Fuente: elplural.com 30/10/2022.
El escritor y periodista JJ Benítez publica ‘Caballo de Troya 12. Belén’, el libro que pone punto y final a su saga superventas sobre la vida de Jesús de Nazaret
JJ. Benítez ha puesto punto y final a una de las sagas más vendidas de la historia, Caballo de Troya, donde narra una versión revisada de la vida de Jesús de Nazaret según dos testigos directos de lo más sorprendente: el mayor Jasón y Eliseo, los pilotos de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos (USAF) que formaron parte de un proyecto secreto para viajar en el tiempo.
Este último tomo ‘Caballo de Troya 12. Belén’ (Planeta), se inicia justo después de que el nazareno entrara en el templo de Jerusalén por segunda vez y acusara de corruptos a los sacerdotes.
El sanedrín (consejo de sabios presidido por el sumo sacerdote) ordenó la caza y captura de este hombre-dios a quien el autor nos define como “el gran extraterrestre”.
¿Es ciencia ficción? ¿Historia novelada? Le trasladamos la pregunta a JJ. Benítez que responde sin dudar un segundo: “Es magia”, una magia a la que define como “hija de la ciencia”. “Lo que pasa es que las mentes ortodoxas desligan las dos, los dos aspectos. La ciencia del futuro a nosotros nos parecería más magia. De la misma manera que para Napoleón una cámara de vídeo sería magia”, aclara.
JJ. Benítez ha cumplido 76 años y ha dedicado prácticamente toda su vida adulta a investigar el fenómeno OVNI y todo tipo de sucesos paranormales.
Sostiene que “todas las religiones monoteístas tienen un origen en el fenómeno OVNI o entre los dioses, entre comillas, que en realidad no son más que civilizaciones no humanas que en un momento determinado descienden aquí y enseñan la religión, la normativa social, etc.”.
Defiende que todo lo que publica es fruto de una investigación periodística y que, en el caso de los caballos, él no es más que “el señor que ha llevado el paquete de aquí a aquí”. Esta es la entrevista completa.
PREGUNTA.- Este caballo de Troya es ya el número 12, ¿cierra por completo la saga?
RESPUESTA.- Espero que sí. Este caballo sería el número 12, aunque pertenece a las páginas que se sacaron en su día del Caballo 9. Es decir, el último sería ‘El diario de Eliseo’.
P.- ¿O sea que no nos encontraremos en ningún caso con un número 13?
R.- Hay un número 13, pero no pertenece a la vida pública de Jesús. Es una narración de los años anteriores a la vida de predicación. Pero no estoy seguro si se va a publicar.
P.- ¿Por qué?
R.- La intuición, no lo sé. Espero que sí, porque es un libro muy interesante donde se ve el pensamiento de Jesús, un poco antes de empezar la vida pública.
P.- ¿Habla también de su vida privada?
R.- Es una serie de viajes que él inicia dos, tres años antes de la vida de predicación. Él quiere conocer una serie de lugares, el Mediterráneo, sobre todo, y se embarca en dos viajes muy interesantes, donde no hay prodigios, no hay milagros, no hay predicación, simplemente lo utiliza como una especie de inspección de sus propias criaturas.
P.- ¿Con quién va en ese viaje y con qué tipo de personas se relaciona? ¿Cómo era su vida antes de convertirse en personaje público?
R.- Se embarca con un padre y un hijo hindúes que navegan para hacer negocios desde Egipto, Alejandría, pasan a Sicilia, Italia, Atenas, Oriente y entonces van sucediéndole cosas.
P.- ¿Y ese tipo de cosas serían, por ejemplo, escandalosas para la Iglesia Católica?
R.- No, en realidad lo que él hace es inspeccionar cómo son los seres humanos, lo que resulta un poco extraño, porque él es el dios creador de esas criaturas.
