En la imagen destacada: Piedra de Los Lunas. (Foto: J.J. Benítez.)
Hace años acerté a llegar a un lugar casi perdido, ubicado en montaña Escondida, a 35 millas al sur de Albuquerque, en Nuevo México (USA)
Allí encontré una gran roca, con un peso superior a 80 toneladas.
En una de las caras observé unas extrañas inscripciones.
Los científicos estudiaron la grabación y estimaron que se trataba de fenicio antiguo, con una fuerte influencia helénica. Otros hablaron del idioma samaritano. ¿Se trataba, quizá, de una señal dejada por la tribu perdida de Israel?
La antigüedad del grabado fue calculada en 2000 años, como poco.
La posible traducción dice así:
«Soy JHVH (Yavé), tu Dios que te sacó de Egipto.»
«No tendrás más dioses que a mí.»
«No esculpirás otras imágenes.»
«No tomarás en vano el nombre de Yavé.»
«Santificarás el día del sábado.»
«Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se prolonguen en la tierra que Yavé te concede.»
«No matarás.»
«No cometerás adulterio.»
«No robarás.»
«No prestarás testimonio contra tu prójimo con falsedad.»
«No codiciarás a la esposa de tu prójimo, ni ninguna otra cosa suya.»
Estaríamos, en definitiva, ante el texto de los diez mandamientos más antiguo del mundo.
Estaríamos ante una prueba más de que América fue «descubierta» mucho antes de 1492…
Texto grabado en la piedra de Los Lunas.