En la imagen destacada: Anillo de plata en la mano de J.J. Benítez (Foto: Iván Benítez).
Sucedió a las 18 horas del 25 de julio de 1996, jueves, en el mar Rojo, frente a Sharm el Sheik (Egipto). Lo cuento en uno de mis libros – “El anillo de plata” (Planeta Encantado) -, aunque, en esa oportunidad, no lo conté todo. En esa fecha encontré un anillo de plata cuando buceaba, a la búsqueda de otro anillo, de oro, que había desaparecido de la mano de Blanca, mi mujer.
El anillo, como también dije, fue sometido a todo tipo de análisis. Entre otros, los de termovisión. Pues bien, lo que no fue publicado es que el anillo –al ser sometido a las cámaras de termovisión– se comporta como un cuerpo negro, absorbiendo la energía y rechazando la luz. Es decir, se comporta al contrario de como debiera. Allí donde debe dar brillo, da oscuridad y donde debería estar en sombra proporciona un tímido brillo. Como es fácil apreciar en los termogramas adjuntos, los brillos de mi mano son inversamente proporcionales a los del anillo.
Y los expertos en termovisión dudaron: ¿éste singular comportamiento se debe al anillo o a J.J. Benítez?
Nueve “palos” y nueve “ceros” adornan el anillo de plata. En el interior, una “R” circunscrita en un círculo y “925” (la ley de la plata) (Fotos: Iván Benítez)
En el interior, un extraño rectángulo. No corresponde al cuño o sello de ningún platero. (Foto: Iván Benítez)
Diámetro del anillo (interior): 19 milímetros. Diametro (exterior): 21 milímetros. Grosor: 1 milímetro. No es exactamente circular (promedio diámetro: 18,4 mm.). Peso: 8 gramos. Altura: 9,5 milímetros. Altura de cada “cero”: 2 mm.
El anillo de plata arroja una temperatura de 5 grados C. La mano, como es lógico, oscila entre 27 y 36 grados Celsius. Inexplicable…
El anillo de plata emite energía térmica siete grados por encima de la temperatura ambiente y dos grados menos de la ambiental en otras áreas del anillo. ¿Se trata de algún tipo de “tecnología” desconocida?
El anillo de plata (arriba, a la izquierda) sigue emitiendo el misterioso halo de luz mucho tiempo después de haber sido retirado del dedo de J.J.Benítez. Los dos anillos normales se pierden en la temperatura ambiente. Se puede observar una huella de calor allí por donde ha pasado el anillo de plata.
Enésimo termograma. Enésima prueba. La temperatura ambiente es de 18 grados C., pero el anillo de plata –fuera del dedo – conserva temperaturas superiores. Algo imposible, según la Física.
Increíble. El anillo parece tener luz propia. Al filmar con la cámara de termovisión se observa un potente halo a su alrededor. La Física “no sabe, no contesta….”.
Anillo de plata (a la derecha). A la izquierda, una copia. El anillo de plata emite una radiacón que no es visible por el ojo humano, pero sí por la termovisión. Según los expertos, la radiación que emite el anillo tiene que haber sido obtenida del cuerpo de J.J.Benítez. Lo contrario va contra los principios científicos establecidos.
Mi buen amigo Francisco Sánchez Viera, experto en termovisión, filmó mi mano con su cámara especial (registra la temperatura de cualquier objeto). Y quedó perplejo: en el anillo detectó zonas con temperaturas “imposibles” (7.3 grados Celsius, 10.2 y 15.4). Al estar introducido en uno de los dedos, esas temperaturas tan bajas no son viables. (El dedo, como puede apreciar en el termograma, arroja una temperatura de 36.5 grados. El anillo, por tanto, debería estar a una temperatura ligeramente inferior, pero nunca a siete grados Celsius).
El comportamiento del anillo en la mano de J.J.Benítez es extraño: siempre aparece por debajo de la temperatura del cuerpo. Al perder dicho contacto, el anillo se convierte en un emisor de calor. No sucede así con las copias, que, al ser retiradas de los dedos, adquieren temperatura ambiente.
El anillo, una vez retirado del dedo de J.J.Benítez, indica una temperatura de 29,5 grados C., cuando la temperatura ambiente era de 22 grados C. En una de las áreas se conserva otra temperatura “imposible”: 13,8 grados C.
Media hora después de haber sido retirado del dedo, el anillo conserva temperaturas de casi 24 grados C (ver interior), cuando la temperatura ambiente era de 22 grados C.