PRIMERO, MISILES USA.
DESPUÉS, MISILES RUSOS.
AHORA, DE NUEVO, MISILES USA.
El «lado oscuro» de la ufología -sección dedicada a desenmascarar a los pseudocientíficos, intoxicadores profesionales y a sus «satélites» y «tontos útiles»- se centra, en esta ocasión, en el llamado ovni de Canarias. Un caso mundialmente conocido, registrado el 5 de marzo de 1979, y del que ha dicho y escrito un buen puñado de estupideces…
SINTESIS DE LOS HECHOS
Aquella tarde, el sol se ocultó en las islas Canarias (España) a las 19.10 horas (local). Minutos antes, para sorpresa de miles de vecinos, surgieron en el horizonte unas extrañas «nubes» en forma de «anillos» iridiscentes. Unos «anillos» de colores vivísimos que, lógicamente, llamaron la atención de casi todas las islas. Y, conforme fue agotándose el crepúsculo -su duración fue de veinticuatro minutos y medio-, estas misteriosas «nubes» circulares ganaron en viveza y luminosidad.Una vez oscurecido, los testigos observaron unas líneas zigzagueantes amarillas que recorrieron la totalidad de los «anillos». Y éstos fueron ensanchándose, alcanzando unas proporciones gigantescas.
Al cabo de una hora, aproximadamente hacia las 20.08, miles de personas asistieron a otro fenómeno no menos espectacular: la aparición de un objeto volante no identificado. Instantes después, el ovni se elevaba hacia el firmamento, dejando una brillante y colosal «campana» de luz.
Minutos después, los «anillos» fueron difuminándose hasta desaparecer.
Los inmensos e iridiscentes «anillos». Primera fase del fenómeno.
(Cortesía de Guillermo Lijthaer)
Los gigantescos «anillos» luminosos alcanzaron cien kilómetros de diámetro.
(Gentileza de Guillermo Lijtmaer)
Otra imagen de Guillermo Lijtmaer desde playa de las Américas (Tenerife).
El diámetro del «anillo» interior fue calculado por el CEP de Canarias en 63 Kms.
(Gentileza de Guillermo Lijtmaer)
Otra de las cientos de fotos obtenidas en aquel atardecer del 5 de marzo de 1979. En esta oportunidad desde la playa de los Cristianos (Tenerife).
(Gentileza de Jesús Gallo)
Los «anillos» desde Alajeró (isla de la Gomera).
(Cortesía de Joaquín Nebro).
Segunda fase del fenómeno: el ovni aparece en la lejanía.(Foto tomada desde Alajeró, en La Gomera).
(Foto gentileza de Joaquín Nebro).
El ovni, en la cúspide de la inmensa «campana» de luz. (La Gomera).
(Foto cortesía de Joaquín Nebro)
El ovni sigue aproximándose (La Gomera)
(Foto cortesía de Joaquín Nebro)
El objeto se «desprende» de la «campana» de luz. (La Gomera)
(Foto cortesía de Joaquín Nebro)
El fenómeno empieza a desaparecer (La Gomera).
(Foto cortesía de Joaquín Nebro)
El ovni desde Gran Canaria.
Imágenes obtenidas desde playa Tauro, en la isla de Gran Canaria. Los «anillos» permanecen aún en el horizonte.
El ovni se aproxima en absoluto silencio.
La gran «campana» de luz se refleja en el mar.
(Gentileza de González Llopis)
Otra magnífica imagen de González Llopis desde las proximidades de Puerto Rico, al sur de Gran Canaria.
Quinta imagen de González Llopis. Medio minuto de exposición. El ovni continúa en la parte superior de la gran campana de luz.
La «campana» de luz adquiere toda su magnitud: más de 60 kilómetros de sección. El ovni se dispara hacia el firmamento.
(Gentileza de Gilberto Naranjo)
Toma realizada desde playa Santiago, al sur de Tenerife.
Otra de las tomas de Guillermo Lijtmaer. Según el fotógrafo, la línea que aparece en la parte superior era un punto, sin estela. La citada «línea» es consecuencia de la exposición fotográfica y del rápido movimiento del objeto.
Octava fotografía de González Llopis. El rápido movimiento del ovni y la exposición provocan la «estela» de la zona «superior» de la campana de luz.
El ovni se ha perdido ya en la oscuridad.
(Gentileza de González Llopis).
El fenómeno está a punto de extinguirse. Son las 20’30 horas, aproximadamente.
(Gentileza de González Llopis)
Ampliaciones de las imágenes anteriores.
Ampliaciones de las imágenes anteriores.
El fenómeno va desapareciendo progresivamente.
