Fuente: Angélica Gallón Salazar / Colombia. (2008).
Se estrenó el martes la más reciente novela de J.J Benítez. Ha escrito más de 5.000 páginas sobre Jesús de Nazaret y su reconocida saga espera el noveno y último libro. Mientras tanto, el polémico escritor español se da un respiro y publica una obra sobre sus reflexiones más personales.
Se declaraba un escéptico y se jactaba de no profesar ningún credo. Pero un día, tras una supuesta llamada de un hombre que poseía unos documentos secretos de la Nasa, su vida cambió. Un documento que narraba las visiones, conversaciones y testimonios de dos científicos que a través de un desintegrador de materia viajaron en el tiempo para conocer la vida de Jesús, se convirtió en el insumo de su polémica saga El Caballo de Troya. El Espectador habló con el escritor español Juan José Benítez.
-¿Se dice que usted no sólo imagina, sino que es un riguroso investigador, eso lo heredó del periodismo?
-Yo no podría hacer nada de lo que he hecho y de lo que tengo sin el periodismo. Empecé en las secciones más oscuras, en los talleres, en la confección del periódico poniendo los tipos de plomo y luego progresé y fue entrando en el periodismo local y de él heredé el rigor investigativo.
-Cuando recibe la llamada del hombre de la Nasa que le quiere entregar los documentos que testimonian un viaje en el tiempo ¿supo que tenía en sus manos una gran novela?
-Fue un proceso gradual, cuando recibo la información capital, en la que estaban contenidos todos los testimonios, me doy cuenta de la inminencia de publicarla. Después me doy cuenta del impacto que tuvo el Caballo de Troya y decido hacerla toda pública.
-¿Por qué lo eligieron a usted como receptor de esos documentos?
-Yo siempre pensé que me hubiera gustado escribir la vida de Jesús de Nazaret, como lo hubiera hecho un periodista, paso a paso, y en el año 1978 me encuentro con una noticia de unos científicos que están trabajando sobre la sábana santa de Turín, y me ocupo de la investigación. A partir de ahí llegó todo rodado, luego me llegaron los documentos. Aunque la gente no lo crea, yo tengo que ver poco en lo que se narra en los libros de El Caballo de Troya.
-¿Y cuando leyó los documentos, qué se planteó?
-Quedé muy sorprendido, necesité mucho tiempo para corroborar y meditar, para contrastar, para ver si podía ser verdad y finalmente me lancé a escribirla, porque consideré que al margen de que fuera o no verdad, la información en sí es de una enorme belleza y podía ser muy útil para mucha gente.
-¿Partió de unos documentos que tienen pretensión de cientificidad y agregó ficción o es al revés, parte de una intención más ficcional que se alienta de elementos reales?
-No hay ficción casi en Los Caballos de Troya, la información más importante es la que está en los documentos, yo intervengo menos de lo que la gente piensa.
-¿Alguna vez tuvo algún tipo de censura e intervención por parte de las instituciones religiosas o gubernamentales para no publicar los libros?
-Ha habido intentos de ridiculizar la información, yo soy poco menos que el diablo para muchas iglesias, ya no tanto, en un primer momento en los años 80 hubo críticas feroces, se prohibió el libro en el Opus Dei y hubo una persecución personal.
-¿Cómo nace en este contexto este nuevo libro ‘De la mano con Frasquito’?
-Nace probablemente como consecuencia de los caballos, las reflexiones que aparecen aquí son la recolección de pensamientos que me fueron surgiendo durante estos años de trabajo, quería compartirla. Frasquito es un libro que nace al ver a mi nieto (a quién apodé así) y ver muchas de sus actitudes. Es un libro espontáneo y tierno que cuenta mis pensamientos más íntimos sobre la vida, la muerte y la felicidad.
-¿Se está cocinando el noveno y último libro de El Caballo de Troya sobre qué versará?
-Eso no lo voy a decir, es una sorpresa, el noveno caballo puede de principio dejarle a la gente los ojos muy abiertos, el final está en una notaria registrado y yo creo que saldrá a la luz quizás en 2010.