Quedé perplejo.
Entre los años 1966 y 1973, las fuerzas armadas francesas hicieron estallar un total de 193 bombas nucleares en el atolón de Mururoa, en el Pacífico Sur.
Las radiaciones afectaron a cientos de habitantes de la Polinesia.
Al desmontar las instalaciones, los franceses abandonaron en el lugar 3.200 toneladas de residuos radiactivos, hundidos a mil metros de profundidad. Para que desaparezcan serán necesarios 250.000 años