El avistamiento esquematizado.
Gráficos canarias 5-3-79.
Zona principal del avistamiento, calculada a unos 200 kms. al oeste de las Islas Canarias.
Primera fase del fenómeno: lo que los testigos denominaron extraño atardecer.
Unas líneas zigzagueantes amarillas recorrieron los «anillos».
Segunda fase: el ovni aparece en el horizonte. No es seguro que saliera del mar.
Los «anillos», tomando como referencia Izaña. A la izquierda, el Teide.
(Cortesía del CEP)
Los «anillos» en otra perspectiva, a escala.
Diámetro mayor: 100 kms. Diámetro de la línea amarilla interior: 63 kms. Distancia del fenómeno a Tenerife: 200 kms.
El primer fenómeno -«anillos»- se produjo a diez kms. de altura sobre la superficie del mar. Aproximadamente, la altura de crucero de los aviones.
Cuando los «anillos» están desapareciendo surge en el horizonte un disco luminoso que vuela primero en dirección casi horizontal hacia las Islas. Al llegar a la altura de los citados «anillos», el ovni asciende, con inclinación inicial Sur-Este, hasta perderse en el cenit. La «campana» de luz alcanza los 69 kms. de sección. El área de dicha sección arrojó la increíble cifra de 3700 kms. cuadrados. Casi dos veces la superficie de la Isla de Tenerife.
Mientras el ovni ascendía, desapareciendo, la «campana» de luz quedó estacionada, alcanzando la formidable altura de 70 kms.
La gigantesca «campana» de luz, a escala, situada entre las diferentes capas atmosféricas. Resulta sorprendente que el brillo sea uniforme a lo largo de las capas que fue atravesando, a pesar de las diferencias de presión, temperatura (de 20ºC a 80 ºC bajo cero) y composición química. Es significativo que el fenómeno luminoso quedase siempre dentro de los límites de la homosfera, donde la proporción oxígeno-nitrógeno se mantiene constante. Al acercarse a sus límites, la luminosidad se hace tan tenue que las cámaras no la captan, aunque sí el ojo.
MILES DE TESTIGOS
Sería prácticamente imposible citar a la totalidad de los testigos que contempló las dos grandes fases del fenómeno. El navegante que lo desee puede consultar mi libro «La gran oleada» (páginas 168 a 194) o el expediente desclasificado por el Ejército del Aire español que encontrará, íntegro, en la sección «Materia Reservada» (septiembre 2000), en esta misma página web (229 páginas).
No obstante, y con el objetivo de que el internauta disponga, ahora mismo, de una amplia panorámica de lo que fue observado en aquella tarde-nocehe del 5 de marzo de 1979, he creido oportuno mostrar alguna de las descripciones aunque, insisto, muy resumidas. Entiendo que son importantes para juzgar después, en su justa medida, las absurdas y peregrinas opiniones del «lado oscuro»…
* «Sobre las 20.10 horas del día 5 de marzo de 1979, encontrándome con la compañía realizando maniobras en el Vega de Acusa (Gran Canaria), después de haber cenado la gente, a la altura del Pico Vistabella, ví salir un resplandor como si fuese un fuego, en la ladera Nor-Este, pero según pasaban los segundos siguió aumentando la intensidad, tomando una especie de corona alrededor del citado pico. Continuó aumentando hasta formar una semicircunferencia de enorme tamaño. Esta corona estaba formada por dos colores principalmente; el primer anillo constituido por un rojo atenuado y el segundo por un blanco intensísimo parecido a los tubos de neón. A continuación, en la parte superior de la semicircunferencia, apareció un objeto no identificado, parecía plano y voló en horizontal durante unos segundos, en dirección Sur-Este, comenzando a elevarse a una velocidad muchísimo mayor de lo normal, impulsado por unos chorros de humo blanco parecido a lo que se ve en la TV en Cabo Cañaveral y en cuestión de 4 a 5 minutos desapareció en el firmamento…
Me causó extrañexa no oír ningún ruido. El tiempo de duración de todo este fenómeno duró aproximadamente de 5 a 10 minutos…»
(Declaración de un capitán de Infantería. II Bandera Paracaidista. Fue visto también por el resto de oficiales, suboficiales y la compañía completa. En total: 145 hombres).
Dibujos desclasificados – Canarias 5-3-79.
* «El ovni que voló primero en dirección horizontal y después en vertical era un disco, con un tamaño aparente similar a un tercio de la luna llena. Aquel disco plateado dejaba una estela similar a la de un barco que surca las aguas. Al llegar a la altura de los «anillos», el objeto subió casi verticalmente, con inclinación Sur-Este».