Pero aún así, establece unos parámetros de conocimiento de las culturas, de las religiones, de las sociedades, de las ciudades… Y claro, en todo ese viaje larguísimo le pasan muchas cosas.
P.-¿Quién era realmente Jesús? ¿Un ser humano con altas capacidades, un extraterrestre, un ser divino?
R.- Yo pienso por la información que he podido recibir, que tenía una naturaleza humana. Él nace en Belén y en un momento determinado de su vida, cuando parece ser que cumple 31 años,recupera la divinidad, que es algo muy difícil de comprender, por lo menos para mí.
En una persona, en un hombre o una mujer tú contemplas la naturaleza humana de esa persona y lo entiendes, pero que en la misma persona aparezca una naturaleza divina, ahí me pierdo.
Es posiblemente lo que ocurrió y a partir de ese momento, cuando él recupera su ‘divinidad’, entre comillas, empieza a actuar en la vida pública y empieza a hacer prodigios.
Eso sí explicaría los milagros. Si hay una naturaleza divina y un dios encapsulado en la mente humana que, repito, no lo entiendo, sí puedes darle la vista a un ciego de nacimiento.
P.- En alguna ocasión has hablado de que las religiones y los dioses como fruto de civilizaciones extraterrestres, mucho más avanzadas que la nuestra, la civilización humana.
R.- Eso creo y cada vez con más fuerza. Todas las religiones monoteístas, todas las que yo conozco, tienen un origen en el fenómeno OVNI o entre los ‘dioses’, entre comillas, que en realidad no son más que civilizaciones no humanas que en un momento determinado descienden aquí y enseñan la religión, la normativa social, etc.
Entonces Jesús desde ese punto de vista es el gran extraterrestre, es decir, no desde el punto de vista humano, sí desde el punto de vista de su verdadero origen, que no es humano.
P.- Este nuevo caballo de Troya, el número 12, se lo dedicas a José Manuel Lara Bosch y dices textualmente: ‘A José Manuel Lara Bosch que fue mi editor, ahora sí sabe lo que son los caballos de Troya’, ¿qué son los caballos de Troya?
R.- Yo pienso que magia. Yo he tenido muy poco que ver en esto. Es decir, toda la información que aparece ahí no es mía.
Cuando la analizas, la lees y la estudias, te das cuenta de que es pura magia. Eso no puede ser mentira. Yo no digo que sea la verdad, pero tampoco digo que pudiera ser un error. La belleza de ese Jesús de Nazaret que aparece en los Caballos, la lógica de los prodigios desconocidos que nos muestra, no puede ser un invento.
Mira, te pongo un ejemplo en un libro mío que se llama ‘Pactos y señales’. Al final dedico unos capítulos a analizar los Caballos de Troya. Entonces, cuando ya estaban publicados, alguien me toca el hombro y me dice:
‘Mide las distancias que hay en kilómetros desde Alejandría a la ciudad de Tiro, en el Líbano, a la ciudad de Ammán, a Jordania y Filadelfia’. Lo hago, lo llevo a la Cábala y aparece una frase ‘La muerte es un peaje para la otra vida’. Si yo hubiera inventado los caballos, ¿yo hubiera podido hacer eso? Si no, sé cábala.
P.- Todo esto parte de una operación secreta del ejército americano para hacer un viaje en el tiempo y son esos dos viajeros del tiempo, el mayor Jasón y Eliseo quienes te han facilitado todos estos datos e historias que cuentas en los Caballso de Troya. Aparte de lo que ellos te han podido contar, ¿tienes alguna prueba? ¿Has hecho una investigación paralela a lo que ellos te contaron?
R.- En su momento hice muchas investigaciones para tratar de comprobar si los datos que aparecen en los caballos podrían ser correctos y eran correctos. Lo que no he podido verificar, lógicamente, es si se hizo o no se hizo el viaje en el tiempo.
