Fuente: Arroyo Gil, Diego – 29/10/2007 20:07:35. Venezuela. 2007.
El autor e investigador español publica su libro número 50. A finales de la década de los 60, un grupo de humanos habría comenzado a recibir cartas de extraterrestres.
J. J. Benítez es un personaje de pies a cabeza. Parece sacado de un thriller o de una novela de realismo mágico. Cuando echa sus cuentos sobre ovnis y extraterrestres, sus interlocutores se preguntan dónde estará la cámara escondida. ¿Será que algún día, cuando el autor se canse de su fama, revelará por fin que todos hemos sido víctimas del experimento de unos psicólogos que investigaban el aguante de la razón humana? ¿O es que, en efecto, seres de otros planetas visitan la Tierra?
Por lo pronto, mientras la incógnita se mantenga, sólo resta escucharlo justificar sus polémicas afirmaciones. En uno de sus últimos espectáculos, Claudio Nazoa asomó la posibilidad de que los hombres estemos siendo observados por marcianos. Tal vez tenía razón.
El nuevo libro de Benítez, recientemente publicado por Planeta, va por esa línea. Su título es El hombre que susurraba a los «ummitas», y recoge los resultados de una investigación que el autor realizó para traer a la luz la verdad sobre una supuesta correspondencia que un grupo de humanos recibió de una civilización extraterrestre.
Con esta publicación, Benítez alcanza las 50. Su primera, Existió otra humanidad, apareció en 1975. El periodista español está en Venezuela porque fue invitado a la Feria del Libro de Valencia, a la cual asistió el fin de semana.
Como sucede con la mayoría de los escritores de best-sellers, su visita causó revuelo en el foro. Después de la presentación de su nuevo libro, firmó autógrafos desde la 1:30 hasta las 6:00 de la tarde. Ni Dostoyevski en sus mejores tiempos.
-Hablemos de su último libro, ¿quiénes son los ummitas?
-Es un poco complicado. Serían seres que pertenecen a una supuesta raza no humana que descendió a la Tierra, se mezcló entre los humanos y en cierto momento envió cartas a investigadores sobre temas científicos y astronómicos. Vendrían de un lugar que se llama Ummo y estarían vinculados con unas naves que llevan un símbolo en la panza que semeja una H. Pero de aquí a la verdad podría haber un paso muy grande.
-En el libro usted ofrece pruebas de que el fenómeno de los ummitas es más antiguo y complejo de lo que se cree. Sugiere que ellos visitaron nuestro planeta desde mucho antes de que saliera a la luz la noticia sobre las cartas, ¿no es así?
-Sí. Esas naves se han visto en la Tierra desde hace mucho tiempo. Desde la antigüedad, incluso. He llegado a la conclusión de que se trata de una civilización muy antigua que hemos vinculado con eventos específicos que aún no tenemos claros. Esto es un lío, es una madeja dentro del fenómeno ovni.
-Pero, ¿qué cree usted?
-Yo creo que existe esa raza. Las naves se han visto muchas veces. La marina norteamericana tiene películas donde ellas aparecen. Creo que algunas de esas cartas, en efecto, podrían tener un origen no humano. También creo que esos seres podrían estar mezclados con los humanos, porque su aspecto es como el nuestro.
-¿Por qué visitarían la Tierra?
-No lo sé. Supongo que porque está habitada, porque la gente que vive en ella está en un determinado grado de evolución, porque es interesante y atractiva.
-Usted ha afirmado que ha visto naves…
-Sí, en cuatro ocasiones. La primera vez fue en el 74, en Perú, en el desierto de Chilca. Luego las vi en España, en otro momento lo hice mientras viajaba en barco y finalmente en Sao Paulo. Según mis cálculos, lo más cerca que he estado de ellas es a 200 metros en línea recta.
-Usted ha dicho que además de las 14000 fuentes que ha consultado para todas sus investigaciones, tiene una que es secreta, ¿por qué no la revela?
-Porque no debo. No te lo puedo decir. Pero voy a intentar dejarlo escrito ante un notario para cuando yo muera.
-¿Dónde situaría sus libros en una librería?
-Me han colocado en todos los lugares imaginables. Desde ciencia ficción hasta satanismo. Yo los colocaría al alcance del corazón de la gente. No me interesa cómo me califiquen. Después de 50 libros, ¿crees que eso me importa? A mí ya no me preocupan las críticas literarias. Me dan igual.
-En su página web se informa que aún le quedan 141 investigaciones por concluir. ¿Cree que le alcanzará la vida para tanto? Es un proyecto titánico…
-No. Yo sé que no. Es imposible. Pero intentaré escribir lo que pueda, hasta donde pueda.
-¿Ha hecho investigaciones en Venezuela?
-He hecho investigaciones sobre casos de aterrizajes, de encuentros, de posibles secuestros. Me interesa mucho la mitología indígena, que está relacionada con todo esto.
-De modo que ellos han aterrizado en nuestro país…
-Seguro. En la zona de los tepuyes y en la del Orinoco ha habido cientos de encuentros con ovnis. Venezuela es un lugar especialmente interesante. Hay muchos motivos para explorar este país.
Religión
Troya, Jesucristo y la inmortalidad
Cuando se nombra a J. J. Benítez, la mayoría del público recuerda de inmediato uno de sus libros más sonados: El Caballo de Troya, que se ha convertido en una saga. Allí el autor aborda, desde su perspectiva, la figura de uno de los personajes que más le interesan: Jesucristo. «No creo que haya sido El Hijo de Dios, sino uno de los hijos de Dios», dice. «El Hijo de Dios, que probablemente existe, no es Jesús de Nazareth. Él no vino a fundar iglesias, ni a instaurar la Eucaristía, sino a recordarnos que somos inmortales. No tengo pruebas, esto proviene de mi reflexión. A Dios no se le puede demostrar. Se le siente o no».