(Ildefonso Altamirano, técnico de TVE, desde Izaña).
* «…El objeto se paró décimas de segundo y después se desplazó casi horizontalmente hacia arriba…A continuación se paró menos de medio segundo…Recogió como unas patas o compuertas que cerraron las toberas (?) Y salió disparado hacia el firmamento…No desprendía humo, gases o energía lumínica…»
(Antonio González Llopis, fotógrafo. Desde las proximidades de Puerto Rico. Isla de Gran Canaria).
* «…De pronto apareció un foco muy potente, por detrás de la montaña, hacia Tenerife…Tenía forma de pirámide y llevaba un movimiento oscilante. Se movía a poca velocidad…»
(Propietaria de un estudio de arte. Playa de Mogán. Suroeste de Gran Canaria).
* «La silueta del objeto era como metálica, bordeada por una luz intensa muy brillante, semejante al neón».
(Francisco Guardia).
* «Parecía un caldero achatado de gran tamaño que lanzaba una luz anaranjada, que subía y subía hasta que muerta de susto me puse a rezar. Tenía el tamaño de un edificio de tres plantas…»
(Lourdes Hernández. La Gomera).
* «El objeto tenía forma ovalada, que parecía alargarse con la enorme velocidad de su desplazamiento. Parecía detenerse por décimas de segundo para continuar luego de forma lateral.»
(José Ojeda. Médico. Puerto Rico. Gran Canaria).
* «Aquello no era un misil. La «estela» era totalmente diferente…»
(Gilberto Naranjo. Técnico de TVE. Izaña).
* «Vimos unos objetos pequeños que se acoplaron al disco grande…»
(Varios testigos que no quisieron facilitar sus identidades. Isla de La Palma).
* «Cuando estábamos comiendo bajo las dos piedras famosas del Teide, recuerdo que sentí un zumbido penetrante que hizo estremecer mis oídos, a mismo tiempo que unos pinos cercanos movían sus ramas. Unos remolinos de polvo se formaron en aquella misma zona y me extrañó porque no soplaba ni la más leve brisa…»
(Julio Quintero. El Teide. Tenerife.)
* «Durante más de una hora -coincidiendo con las dos fases del fenómeno-, los numerosos pájaros existentes en la playa de Los Cristianos enmudecieron. Todos notamos una extraña ola de calor. El viento se calmó y se podía encender una cerilla en la misma playa, sin que la llama oscilase. Esto es impensable en la playa…»
(Decenas de testigos en Los Cristianos. Tenerife)
* «Lo ví desde mi chalet. Y vi algo que nadie ha mencionado: un objeto, como un satélite, que se movía perpendicularmente al ovni. No escuché ruido.»
(Jean Marie. Belga. Playa de las Américas. Tenerife.)
* «El día anterior vi una bola de luz que reunía el conjunto de todos los colores y daba el blanco neutro. Tenía una cola de luz muy fuerte.»
(María Candelaria Gonzalez. Las Caletillas. El dia 4 de marzo de 1979 a las 11.30 de la mañana.)
* «Primero vimos como una estructura en el mar. Había como una torre que sobresalía de un rectángulo, bajo el cual se destacaban tres portuberancias, como patas…Entonces, las dos esferas de luz que habíamos visto anteriormente entre los «anillos» se fundieron con la «plataforma». Y la «estructura», toda, se elevó…»
(Fidel Fernández y otros testigos. Isla de la Palma.)
* «Al aparecer el ovni se fue la luz en toda la población. Regresó al desaparecer el objeto»
(Numerosos testigos de Puerto Rosario).
* «…Parecía la concha de un mejillón, al revés».
(Empleado de Banca. Guía Isora. Tenerife.)
* «…Aquel objeto se inmovilizó en el aire, variando el rumbo y desapareciendo en el espacio a una velocidad muy superior a la que puedan conseguir los reactores o proyectiles humanos.»
(Pilotos del vuelo Aviaco-2367).
* «Ese objeto continúa volando, pero ahora se ha estacionado, está prácticamente parado a la una. Está parado…»
(Pilotos de Aeroamérica-907).
* «Ha subido en vertical y se ha quedado parado…»
(Pilotos de Spantax-302 y 816).
