de Nazaret. Eso prospera.

–Una religión en torno a un Jesús paralelo, ¿no?

–Crean una religión falsa. Entierran el mensaje de la esperanza. No lo cuentan ni los evangelios. Y cuatro apóstoles –Bartolomé, que murió en la India; Simón el Celota, que se internó en África llevando el verdadero mensaje de la esperanza; Felipe y el cuarto no me acuerdo– se niegan a seguir ese asunto y se van. Es el primer cisma dentro del colegio apostólico. Eso tampoco se menciona.

–¿Y todo eso usted lo recibe? Sabe que hay gente que no cree que sea así, ¿no? Creen que es fruto de su imaginación.

–Yo no soy capaz de crear 7.044 páginas sobre la vida de Jesús. Si eso fuera verdad, yo sería un genio.

–Pero cuando usted lo recibe, ¿qué piensa?

–Yo leo las primeras informaciones, luego vienen más. Y me quedé muy sorprendido porque no tenía nada que ver con lo que yo había estudiado, ni lo que cuenta la Iglesia, la religión. Conforme pasó el tiempo, yo fui madurando, reflexionando y tratando de investigar hasta donde yo podía lo que aparece. Comprobé que la información era correcta y, a partir de allí, yo me encuentro con un cambio en la brújula de la mente. Empiezo a ver las cosas de otra manera.

–¿Se debe tener predisposición para creer?

–Yo soy periodista y lo primero que uno debe hacer es leer esa información y luego tomar las decisiones que consideres oportunas. Pero primero uno se ha de informar y preguntarse ¿esto es más lógico, más interesante, más bello de lo que yo he estudiado en la Biblia? Y a partir de allí tomar tus propias decisiones.

–¿Y cómo decide relatar todo esto en libros?

–Ya estaba así. Yo solamente transcribo. Yo por eso repito que tengo poco que ver con los Caballos.

–Pero está su sello y los publica en varios números. ¿Por qué?

–Una de las normas que me estableció el mayor de la fuerza aérea norteamericana es que después de la publicación del 1, tenía que respetar unos años de silencio hasta publicar el 2. Y así sucesivamente. Yo podría haberlos publicado seguidos, pero lo he hecho en 38 años porque es lo que se estableció.

–Y queremos saber si hay más.

–No. Hay una información que no forma parte de los Caballos, que se llama Rayo negro, que es una información de Jesús antes de su vida pública, años en los que viaja, no predica, conoce gente… Son dos años y pico muy interesantes.

–¿Y verá la luz?

–No lo sé.

–Y tras todos estos libros publicados, más los suyos propios no se habla de esta supuesta vida extraterrestre de forma abierta. ¿Por qué cree que pasa?

–Porque los que saben de este asunto, que son los militares, no han abierto sus archivos o no lo han hecho de verdad. Si lo hubieran hecho, habrían sacado la nave que se estrelló en 1947 en Roswell, en un desierto de Nuevo México (Estados Unidos). La opinión publica sabría entonces de la nave y de las criaturas que iban dentro. Y no lo han hecho porque no les interesa.

J. J. Benítez.

(Foto: Kike Rincón / Europa Press. 07/11/2022.)

–¿Por qué no? ¿Por qué razones?

–Varias. Primero, tendrían que reconocer que hay otras civilizaciones superiores y que los militares violan los espacios aéreos constantemente, o sea, que no defenderían a nadie. Eso podría hacer que el contribuyente se preguntara por qué les pagamos el sueldo. Por otro lado, si reconocieran que somos visitados por muchísimas civilizaciones que no son humanas habría que revisarlo todo en la sociedad humana: los sistemas políticos, educativos, religiosos, económicos… y terminaríamos peleándonos.

–¿Y esas civilizaciones nos podrían ayudar de alguna manera?

–No creo. Yo entiendo que incluso está prohibido. Ellos no pueden descender en un mundo con una civilización inferior. Nosotros ya lo hicimos en el pasado y fuimos a conquistar América, a la India, África y terminamos con muchas civilizaciones que había allí. Ellos podrían defender oficial y públicamente, pero absorberían a la raza humana. Por tanto, no es aconsejable.

–Claro, pero según usted, ya Adán y Eva no eran humanos y vinieron aquí y Jesús está a medio camino.

–Jesús nació humano, en Belén, y en un momento de su vida, a los 31 años, él recupera su divinidad. Un proceso que no entiendo, pero lo acepto, porque el resultado son los prodigios: cuando sana y cura es porque tiene el poder para hacerlo. Algo que sólo podría hacer un dios.

–¿Pero esa divinidad también es extraplanetaria y está al corriente de esas otras vidas?

–Yo creo que Jesús de Nazaret es el Dios creador de nuestra galaxia y todas las civilizaciones que pueda haber en ella están bajo su control.

–¿Y los podremos descubrir algún día?

–Supongo que sí, pero la raza humana debería estar a otro nivel distinto. En estos momentos, si hubiera un contacto público u oficial tendríamos muchos problemas.

J.J. Benítez

J.J. Benítez

Cuestione con J.J. Benítez los grandes misterios y los temas insólitos que el hombre se planteó en el pasado y de los que aún hoy busca una respuesta. Rompa las barreras de lo desconocido y disfrute de la mano de J.J. Benítez y sus sorprendentes descubrimientos. Venga con nosotros y viva a través de sus obras y documentales de TV, la hechizante aventura del saber.

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