Web jjbenitez.com
IG-40-5: Normativa secreta de los militares para la investigación OVNI

Antes de proceder a comentar los casos OVNI propiamente dichos, recogidos en nuestro banco de datos y que integran el llamado proceso de desclasificación del Ejército del Aire español, me ha parecido oportuno advertir al navegante de algo muy delicado y que define la totalidad del proceso de desclasificación. Me estoy refiriendo a una normativa aparecida el 31 de marzo de 1992 y que el Cuartel General del Ejército del Aire bautizó como «IG-40-5». Esta disposición tiene el carácter de «confidencial». Fue promulgada, en suma, para el conocimiento interno de las bases aéreas, acuartelamientos, picos de radar y demás centros y organismos dependientes del Ejército del Aire español. A los pocos días de su aparición, abril de 1992, uno de mis confidentes en la base de Torrejón (Madrid) me hacía llegar el texto íntegro de la referida «IG-40-5». Junto a las 29 páginas, aparecía una breve nota que lo dice todo:

«Esta es la verdad. El resto, lo que se dice en la desclasificación, es pura intoxicación».

Mi amigo, el militar, lo definió a la perfección. Como puede comprobar el internauta, una cosa es lo que se afirma en las «consideraciones y conclusiones» de cada expediente y otra, bien distinta, lo que se deduce de la lectura de esta instrucción general secreta. Una cosa fue lo que se dio a la opinión pública (mil ochocientos folios contaminados) y otra lo que los militares piensan realmente del fenómeno de los «no identificados». Esto es lo que se deduce al leer la «IG-40-5».

Veamos el texto completo. Después sacaremos sabrosas conclusiones.

Texto base del documento:

Anexo A:

Web jjbenitez.com

Web jjbenitez.com

Web jjbenitez.com

Web jjbenitez.com

Anexo A – Apéndice 1:

Web jjbenitez.com

Web jjbenitez.com

Web jjbenitez.com

Web jjbenitez.com

 

Anexo A – Apéndice 2:

 

Algunos comentarios inevitables.

* Es curioso. Si los Ovnis, según los militares y el proceso de desclasificación, «no existen», ¿Porqué ese interés en recabar y reunir información a través de los medios de comunicación? (página 3). ¿Por qué llevar a cabo una investigación (página 4) sobre algo que «sólo son globos meteorológicos, planeta Venus, alucinaciones o reflejos ópticos»?.
Sí, ahí, en la «IG-40-5», está la verdad.

* ¿Y porque la centralización y custodia de los expedientes-ovni es un asunto que compete a la Sección de Inteligencia del Estado Mayor? ¡Qué raro! ¡Un informe Ovni, «explicado» como un simple globo sonda, custodiado por los Servicios de Inteligencia?. Más aún: en ese mismo párrafo de la página 4 se deja bien claro que, «una vez finalizada la recopilación de información, se remitirá, clasificada como confidencial». Algo, en efecto, no encaja…

¿Tenía o no tenía razón al afirmar que los Servicios de Inteligencia se ocupan -y de qué forma- del fenómeno ovni?. (Ver documento sobre el CESID y organigrama sobre la forma de «trabajo» de los Servicios de Inteligencia en la intoxicación a la opinión pública).

He aquí los documentos citados:

* Y por si quedaba alguna duda, el anexo A (página 1) lo especifica con toda claridad: «cuando proceda realizar una investigación, la responsable será la Sección de Inteligencia…».

* En la página 2 (anexo A) aparece también otro asunto que no tiene desperdicio. Al leer el texto sobre el grado de fiabilidad de los testigos, francamente, uno queda perplejo.

En el último escalón de credibilidad («D») son incluidas las personas sin profesión ni estudios. Increíble. ¿Qué tendrá que ver la verdad y la honestidad con los títulos universitarios o con la formación científica?. Según la Real Academia de la Lengua Española, «fiabilidad» significa la confianza que merece un individuo. Pues bien, según esta clasificación de los Servicios de Inteligencia militar, las amas de casa, los analfabetos y todos aquellos que carecen de una «sólida formación intelectual» no son testigos fiables o lo son en grado ínfimo. El planteamiento se me antoja tan ruín y falso de nómadas que no merece mayores comentarios.

* ¿Y qué decir de afirmación contenida en la página 3? ¿Por qué la obsesión por el fenómeno ovni o por el esoterismo pueden condicionar un testimonio?. Hay casos en lo que esto es cierto y otros en los que no…

* ¿Afán de lucro?. Los militares, por lo visto, no saben que el fenómeno ovni es ruinoso. Lo afirma alguien con sobrada experiencia.

* Soportes gráficos. He aquí un punto de especial interés, sobre todo para aquellas personas que consiguen filmar fotografiar un ovni. En España, desde marzo de 1992, ningún militar puede requisar ese tipo de documentos. La «IG-40-5″, como se ve, lo prohíbe. En los próximos meses me referiré a algunos casos en los que nada de esto se cumplió…

* Materiales-restos presuntamente procedentes de ovnis. Pero ¿Por qué molestarse en ofrecer tanto detalle…, si los ovnis sólo son fenómenos naturales y perfectamente explicables? Así consta en los informes desclasificados).