* «…Llevábamos unos dieciocho minutos de vuelo… cuando observamos que a la derecha apareció una estela de fuego, sobre el nivel del mar, a la que precedía un aparato, que ascendía en forma de sacacorchos y que nosotros pudimos observar… Venía en rumbo de colisión y al mismo nivel… rápidamente notificamos a Canarias Control si tenía algún tráfico notificado en esta ruta, a lo cual nos contestó negativamente. Acto seguido pudimos ver que el objeto giraba sobre sí mismo e iniciaba un ascenso desde nuestro nivel y a una distancia que he calculado entre Puerto Rico y Mogán, proyectandse hacia el cielo, dejando tras de sí una estela, como de chispas, producidas por el borde de ataque y tomando la forma de una copa de jerez, donde se podía apreciar la forma completa tanto por parte nuestra como por la anterior. La forma de este objeto era alargada, de unos 70 cm y de color gris oscuro… sobre una altura de 65 mil pies pegó un tirón, aumentando la velocidad y cambiando el rumbo hacia el Oeste, hasta perderse en el infinito… al efectuar el giro pudimos observar que era de forma redonda….
Durante la observación no apreciamos escapes de ningún tipo… efectuamos el cálculo de la velocidad desde 8.000 mil pies hasta que efectuó el tirón a unos sesenta y cinco mil pies y la resultante fue de veinticinco mil a treinta mil kilómetros por hora…».
(Eufronio G. Monforte y Miguel Molledo, pilotos del vuelo charter «Naysa», de Las Palmas a Mauritania).
DIEZ AVIONES LO VIERON
Los cientos de testimonios recogidos por otros investigadores, y por mí mismo, hay que sumar también las declaraciones de los pilotos y pasajeros de diez aviones que navegaban en esos momentos sobre el archipiélago canario. Personalmente pude hablar con los comandantes Jáudenes, Soriano, Gómez Salas, Baena y los ya mencionados del «Naysa». Todos coincidieron: «aquel objeto se detuvo en el aire en varias ocasiones…No tenía semejanza alguna con un misil».
He aquí parte de las conversaciones sostenidas entre el Control de Canarias y los referidos tráficos aéreos (un Aviaco (AO-2367), un Aeroamérica (EO-907), cinco Iberias (IB-289, IB-693, IB-201, IB-517 e IB-117), dos Spantax (BX-302 y BX-816) y el Naysa-02):
Pulse aquí para acceder a las transcripciones.
INTOXICA, QUE ALGO QUEDA….
A la vista de las imágenes obtenidas -más de 50-, y de los múltiples testimonios, los investigadores con un mínimo de sentido común comprendimos que el fenómeno no se ajustaba a nada conocido. Estaba claro que los objetos observados habían sido varios y de formas muy diferentes. Las trayectorias, velocidades, luminosidad, etc. no coincidían con las posibles explicaciones barajadas inicialmente. «Aquello» no era un fenómeno atmosférico. Tampoco a una explosión nuclear, como apuntaron algunos. Y mucho menos un misil o un cohete. «Aquello», sencillamente, correspondían a un espectacular avistamiento ovni…, y múltiple.
Pero, como era de esperar, los que ni siquiera se habían tomado la molestia de investigar e interrogar a los testigos, tomaron la palabra y «sentaron cátedra». Y se escucharon ni escribieron insensateces como estas:
* «El extraño fenómeno del 5 de marzo fue una experiencia para la modificación artificial del clima».
«…Para ello se hizo estallar una bomba atómica bajo el mar…Eso sí, con efecto retardado».
«Una vez formada la «nube» (los «anillos») se lanza un cohete desde el mismo lugar en el que hizo explosión la bomba atómica y éste, pasando por el centro de la «nube», crea una chimenea de aire caliente».
«El cohete iba a tal velocidad que, en vez de sonido, desprendía luz y calor».
(Publicado en la prensa Canaria el 18 de marzo de 1979 por el Sr. Pedro Escudero).
* «Lo observado el 5 de marzo de 1979 en Canarias fueron nubes de mentales alcalinos».
(Science et Vie» número 751).
* «Este ovni de Canarias es el ovni tapadera de esa otra base real de Arinaga que nos quieren instalar los americanos en Canarias.»
«Es muy posible que el misil del día 5 haya sido, incluso, un fallo técnico. Los americanos están empeñados en utilizar nuestras islas y esto puede ser una experiencia que obedezca este fin».
(Félix Casanova de Ayala, presidente de la Comisión Ciudadana pro neutralidad de Canarias, en El Día. 13 de marzo 1979)
* «Yo he visto en varias ocasiones lanzamientos de cohetes en Cabo Kennedy y, por lo leído en los periódicos, la descripción de lo del lunes se ajusta a lo presenciado en dicha base militar».
(Una «fuente solvente», que no quiso identificarse, a Francisco González Concepción, colaborador del Día en Las Palmas. Publicado el 9 de marzo de 1979).
