Fuente: La Voz de Galicia. (2008).
J.J. Benítez presume de que nunca le han hecho una crítica y «a estas alturas es mejor que ya no me las hagan». El escritor promociona estos días su libro más reciente, De la mano con Frasquito, editado por Granica y que alude en el título al nieto del autor.
Benítez asegura que utilizar a su nieto como referencia no es porque «considere que el será en el futuro el lector ideal, es solo que quería tenerlo como referencia». Para el escritor, que presume de haber publicado 51 libros de los más variados géneros, esta obra «no sorprenderá a los lectores asiduos y quizá sí a todos los otros». Asegura que «hay cosas que he aprendido a lo largo de sesenta y dos años y he querido escribirlas para que la gente las tenga a mano».
La promoción señala que este volumen es «la biblia de Benítez» y el escritor quiere explicar que el no cree en ninguna religión y no siente ninguna devoción por tal volumen, pero señala que «en muchos sentidos es una síntesis de cosas que están dispersas en libros y ahora están juntas».
Aunque el autor de Caballo de Troya asegura que se da por contento si «un lector lee algo en el libro y lo roba, se apropia de una frase o de una reflexión» también admite que la gente «no se deja ayudar por los libros» pero esta certeza no lo coloca «en la situación de dejar de contar lo que pienso, porque creo que la gente puede hacer lo que quiera y lo que yo quiero es contarlo».
En cuanto a su trabajo literario, J.J. Benítez considera que «a estas alturas ya solo quiero escribir cosas en las que me divierta, y con este libro disfruté». También señala que está en una altura de la vida en la que ha comenzado a pensar «en retirarse progresivamente, en ir saliendo de escena poco a poco».
Vuelve a los contenidos de la obra para explicar que lo importante es «vivir». Cree que Estados Unidos, y ese espacio occidental que él llama genéricamente «norte» han introducido el concepto del «futuro» para advertir que «el ser humano no tiene que preocuparse de eso, que el ser humano tiene que vivir el presente de manera que el trayecto que recorre es más importante que si hay una meta o no».
Asegura que se siente cómodo con el sistema literario español porque, simplemente, «no participo de él, me han hecho muchas entrevistas pero ninguna crítica, simplemente me han ignorado».
Quizá a esta ignorancia haya contribuido su dedicación al fenómeno ovni, del que sigue investigando. Explica que de los extraterrestres tendremos datos «cuando los militares quieran», pero advierte que no hay «más avistamientos cuando llegan las épocas de crisis». Cree que en la guerra fría el fenómeno ovni fue utilizado como cortina de humo, pero explica que en la actualidad «la gente está preocupada por otras cosas, por cosas más inmediatas y más importantes como llegar a fin de mes». Benítez sentencia que así «debe ser» y que su intención no «es convencer a nadie de nada. Cuando llegue el momento, la gente ya sabrá que lo extraterrestre es algo normal».