Murió con ochenta y ocho años, pero todo el mundo la llamaba Emilita. Decía que todo el mundo era bueno y, posiblemente, tenía razón. Y la tenía, digo yo, porque era la mujer más viajada de Barbate. Y no porque hubiera hecho muchos kilómetros, que nunca los hizo, sino porque viajaba con la imaginación. Emilita era la taquillera del cine Avenida y del Puerto, el inolvidable cine de verano, en Barbate. Llegó a ver más de 10.000 películas; es decir, dio varias veces la vuelta al mundo. En consecuencia: lo sabía casi todo de casi todo el mundo. Un día, cuando la conocí, me lo propuse: yo también quería ver 10.000 películas. Voy camino de ello…
PD.- Si adhuc vivis, dona mihi “66” quoddam.
Emilita, en su época de taquillera en Barbate (Cádiz). España.
Emilita Acereto Muñoz. (Foto: Blanca.)