* «El caso del 5 de marzo no fue un ovni, sino la estela que, al contacto de los gases emitidos con la luz solar de la tarde, dejó el lanzamiento de un misil».
«El objeto lanzado, posiblemente un misil, debido a la altura de unos 900 kilómetros sobre el nivel del mar, emitió unos gases que fueron iluminados por los rayos del sol, produciendo el espectáculo luminoso que fue observado desde todas las islas Canarias al mismo tiempo y en la misma dirección».
(Ricardo Campos, delegado de «Cuadernos de un Ufología» en Canarias).
* «Benítez vió en los ovnis el filón que le iba a permitir cobrar notoriedad. Escribe sobre casos que sólo él conoce. Tiene un delirio «platillista». Opta siempre por creérselo todo, aunque se demuestre lo contrario. Confunde un misil con una nave extraterrestre… Es, posiblemente, la fuente de información ufológica menos fiable desde Fernando Sesma».
(L.A. Gámez en el I Congreso Nacional sobre Pseudociencias. Zaragoza.).
* «… Causan dichos fenómenos el lanzamiento de misiles balísticos desde submarinos, al oeste de las islas Canarias. Los gases desprendidos por los misiles y la iluminación solar en el ocaso, provocan los fenómenos luminosos observados que, además, causan el efecto de encontrarse mucho más cerca de los testigos de lo que realmente está».
(Ballester Olmos y J. Plana en «Cuadernos de Ufología». Número 13.1992)
* «Estamos en condiciones de afirmar que los testimonios de aquellas personas que vieron los hechos desde su inicio, están perfectamente en línea con las características del lanzamiento de un cohete mar-aire, precedido de un disparo inicial, que habría producido los «anillos» luminosos que fueron vistos antes de la salida del objeto».
«Algún aficionado ha creído hallar un argumento que favorece la hipótesis ovni en los tiempos de exposición de las fotografías conseguidas por el señor González (de 30 a 40 segundos), las cuales serían incompatibles con la velocidad de crucero de los misiles (del orden de los 3.3 kilómetros por segundo), deduciendo por ello -¡ni más ni menos!- que el objeto tuvo que inmovilizarse en el aire. No sólo no existen testimonios visuales que confirmen dicho paro, sino que tal disparidad queda sencillamente explicada invocando un lógico error del fotógrafo que apreció por exceso dichos tiempos, probablemente debido al nerviosismo, a la normal incapacidad humana de determinar el paso del tiempo con objetividad, o a la confusión con las fotos del fenómeno que procedió a la salida del objeto».
(Ballester Olmos, colaborador de la Inteligencia Militar, en «El Correo Catalán» de Barcelona.28 de marzo de 1982).
¿La explosión de una bomba atómica bajo el mar?.
La insensatez no merece mayores comentarios….
¿Nubes de metales alcalinos?.
La prestigiosa revista francesa patinó cosa fina….
¿Un fallo técnico de los norteamericanos?.
¡ Qué más quisieran los gringos que disponer de una tecnología semejante…!.
¿Un lanzamiento de cohetes como los de Cabo Kennedy?.
Jamás he visto en esos lanzamientos una «campana» de luz de 69 kilómetros de sección…, y en silencio. Me parece que la citada «fuente solvente» -además de insolvente- se equivocó de escenario….
¿La estela que dejó un misil?.
Este «satélite» de los intoxicadores profesionales no ha visto la estela de un misil en su vida….
Pero lo mejor es lo de los «900 kilómetros sobre el nivel del mar». Al señor Ricardo Campos no le vendría mal echar un vistazo a los límites de la ionosfera (100 kilómetros, aproximadamente). Todavía se escuchan las carcajadas de los meteorólogos….
¿Gases iluminados por los rayos del sol? Como ya mencione, el Sol se ocultó a las 19.10 horas (local de Canarias) y el crepúsculo tuvo una duración de veinticuatro minutos y medio. Si el ovni fotografiado en la segunda fase apareció a las 20.08, más o menos, ¿A qué rayos se refiere esta «eminencia científica»?.
¿Qué tienen que ver las estelas de los misiles con lo visto y fotografiado en Canarias?
misiles – msbs20
misiles – msbs20
misiles – Polaris a3
misiles – Polaris a3
misiles – Tomahawk.
misiles – Tomahawk.
misiles – Tomahawk.
misiles – Trident C-4
misiles – Trident C-4
misiles – Trident II D5
misiles – Trident II D5
misiles – Trident II
misiles – Poseidon-C3
¿He confundido un misil con una nave extra-terrestre?. ¿opto siempre por creérmelo todo, aunque se demuestre lo contrario?.
