En la imagen destacada: J.J. Benítez, en una de sus visitas al Archivo Secreto Vaticano.
Fueron necesarias tres visitas al Archivo Secreto Vaticano para que uno de los funcionarios me hiciera una confidencia: el documento llamado “Ossa” podía interesarme. Sólo tenía que ganarme la confianza del prefecto, el P. Metzler. ¿Qué era el documento “Ossa”? Jamás había oído hablar de él. Yo me encontraba en el Vaticano por otras razones: para preparar mi libro “El papa rojo”. En aquellas fechas, el Archivo Secreto contenía más de 8500 documentos, la mayoría procedente del Castillo de Sant´Angelo. Se trataba de la más notable colección de cartas, actas solemnes de papas, tratados internacionales y documentos de especialísima importancia histórica.
Meses más tarde, Metzler me permitió echar un vistazo a un grueso manuscrito de 178 páginas, con la condición de que no utilizara la cámara de fotografías. Podía leerlo y tomar notas. Eso fue todo, y no fue poco. El documento presentaba un doble título: “I–XVIII y OSSA-U-GRAF”. Según el escéptico P. Metzler, “era uno de tantos documentos, que difícilmente saldrán a la luz pública”. No tardaría en comprender por qué.
Funcionarios del Archivo Secreto Vaticano. (Foto: J.J. Benítez.)
Ocho mil quinientos documentos se guardan en kilómetros de estanterías en el Archivo Secreto Vaticano. (Foto: J.J. Benítez.)
En síntesis, he aquí algunos de los contenidos del referido documento:
● En el verano de 1968, el papa Pablo VI anunció al mundo que los huesos de San Pedro habían sido hallados, finalmente, y satisfactoriamente identificados. En el documento del Archivo Secreto Vaticano se dudaba de la afirmación del papa, añadiendo “que no hay constancia científica de que Pedro hubiera estado enterrado bajo el altar mayor de la Basílica de San Pedro, en Roma”.
● “Ningún científico serio ha prestado atención a las informaciones del pontífice…”
● “Existen numerosos aspectos de la historia de la muerte y enterramiento de Pedro que siguen oscuros…”
● “La búsqueda de los huesos de Pedro se inició en una cripta mortuoria cavernosa conocida como Grutas Sagradas, y por accidente…”
El Vaticano, supuesta tumba de San Pedro. (Foto: J.J. Benítez.)
Margherita Guarducci, con su libro sobre la tumba de Pedro. (Foto: J.J. Benítez.)
La doctora Guarducci con J.J.Benítez, en su casa, en Roma
● “En las Grutas Sagradas se hallan sepultados, entre otros, Adriano IV, el único papa inglés; la reina Cristina de Suecia; el emperador alemán Otón II y Jaime II de Inglaterra… Fue tras el fallecimiento del papa Pío XI, en febrero de 1939, cuando se decidió restaurar el lugar y convertirlo en una capilla…”
● “La altura del techo de las Grutas (2.60 metros) hacía difícil los trabajos y se tomó la decisión de rebajar el nivel del suelo en un metro. Fue entonces cuando los obreros tropezaron con una serie de sarcófagos de piedra y de mármol…”
● “Tres meses más tarde, en el ala sur, se descubrió una pared de ladrillo… Uno de los lados se hallaba pintado con yeso azul verdoso… Era la pared de un rectángulo de 20 por 22 pies… El rectángulo contenía urnas de cremación…”
● “Algunos arqueólogos establecieron la posibilidad de que dichas urnas podían contener los restos del primer papa, Pedro… Otros dudaron. Dos décadas después de que el emperador Constantino emitiera el Edicto de Milán, poniendo fin a la persecución de la iglesia, el lugar que hoy ocupa la Basílica de San Pedro fue cubierto por un templo romano. Durante 1600 años, la tierra sobre la que se asienta San Pedro no fue removida…”
Guarducci convenció a Pablo VI para que analizaran los huesos de la urna de Kaas. (Foto: J.J. Benítez.)
San Pedro, en el interior del Vaticano.
Tumba del papa Pablo VI. (Foto: J.J. Benítez.)