No he podido tener acceso a pruebas que lo demuestren. Pero eso, en el fondo es lo de menos. Y volviendo a pactos y señales, cuando yo hago los análisis de los Caballos, en el Caballo 9, en las bodas de Caná aparece en el texto una secuencia numérica muy larga de la que el mayor Jasón no da explicación.
Cuando el libro ya estaba publicado, se lo doy a una serie de especialistas para ver si encuentran algún sentido. Y me escribe uno de ellos y me dice: ‘Son notas musicales’.
Efectivamente. ¿Si yo soy el autor de Caballo de Troya, cómo he podido incluir una secuencia numérica equivalente a notas musicales en un texto? Lógicamente yo no soy el autor, pero alguien tiene que haber sido el autor.
P.- Bueno, lo puedes haber consultado.
R.- Eso ya estaba publicado.
P.- Me acabas de comentar que lo que es la comprobación de los datos era lo de menos. Pero los presentas como una investigación periodística donde el contraste y la comprobación de las fuentes es vital
R.- Al principio, sobre todo, yo intentaba averiguar si los datos que aparecen en los caballos son correctos. Si tú hablas de una serpiente que hay en Galilea, tal. Eso es correcto. Si hablas de leyes, lo que mencionas de las leyes de la ley de los bastardos era correcta, etcétera, etcétera.
P.- Eso le da verosimilitud, pero puede ser perfectamente una novela histórica con un ambientada en un momento histórico real.
R.- Qué difícil, qué difícil. Yo no sé nada de física. Lo poco que aprendí de física en el colegio se me olvidó hace mucho tiempo.
¿Cómo puedo yo hablar de partículas subatómicas que no han sido aún inventadas o descubiertas?
Es imposible. Hay 20.000 aspectos de los caballos que me dan la razón. No soy el autor, soy el señor que ha llevado el paquete de aquí a aquí.
P.- ¿Has tenido más contacto con estos astronautas?
R.- Con el segundo. Lo vi dos veces en Noruega, pero no he vuelto a saber nada de él. Me llamó mucho la atención la juventud que tenía. Empiezas a pensar que dices esto puede ser ocasionado porque él es curado cuando está allí en la Palestina de Jesús. Pero es una suposición.
P.- ¿Podría haber viajado también al futuro?
R.- No lo creo. Bueno, no lo sé. La verdad es que no lo sé. No he hablado con él nunca de ese tema.
P.- ¿Crees que los viajes en el tiempo se han repetido?
R.- Si son verdad, es posible.
P.- ¿Tú dudas de que sean verdad?
R.- Yo tengo dudas, claro. No puedo decir que ni que sí ni que no, porque los militares son expertos en ocultar cosas a la opinión pública, desde siempre. Lo que pasó en la Luna en el año 69 al 72 no se ha contado nunca, oficialmente y, sin embargo, los militares llevaron a cabo un asunto terrible.
Eso es un simple ejemplo de lo que hacen y de lo que son capaces de hacer. En la luna había edificios en ruinas, que fue el motivo o uno de los motivos principales del Proyecto Apolo.
Toda la competencia con la Unión Soviética era verdad, pero ya sabían por las sondas que habían utilizado previamente, lo que había allí y bajaron en los sitios donde estaban los edificios y las torres y las carreteras y las bombardearon.
P.- ¿Y no te parece que en una sociedad como la actual, si todo eso hubiera sido cierto, a estas alturas no tendríamos ya pruebas de ello?
R.- ¿Quién mató a Kennedy? Nadie lo sabe, oficialmente. Hay muchas cosas, muchos temas que los militares lo guardan celosamente y que no se va a dar a conocer en un futuro inmediato.
El fenómeno OVNI es otra realidad. Están debatiendo en el Pentágono si es verdad o no. Es muy sencillo: saque usted la nave que se estrelló en Roswell, Nuevo México, Estados Unidos, en julio de 1947 y saque usted a las criaturas que iban en la nave. Se terminó el problema. No lo harán.