A decir verdad, estos «argumentos», supuestamente «científicos», dejan mucho que desear… si esto es una «demostración», el señor Gámez es la Claudia Schiffer….
¿Misiles balísticos otra vez?. ¿Gases e iluminación del sol?.
El tristemente célebre colaborador de la Inteligencia Militar -en su papel de intoxicados- no menciona, claro está, lo observado por la compañía de paracaidistas, por los pilotos o por el resto de los testigos que vieron «discos», «calderos achatados» e, incluso, una especie de «plataforma». Es el estilo habitual….
¿No existen testimonios visuales de la inmovilización del objeto en el aire?.
La mentira -o a la incapacidad mental de este sujeto- provoca sonrojo….
Amén de los testigos -un buen puñado para cualquier investigador honesto-, ahí están las propias imágenes fotográficas, hechas con exposiciones de hasta cuarenta segundos. Si este individuo no fuera un intoxicador no se atrevería a culpar al fotógrafo (por cierto, fueron varios los fotógrafos que trabajaron con exposiciones). ¿Desde cuándo un misil puede ser captado -inmóvil- en el vértice de una «campana» de luz de 69 kilómetros de sección y durante treinta y cuarenta segundos?. Los «Polaris», por ejemplo, tienen una velocidad de escape del agua de ciento diez metros por segundo….
Lo dicho: pura intoxicación e incompetencia patológica….
Primero, un «Polaris»
Pero el «lado oscuro», naturalmente, es el «lado oscuro». Jamás rectifica. Jamás reconoce un error. Poco importan las evidencias o los testimonios de observadores honrados. Su «labor» no es investigar o esclarecer los hechos. Lo que interesa es intoxicar, crear todo tipo de dudas y manipular.
Y se fue, y sigue siendo, su comportamiento al respecto en el caso del 5 de marzo de 1979.
Poco a poco, el «lado oscuro» se decantó por la «explicación» de un misil, tipo «Polaris», lanzado por la marina de los Estados Unidos. Y el brillante razonamiento se vió reforzado por los «estudios» de la ya conocida «G.S.W.». Su «conclusiones» -sobre una copia de una copia de copia (es decir, estudio nulo)- se centraron en el lanzamiento de un «Polaris» (15 metros), en una prueba rutinaria de armamento. No voy a entrar ahora en el estudio del «sesudo estudio», en el que llegué a contar más de veinte gravísimos errores de la «G.S.W.» (el navegante puede encontrarlo en «La gran oleada»).
Yo, en cambio, sí tuve acceso a los negativos originales de González Llopis y, durante varios años, un equipo de expertos en imagen e informática estudió a fondo la referida secuencia fotográfica. He aquí, en primicia, los resultados del abultado informe que, algún día, espero publicar en su totalidad.
Un segundo objeto metálico detectado en la parte superior de la gran «campana» de luz. Los testigos hablaron de una especie de «satélite» que se movía muy próximo al gran objeto. El chapucero estudio de la G.S.W. no lo vió.
(Sistemas Digital Fyouri RTL32WWS y ZDCamptone tipo ZDH79, con filtro High-Pass)
En el explorer nº 17 se aprecia, por relieve en 3D, la presencia del segundo y no menos misterioso objeto.
DESPUÉS, UN SUBMARINO RUSO.
Años más tarde, el «lado oscuro» cambiaría de criterio. Lo del Polaris no se sostenía y en 1987, a raíz de una noticia publicada en el diario El País (Madrid), los intoxicadores y sus «tontos útiles» optaron por otra no menos absurda y ridícula «explicación»: «lo observado aquel 5 de marzo de 1979 fue consecuencia del lanzamiento de dos misiles intercontinentales rusos, con rumbo a Siberia».
Información publicada por El País el 14 de junio de 1987.
Carlos Yarnos, autor del reportaje de El País, entrevistado por J.J. Benítez.
Cuando leí la referida noticia, las explicaciones aportadas por Carlos Yarnoz, redactor de la misma, se me antojaron francamente «endebles». Y tuve una larga entrevista con él.
Como suponía, lo publicado no se basaba en algo concreto. Todo eran meras suposiciones. No había documentación oficial al respecto. Pero, ¿cómo podía haberla?. Los radares civiles y militares de Canarias no detectaron objeto alguno. Entonces, ¿cómo comprobar que la trayectoria seguida por los misiles era, justamente, Siberia?. ¿cómo certificar que los artefactos salieron de la atmósfera?. Como afirmaba el periodista de El País, los supuestos misiles con rumbo a Siberia sólo eran fruto de una «deducción». Pero «deducir» -que yo sepa- no tiene nada que ver con «probar». Lo malo, como siempre, es que la mera «deducción» de los investigadores del Ejército del Aire español saltó a los titulares -«Ovni, destino Siberia»-, transformando la «deducción» en un «hecho probado». Y los intoxicadores se agarraron a esta típica triquiñuela periodística, aireando a los cuatro vientos que «lo de Canarias habían sido misiles rusos».
