Carmela Acereto.
Se llamaba Carmela Acereto Muñoz. Vivía en Barbate (Cádiz. España). Era alta, rubia, afable, especialmente sensible y cariñosa, y muy bella. Fue el gran amor de mi padre. Pudo ser mi madre, pero el Destino se la llevó cuando contaba 27 años de edad. Carmela enfermó y pidió a mi padre que rompieran el compromiso. Así fue. Mi padre se casó, pero siguió visitando a Carmela, hasta que falleció en 1951.
Siempre he sentido una especial inclinación hacia esta mujer. Ella supo sacrificarse…, por amor.
Pudo ser mi madre.