“Calar Alto Número 1” se aleja de nosotros a 4.000 kilómetros por segundo (Foto: J.J. Benítez.)
Aquella vez, cuando me acerqué a la cúpula del telescopio “Schmidt”, sonaba la música de Händel.
Fue un espectáculo doblemente maravilloso.
Me hallaba en Calar Alto, en Almería (España), en el Observatorio Astronómico Hispano Alemán.
Kurt Birkle, el astrónomo con el que me había citado., era un amante de las estrellas y de la música clásica.
Kurt y su equipo acababan de descubrir una galaxia. La primera galaxia con nombre español: “Calar Alto Número 1”.
Y charlamos largamente.
Kurt Birkle con Juanjo Benítez y Mariano Almendros.
Birkle me impresionó por su sabiduría y sencillez.
Y hablamos de ovnis, claro está.
Y el astrónomo replicó:
–¿Y por qué no van a existir?. Ahí arriba hay más tráfico que aquí abajo…
–¿Qué le preguntaría a un extraterrestre?
El profesor meditó y, ante mi sorpresa, respondió:
–Le preguntaría, por ejemplo, el valor real del número “pi”.
–Pero, ¿por qué precisamente el número “pi”?
–Porque si la respuesta es positiva, si lo conocen, es que verdaderamente se trata de seres inteligentes…
“Pi”, como es sabido, no tiene fin (de momento). Hasta el día de hoy, las computadoras han sacado a la luz un total de 1.240 mil millones de decimales.
Calar Alto consta de tres telescopios de 1,2 metros, 2,2 y 3,5 y una cámara Schmidt. (Foto: J.J. Benítez.)
Kurt Birkle, señalando la galaxia descubierta desde Almería. (Foto: J.J. Benítez.)