En la imagen destacada: Alguien, alguna vez, tendrá que investigar sobre el plan de invasión del País Vasco por parte del Ejército Español. (Foto: Iván Benítez.)
Marzo de 1972. Ante el recrudecimiento del terrorismo por parte de la organización ETA, los militares españoles deciden, en reunión secreta, trazar un plan de posible invasión del País Vasco. La invasión –por tierra, mar y aire– recibió el nombre en clave de “Mangosta”. Ante un supuesto caso de levantamiento generalizado de las masas en dicho País Vasco, o de la toma de centros neurálgicos por parte de los terroristas, una división aerotransportada tomaría el triángulo Vitoria-Bilbao-San Sebastián, con descenso de paracaidistas en los más de veinticinco campos de fútbol próximos a las referidas ciudades. La división acorazada “Brunete” cortaría las carreteras por el sur y por el este, mientras la Marina establecería un bloqueo en el litoral vasco. Santander sería utilizado como “puerta de escape” para aquellos ciudadanos que no desearan permanecer en suelo vasco. Fue establecido un minucioso plan de toma y control de emisoras de Radio y periódicos, así como del corte de suministro eléctrico. Quedó fijado el toque de queda y la suspensión de todos los derechos constitucionales “hasta la normalización de las vascongadas”. Los prisioneros serían conducidos y recluidos en los CIR (Centros de Instrucción de Reclutas) de Zaragoza y Cataluña. El centro de operaciones fue fijado en la Capitanía General de Burgos.
PD.- Franco no fue informado.
PD (2).- El CESID no fue informado, oficialmente.
PD (3).- La operación “Mangosta” sigue en vigor.
Aviones de reconocimiento fotografiaron el País Vasco, exhaustivamente, entre marzo y mayo de 1972.
La Marina se ocuparía del bloqueo marítimo del País Vasco, con la participación de tres submarinos.