Para los arqueólogos sólo se trata de un “extraño animal con antenas”. Fue pintado en Tanzania, en el emplazamiento llamado Itololo-1, hace miles de años. Yo tengo otra “lectura”: entre altos seres, de extrañas cabezas, aparece dibujado un objeto que descansa sobre cuatro patas, y del que salen dos antenas. A buen entendedor con pocas palabras basta.
PD.- Alguien debería escribir de nuevo la historia…
(Foto: Iván Benítez.)