LA VERDADERA HISTORIA.
Ese mismo año (1987), «Cuadernos de un Ufología», en su número de julio-octubre (páginas 17 y 18), se hacía eco de la noticia de El País. Y añadía en una sibilina nota: «en realidad, el análisis por ordenador efectuado por el G.S.W. norteamericano, pone en evidencia un cuerpo de forma ahusada, del cual surgen estelas de gases».
Nota sibilina, sí, porque «Cuadernos» -revista en la que colaboran habitualmente los intoxicadores y esos «satélites»- evita mencionar que en dicho «informe» (?) de la G.S.W. se apuntaba a un misil, tipo «Polaris», de la marina de los Estados Unidos o de O.T.A.N…
Y me puse nuevamente en marcha, tratando de averiguar qué había sucedido. ¿De dónde partía la noticia de los misiles rusos? ¿Por qué los investigadores del Ejército del Aire español habían «deducido» que los lanzamientos fueron provocados por los soviéticos?.
Algún tiempo más tarde, el propio General Jefe de la Zona Aérea de Canarias en aquel 5 de marzo de 1979, Emilio García Conde, me relataba, punto por punto, la verdadera historia….
Y quedé perplejo. Como suponía, lo publicado no se ajustaba a la verdad….
Estas fueron las explicaciones del hoy Teniente General García Conde:
El entonces General de División y Jefe de la Zona Aérea de Canarias, Emilio García Conde. «Si no fueron los norteamericanos, fueron los rusos…».
«… Nada más iniciarse la investigación oficial por parte del Ejército del Aire ordené a los Servicios de Información de dichas Fuerzas Aéreas españolas consultadar en la Inteligencia de los Estados Unidos si habían sido los norteamericanos los responsables del suceso del 5 de marzo….
Fue una orden mía, personal y verbal. No hubo escrito alguno…
Y a los pocos días llegó a la contestación: «no habían sido los norteamericanos»….
En consecuencia -fue nuestra deducción-, fueron los soviéticos….
Fue una deducción lógica, sin ninguna otra base, puesto que los radares no captaron los objetos…».
Días después, el 23 de marzo 1989, el General Jefe de la Zona Aérea de Canarias, señor García Conde, enviaba un telegrama cifrado en Jefe de Estado Mayor del Aire, exponiéndole sus «deducciones personales».
«Podría tratarse -dice- de una prueba de precisión con posible caída en algún punto del este de Europa, y por tanto disparado por una nave del pacto de Varsovia».
Las expresiones «podría tratarse» y «con posible caída» lo dicen todo. Eran, pues, meras especulaciones sin base alguna.
Mensaje cifrado extraido del expediente desclasificado.
Y entiendo que el navegante debería reflexionar sobre lo que acabo de exponer. Para el «lado oscuro», las noticias ovni que aparecen regularmente en la prensa no tiene ninguna fiabilidad. Así lo han publicado por activa y por pasiva….
Salvo, claro está, cuando esas noticias «sirven» a sus torcidos intereses….
Este, ni más ni menos, es el caso de lo recogido en El País.
Que cada cuál saque sus propias conclusiones….
LOS RUSOS LO NIEGAN.
Obviamente, y por aquello de apurar las investigaciones, me puse en contacto con los soviéticos.
La respuesta no se hizo esperar. Tanto el coronel Alexander Bondarev, agregado militar en la embajada de la Federación Rusa en Madrid, como el contra almirante Kasátkin, de la misma embajada, lo negaron sin paliativos:
Almirante Konstantín Valentínovich Makárov, Jefe del Estado Mayor de la Federación Rusa.
«Como usted comprenderá -afirmaron- no es costumbre de la Armada Rusa lanzar o probar misiles en zonas como las islas Canarias…».
Y añadieron: «somos rusos…, pero no idiotas».
Y al leer lo publicado en El País volvieron a sonreír burlonamente.
«Brillante «deducción», ¿no cree?. ¿Y cómo saben que los misiles fueron disparados hacia Siberia? ¿Cree usted que seríamos capaces de provocar un lanzamiento así en una zona de tan intenso tráfico aéreo civil?… Esas pruebas -como las que llevan a cabo los norteamericanos- se realizan en zonas muy concretas y específicas. Pura intoxicación, estimado amigo…».