Pasemos ahora a otro capítulo -el cuestionario- que define con nitidez el verdadero interés de los militares por estas naves:

* Página 1:»¿le interesan la parapsicología, ovnis ocultismo…?». Insisto: ¿Qué tiene que ver esto con el suceso que se investiga?. Empezamos mal…

* Velocidad (página 4). Los militares admiten que el fenómeno pudo desarrollar una velocidad «vertiginosa». Pero, si no existe… Apariencia del fenómeno (página 5). ¿Gaseosa?. ¿Transparente? ¿Burbuja?. No sabía que los globos fueron «gaseosos» o que Venus se presentara de forma «transparente».

* Forma (página 5). Aquí, nuevamente, los militares se descubren. ¿Desde cuándo los aviones son esféricos o con forma de lenteja?. ¿Por qué preguntar al testigo si tenía cúpula? La desclasificación no admite este tipo de objetos. Me olvidaba: la «IG-40-5» es secreta… No fue elaborada para la opinión pública.

* En cuanto al recuadro ( página 5) en el que se pide que el testigo dibuje lo que vío, las sugerencias son muy elocuentes: ¿Puertas, antenas, escalerillas, patas? ¡Qué curioso!. ¡ El planeta planeta Venus con emblemas!.

* Olores (página 6). Tampoco sabía que los misiles y alucinaciones tuvieran olor.

* Evoluciones (página 7). Otro detalle «sumamente» significativo. La mayor parte de los investigadores honestos y con un mínimo de información hemos denunciado desde el principio la estrecha colaboración de algunos sujetos -supuestos investigadores civiles- con los servicios de inteligencia militar que llevaron a cabo la desclasificación del archivo ovni de las fuerzas aéreas españolas. Pues bien, en este apartado de la «IG-40-5» se ha deslizado otra prueba de lo que afirmamos. El señor Ballester Olmos, miembro activo del CEI (centro de estudios interplanetarios, con sede en Barcelona), facilitó a la sección de inteligencia un modelo de cuestionario del referido centro. Y los militares lo copiaron, maquillando aquí y allá. El ejemplo de los dibujos es abrumador.

Página 7 del apéndice 1 – Anexo A de la IG-40-5
Extracto del cuestionario del C.E.I.

* Efectos secundarios (fisiológico-psíquicos) (página 8) ¡Genial! ¿Desde cuándo la observación de globos y reflejos ópticos provoca parálisis o distorsión del tiempo?. Una vez más se les ve el plumero…

* Huellas materiales (página 9). ¿Deshidratación? ¿Quemaduras? ¿Mutaciones?
Sí, esta es la verdad. Este es el verdadero pensamiento de los militares respecto al fenómeno ovni…

* Seres (Páginas 10 y 11). Frente a este capítulo, todo comentario está de sobra. Si los ovnis no existen, si tan sólo se trata de confusiones, mentiras, afán de lucro y publicidad por parte los testigos, ¿a qué viene semejante detallada batería de preguntas?. ¿Por qué ese afán por saber si portaban armas, escafandras o si la actitud era hostil o cordial?. ¿En qué quedamos?. ¿Existen o no existen?

* Por último, en el «juicio del oficial informador» (apéndice dos del Anexo A) encontramos la enésima contradicción. Si cabe la posibilidad de que los fenómenos observados se debieron a causas «no explicables», ¿por qué en la desclasificación apenas se menciona?. Prácticamente, el 90% de esos avistamientos fue originado por lo ya dicho: globos, Venus, reflejos, etc.

Como afirmaba mi amigo, el confidente, ésta, la «IG-40-5», sí es la verdad. El resto es pura intoxicación.

J.J. Benítez

J.J. Benítez

Cuestione con J.J. Benítez los grandes misterios y los temas insólitos que el hombre se planteó en el pasado y de los que aún hoy busca una respuesta. Rompa las barreras de lo desconocido y disfrute de la mano de J.J. Benítez y sus sorprendentes descubrimientos. Venga con nosotros y viva a través de sus obras y documentales de TV, la hechizante aventura del saber.

Síguenos

Publicaciones similares

Análisis del clavo hallado en la cueva del Retiro

Análisis del clavo hallado en la cueva del Retiro

Clavo en forma de "J" (Foto J.J. Benítez). Juanjo Benítez, en el interior de la cueva del Retiro, poco antes de hallar el clavo. (Foto: Iván Benítez.) Nada más encontrar el clavo en forma de "J", en la llamada cueva del Retiro, en Jordania (octubre 1997), procedí a un...

Alguien miente

Alguien miente

Penúltima carta al Ejército del Aire español. Carta e información remitidos a la ministra de Defensa, a la Secretaría del Estado Mayor del Ejército del Aire español y a la Oficina de Relaciones Públicas del E. del Aire. Imágenes tomadas por J.J. Benítez en la Academia...