Fuente: Juanca Romero Hasmen. «Diario de avisos». 7 de octubre 2012. www.angulo13.com
Con tan solo 11 años de edad, cuando en el calendario marcábamos en negrita el año 1984, llegó hasta mis manos una novela de reciente lanzamiento, aspecto ciertamente voluminoso y el aval de un autor que ya era conocido por sus interesantes pesquisas en el ámbito de la ufología y el misterio. Juan José Benítez acababa de crear el afamado “Caballo de
Troya 1: Jerusalén”. Lo cierto es que a mi corta edad fueron muchos los detalles que en aquellos momentos se me escaparon, pero con el paso de los años y tras releerlo en alguna que otra ocasión, lo sigo considerando uno de esos libros de culto, el inicio de una saga que se cuenta por nueve volúmenes, cada uno de ellos lleno de respuestas y un número incalculable de preguntas. Nueve volúmenes escritos entre 1984 y el año 2011. Miles y miles de páginas repletas de historias increíbles a las que sin pretenderlo, llegamos a través de una maravillosa máquina del tiempo. Precisamente “Caballo de Troya” consiste en un proyecto que permite realizar viajes a través del tiempo y poder de este modo, asistir a alguno de los momentos más importantes para la humanidad, como por ejemplo la época de la Pasión y muerte de Jesús de Nazaret. Lo que hace realmente apasionante la lectura de la saga al completo, es el hecho de que esté narrado bajo el formato de un
diario personal, permitiendo el casi contacto directo con las piezas que conforman el interminable puzle de personajes y escenarios. Pero “Caballo de Troya” siempre ha estado sujeto por los hilos de la controversia, teniendo millones de defensores en todo el planeta y también muchos críticos y profundos detractores. Juan José Benítez siempre ha afirmado que no se trata de una novela, sino de una narración inspirada en hechos y datos reales. Y es éste uno de los puntos que más ha dado que hablar, porque si atendemos al contenido de la obra en su conjunto, sorprende cuando menos el supuesto
acceso que el autor ha tenido a informaciones y datos concretos y extremadamente sensibles por su contenido.
Juan José Benítez nace en Pamplona el 7 de septiembre de 1946. Su interés por la ufología y los temas que rozan lo imposible, cobra dimensión pública cuando en 1972 comienza a cubrir este tipo de información para diferentes medios de comunicación. A pesar del éxito de sus investigaciones, en 1979 decide dejar el periodismo activo al verse envuelto en un manto de presiones, siéndole colocado el sello de “persona incómoda” por parte de algunos estamentos y personas con
notorio poder en nuestro país. Pero fue un par de años antes cuando una importante información hizo que el curso de su vida tomara otros derroteros. Un equipo de científicos relacionados con la NASA, supuestamente había demostrado que el cuerpo que envolvió la Sábana Santa expuesta en Turín, correspondía a Jesús de Nazaret. A partir de ese día hubo un cambio radical en él y se “activó” su línea de escritura en torno a la figura de Jesús. Escribió “El Enviado”, pieza fundamental para que unos años después comenzara a desarrollar la afamada saga “Caballo de Troya”. En torno a J.J. Benítez existe una especie de halo de secretismo que no nos permite acceder al 100% del autor y la persona. Siguen siendo una gran incógnita las fuentes de donde obtiene tanta información, y sigue sorprendiendo la precisión de muchos aspectos que expone en su obra. En alguna ocasión he podido leer o escuchar de su propia boca: “si supierais la verdad, no me creeríais”. Pero más allá del periodista enigmático y aparentemente hermético, hay un hombre sencillo, amante de la mar, los perros y su querida Barbate, Cádiz.
Ahora que J.J. Benítez ha dado por concluida la saga “Caballo de Troya” con la novena entrega -Caná-, he querido contactar con él para que brevemente nos detalle algunos interesantes aspectos de esta entrega y por extensión, de toda la saga, considerada como una de las grandes historias contadas y más conocidas a nivel mundial.
-“Caballo de Troya 9. Caná”, y casi tres décadas entre el primer libro y éste. Juan José, ¿Debemos dar por finalizada la obra?
-“Caballo de Troya” como tal operación, termina en el “C-9”. La información sobre JESÚS continúa. Se hará pública en su
momento.
-En esta entrega muestra a una María que choca por completo con la que nos han mostrado en los textos religiosos, ¿Una mujer mucho más “terrenal”?
-María (a quién el mayor llama la Señora) aparece en los “Caballos” como una mujer intrépida, apacible e inteligente, pero también terca y equivocada. En definitiva, creo que aparece como una mujer más humana de lo que ha pretendido la historia.
-La amplitud de “Caballo de Troya” da para mucho. ¿Gana lo enriquecedor o prevalecen los sinsabores?
-Entiendo que “Caballo de Troya” es, fundamentalmente, enriquecedor. Los sinsabores son para los que defienden los dogmas.
-¿Ha sido la saga Caballo de Troya, la obra que ha hecho al autor?
-No cabe duda de que la gente me conoce por los “Caballos”, aunque he escrito otros cuarenta libros. ¡Qué vamos a hacer!, así es la historia.
-¿A quienes no recomienda leer la saga que ahora concluye?
-Lo he dicho muchas veces: las personas que tienen cristalizados los principios religiosos no deben leer esta obra. Sólo les lleva a una mayor confusión.
-¿Se ha sentido un autor perseguido?
-Me he sentido injuriado y despreciado por los fanáticos y radicales. Pero eso forma parte del juego. Ya lo he olvidado.
-¿Y ahora qué?
-Ahora: “JESÚS DE NAZARET: NADA ES LO QUE PARECE” y “EL DÍA DEL RELÁMPAGO”. El primero se publicará en noviembre, creo, y el segundo en marzo de 2013. Después, ya veremos…
-Gracias por su amabilidad, y por haber atendido a los lectores de ANGULO 13 y Diario de Avisos.