P.- ¿Hay grabaciones del viaje en el tiempo de Jasón y Eliseo?
R.- Yo no lo he visto. En los Caballos se habla de varias filmaciones, sobre todo de la muerte, pero yo no tengo ni idea de lo que ha pasado con eso. No sé absolutamente nada, ni quiero saberlo.
P.- Te lo decía porque hace un momento me comentabas que tú tenías dudas de si el viaje en el tiempo era posible. Como investigador y periodista ¿no has podido llegar a más?
R.- No pude llegar más allá, no pude o no quise. Pero te vuelvo a decir, la belleza de la información que aparecen los Caballos, los 12, es de tal magnitud que no solamente hay una explicación que alguien efectivamente se haya trasladado a esa época. ¿Cómo puedes trasladar discursos completos de Jesús? Es muy difícil, casi imposible.
P.- Bueno, se pueden inventar.
R.- Pero hay que inventarlos con sentido común y con una perspectiva relativamente científica.
P.- Esos sí, pero sigue siendo posible.
R.- Muy difícil. Es muy difícil, para mí.
P.- ¿Cómo definirías los caballos? ¿Como novela histórica…?
R.- Magia.
P.- Magia… Pero la magia no tiene nada que ver con la ciencia.
R.- En realidad, la ciencia es una hija de la magia. Lo que pasa es que las mentes ortodoxas desligan las dos, los dos aspectos. La ciencia del futuro a nosotros nos parecería más magia. De la misma manera que para Napoleón esa cámara sería magia.
P.- Si te dieran la posibilidad de viajar en el tiempo. ¿Lo harías?
R.- Supongo que sí.
P.- ¿A qué época te trasladarías?
R.- A la época de Jesús. Quizás me gustaría ver la vida de Miguel Ángel. Pero la vida de Jesús sería prioritaria.
P.- ¿Eres católico?
R.- Soy apóstata, gracias a Dios. Es decir, yo renuncié a pertenecer a la Iglesia Católica porque no estoy de acuerdo, por coherencia. Jesús no fundó ninguna iglesia nunca, ni se le pasó por la cabeza.
Y la Iglesia aparece como consecuencia de una organización que empieza a crecer y, como todas las actividades humanas, necesita limitación, jerarquías, dogmas, prohibiciones. Pero no era el pensamiento de Jesús para nada. Por tanto, llegó un momento que dije: ‘Señores, me borro’.
P.- ¿Qué relación tienes con ese Jesús que descubres en los caballos?
R.- Pues estoy convencido de que era un Dios, un creador. Y estoy convencido de que hay un padre azul por encima de él. Todo lo demás, es un negocio y es un invento humano.
P.- ¿Los caballos de Troya son una cuestión de fe?
R.- No, es información.
P.- Pero antes hablabas de magia.
R- Sí, magia en el sentido de que hay un Dios que se encarna aquí y no sabemos cómo convierte una el agua por vino, y tiene la capacidad de curar un síndrome de Down, por ejemplo.
Entonces, ese poder que tenía esa criatura o que tiene, es lo que convierte la información en algo mágico que no te lo esperas. ¿Cómo es posible que una criatura humana, con la naturaleza divina que tiene, además pueda devolverle la vista a un ciego de nacimiento?
Tienes que reconstruir los ojos, los nervios… Es incomprensible para nosotros.
P.- ¿Qué mensaje le lanzarías a tus detractores?
R.- No les lanzaría ningún mensaje. Cada uno tiene su contrato y lo cumple sí o sí. Bueno, pues los que me atacan, lo entiendo. ¿Por qué? Porque o bien perjudica su negocio, léase la Iglesia Católica, o bien no están de acuerdo porque lo consideran que todo tiene que estar bajo el prisma y el microscopio de la ciencia. Probablemente no tienen razón ni los unos ni los otros, la razón o la verdad casi siempre está en el medio.