Meses más tarde llegaba la respuesta oficial de los rusos. En ella, el Almirante de la Flota, Konstantín Valentínovich, Jefe del Estado Mayor Principal de la Armada de la Federación Rusa, negaba que ninguno de los submarinos rusos hubiera estado en la región de Canarias en aquel 5 de marzo 1979.
Carta de contestación de los rusos.
CARTA y TRADUCCIÓN (abajo).
Ante esta contundente confirmación, los intoxicadores y «tontos útiles» no tuvieron el coraje de réplicar. ¿Qué podían argumentar? Y guardaron silencio durante un tiempo….
AHORA, DE NUEVO, MISILES ESTADOUNIDENSES.
Pero el «lado oscuro» no encajó bien el ridículo. Y en 1999 volvía a la carga, con otra no menos peregrina «explicación». ¡Eureka!. Al fin habían descubierto el misterio: ahora, lo acaecido en Canarias, era consecuencia de nuevos lanzamientos de misiles…, pero norteamericanos. ¿En qué quedamos?.
Y rizando el rizo de la incompetencia, el señor Ballester Olmos anunciaba a la agencia EFE que dichos lanzamientos habían sido localizados en el Atlántico Norte….
¿Y qué ha ocurrido con las versiones anteriores?.
Tanto los testigos como el informe del propio Ejército del Aire español fija el «corazón» del avistamiento al oeste de las Islas Canarias….
Grave lapsus del colaborador de la Inteligencia Militar….
Y en el colmo del ridículo, el intoxicador incluye en esas «sesudas declaraciones» la opinión de otro científico -James Oberg- quien, muy sensatamente, reconoce que las posiciones de esos más que supuestos submarinos estadounidenses es materia clasificada. En otras palabras: ningún científico, por más títulos que posea, puede estar en el secreto….
Recorte publicado el 2 de marzo de 1999.
Como me escribía una amable comunicante de Las Palmas, al leer las referidas manifestaciones del señor Ballester Olmos, «este «E.T.» (estúpido de turno) cree que aquí, en Canarias, andamos todavía en taparrabos y trepando a las palmeras…».
La indignada señora estaba equivocada. No se trata de un «E.T.». Se trata de algo peor….
OTRO AVISTAMIENTO CLAVE.
Obviamente, dado que el «lado oscuro» difícilmente investiga, jamás tuvieron noticias de otros testigos del caso del 5 de marzo de 1979.
Este investigador, en cambio, siguió trabajando y reuniendo información sobre dicho múltiple avistamiento. Y encontré nuevos testimonios que desmontan -definitivamente- la absurda teoría de los misiles (rusos, norteamericanos o andorranos).
Lo que no saben estos intoxicadores, como digo, es que esa misma tarde-noche, hacia las 20 horas-es decir, antes del fenómeno principal-, un grupo de seis soldados del CIR situado en Olla Fría, al norte de Tenerife, asistió a un avistamiento que los dejó perplejos.
Este, en síntesis, fue su testimonio:
Soldados del C.I.R. situado en Olla Fría (isla de Tenerife).
«Estabamos recién incorporados. Todos eramos reclutas….
La noche era muy agradable y salimos a pasear. Nos situamos junto al acantilado y allí, mientras conversábamos, de pronto, apareció «aquello»….
Nos quedamos mudos. No sabemos si salió del mar. Era enorme y totalmente silencioso….
Parecía uno de esos juguetes que llaman «mecanos». Eran piezas metálicas. Muchas piezas….
Se elevó despacio, muy despacio….
Tenía una luz amarilla. No vimos que chorreara agua….
Ascendió despacito. Lo vimos más de un minuto. Calculamos que serían las veinte horas….
Después regresamos al Hogar, pero no dijimos nada….
No vimos chorros, ni gases ni toberas. Era como un «mecano» gigantesco…».
Un objeto silencioso, como un gran «mecano», contemplado antes del gran avistamiento…, ¡Y en dirección Este!.
Como vemos, los avistamientos fueron múltiples, tal y como narraron los testigos. Avistamientos -está claro para quién lo quiere ver- que no tuvieron relación alguna con misiles balísticos.
El objeto era como un gran mecano (dibujo de los testigos).
Pero todo esto poco importa.
Mañana -apuesto doble contra sencillo-, el «lado oscuro» atacará de nuevo. Y esta vez, los ovnis del 5 de marzo de 1979 en Canarias será misiles chinos o la mismísima Mary Poppins….
Lo dicho: que cada navegante saque sus propias conclusiones.