Pepe García Martinez es un “kui”, de eso estoy seguro. Pero, además, es “gente maravillosa” a rabiar. Jamás he visto cosa igual. Me deslumbró la primera vez que lo vi, allá en 1966, en “La Verdad”. Era un reportero de raza y, para colmo, escribía como los ángeles. Y aún así, a pesar de todo eso, era buena persona, no sabía vivir sin las bromas, y aceptaba a todo el mundo, fuera cual fuera su condición. No quiso triunfar porque es inteligente. Yo le copio en todo y él lo sabe. Algún día me gustaría ser Pepe García Martínez.
García Martínez y Milu.