Cuando sea mayor quisiera ser:
• Podador de pensamientos ingratos.
• Fontanero de goteras del Paraíso.
• Explorador de decimales del número pi.
• Remendador de «lo siento, cariño».
• Programador del nada que hacer.
• Leñador de políticos.
• Perfumista de paciencias.
• Dinamitero de frases hechas.
• Afilador de buenas intenciones.
• Cazarrecompensas de promesas huídas.
• Libertador de imágenes de los espejos.
• Árbol de nueces peladas.
• Pintor de cielos en los pensamientos de los paralíticos cerebrales.
• Empedrador de voluntades.
• Bruma; es decir, la hermana menor de la niebla.
• Pastor de rincones montarace.
• Traumatólogo de árboles caídos.
• Director espiritual de las gotas de lluvia perdidas en el cristal de la ventana.
• Ascensorista al no va más.
• Mezclador de pasados y futuros.
• Buzo que desciende a las sonrisas infantiles.
• Cirujano de heridas no cerradas.
• Contable de futuros en la mente de Dios.
• Mago que hace desaparecer el «no».
• Vendimiador de miradas bajas.
• Abogado defensor de las puestas de sol.
• Portador de vida en la caravana de Dios a la Tierra.
• Relojero que da cuerda a los amaneceres.
• Resucitador de vías muertas.
• Consolador de cuadros torcidos.
• Soplador de rescoldos amorosos.
• Encantador de serpientes bizcas y otros malos recuerdos.
• Fogonero del irás pero no volverás.
• Psicólogo de olas reincidentes.
• Repartidor de periódicos en la Nada.
• Negociador profesional con soledades con rehenes.
• Estrella voluntaria en la solitaria y fría noche del desierto.
• Desfibrilador de icebergs.
• Intérprete y traductor jurado de tantán.
• Padrino en la boda gay de las estalactitas y las estalagmitas.
• Padre de grifos con la boca hacia arriba.
• Observador neutral en la llegada del alba (sin foto finish).
• Perro guía de oscuridades.
• Notario de lo no dicho.
• Lacero de imaginaciones vagabundas.
• Azul lapislázuli, con tal de que llegue de Persia.
• Físico de partículas subatómicas jubiladas.
• Deshonillador de prejuicios.
• Deshojador de tristezas y malas caras.
• Paracaidista en vacíos insondables.
• Agitador de masas del yo.
• Crupier con los dados marcados del azar.
• Despertador de reflejos tras la lluvia.
• Director del hotel submarino de los azules que se apellidan turquesa.
• El bloque de mármol que parió a la Piedad de Miguel Ángel.
• El hermano portero de la imaginación de Dios.
• El Séptimo de Caballería que acude en auxilio de las imágenes prisioneras en los cuadros.
• El camino equivocado que no conduce a la muerte.
• Contador de cuentos circulares, que siempre terminan donde empezaron.
• Mimo a las puertas de la casa de Dios, para que me arroje unas monedas de su imaginación.