● “El Vaticano nombró un equipo de excavación, formado por dos jesuitas, Ferrua y Kirschbaum; el arquitecto del Vaticano, Ghetti y el profesor Josi, inspector de catacumbas. Fue nombrado jefe del equipo monseñor Kaas, administrador de la Basílica de S. Pedro…”
● “En total fueron encontrados más de cien enterramientos… La mayoría de los arqueólogos siguió dudando…Había pasado mucho tiempo y no se disponía de ningun documento que acreditara el momento y el lugar donde fue sepultado Pedro… El lugar era un caos… Para levantar nuevas tumbas fue precisa la destrucción de enterramientos anteriores…”
● “Se descubrió que Constantino, para construir la Basílica de S. Pedro, tuvo que remover y alisar una amplia zona de terreno, transportando, cesta por cesta, más de un millón de metros cúbicos de tierra… Ello imposibilitaba, aún más, la localización de los restos de Pedro…”
● “El papa Silvestre colaboró con Constantino en el estudio del emplazamiento de la primera Basílica, pero no se tiene la seguridad de que Silvestre le dijera la verdad al emperador… La ubicación de la tumba de Pedro era un secreto y el papa, probablemente, se lo ocultó a Constantino…”
● Desde la muerte de Pedro, ocurrida entre el 64 y el 68, los restos del apóstol han podido ser sepultados en cualquier lugar e, incluso, como señalaba la ley romana para los criminales, arrojados al Tíber o enterrados en una fosa común…”
● “Salvo la excepción del libro “Hechos de Pedro” (apócrifo), no existe un solo documento en el que se mencione el lugar del enterramiento en la colina del Vaticano…”
Planimetría de la necrópolis vaticana. (Fábrica S. Pietro.)
Lugar en el que se hallan depositados los supuestos restos de Pedro. (Fábrica S. Pietro.)
● “El lugar se vio saqueado en diferentes ocasiones… La más grave en agosto del año 846, por los sarracenos…Posteriormente, en el siglo XVI, la Basílica de Constantino fue demolida…”
● “En 1939 fueron descubiertos nuevos huesos. Pío XII fue informado y las cajas, forradas de plomo, fueron trasladadas a sus aposentos… Se sumaron 250 piezas; en total, tres cajas repletas de huesos…”
● “Los huesos fueron examinados por el Dr. Lisi, médico personal del papa… En su informe aseguró que se trataba de un hombre robusto, de unos 65 o 70 años…El informe se mantuvo en secreto, dado que el público –consternado ante el comienzo de la II Guerra Mundial– podría no haber prestado atención…”
● “Haciendo oídos sordos a los consejos de sus asesores, Pío XII dio a conocer la noticia al mundo, tras la filtración del periodista Camille Gianfara el 22 de agosto de 1949…Se dijo que los huesos de San Pedro habían sido hallados bajo el altar mayor de la Basílica, pero no se tenía ninguna constancia científica del hecho. Los huesos podían pertenecer a cualquier otra persona…”
● “El público tampoco tuvo conocimiento de otro hecho que terminaría por embrollar, aún más, la situación: en 1942, monseñor Kaas fue informado de la aparición de unos huesos y procedió a su retirada, juntamente con trozos de yeso, dos monedas, hilos gruesos y un trozo de tela. Todo fue colocado en una caja, con una etiqueta que decía: “OSSA-URNA-GRAF” (huesos de la urna de la pared de los grafitos)… La caja fue guardada por Kaas y olvidada…”
Criptas vaticanas, bajo el altar mayor de la Basílica de San Pedro, en Roma. (Fábrica S. Pietro.)
● “Kaas falleció en 1952. Meses después, Margherita Guarducci entró a trabajar en el Vaticano como especialista en epigrafía griega… Fue un obrero, Giovanni Segoni, que ayudó a monseñor Kaas en el traslado de los huesos a la urna “OSSA”, quien le reveló el secreto de la existencia de la urna de Kaas. Guarducci le habló al papa, Pablo VI, de la existencia de la urna y de la necesidad de analizar los huesos que contenía…”
● “Los análisis fueron demoledores: tanto los huesos guardados en los aposentos de Pío XII, como los contenidos en la caja de Kaas, pertenecían, al menos, a tres personas: dos hombres y una mujer. Según el profesor Correnti, junto a los huesos humanos, aparecieron también huesos de animales: vacas, caballos, ovejas, y un ratón. En total, cincuenta o sesenta huesos de animales; lo que formaba la cuarta parte de lo analizado…”
● “El descubrimiento no fue difundido oficialmente…”
● “El profesor Correnti llevó a cabo un nuevo análisis de los huesos de la urna de Kaas y estableció que se trataba de un varón de casi dos metros de altura (cinco pies y siete pulgadas)…La descripción tampoco se correspondía con lo señalado por la tradición sobre el aspecto físico de Pedro…”
Pablo VI.
Pio XII.
● “En 1964 se planteó la necesidad de recurrir a nuevos análisis, incluidos los químicos. Las pruebas se llevaron a cabo en la Universidad de Roma. Los huesos pertenecían, en efecto, a animales. La supuesta cabeza de Pedro, conservada en el relicario de Letrán, era del siglo IX…”
● “El Vaticano decidió no hacer públicos los informes, “hasta que lo estime oportuno…”
● “En febrero de 1965, la doctora Guarducci publicó un libro (“La tumba de S. Pedro”) en el que aseguraba que los restos de Pedro habían sido encontrados en las excavaciones, bajo el altar mayor del Vaticano… Las críticas estaban justificadas: no se halló jamás un solo indicio científico que demostrara que los huesos eran de Pedro…”
● “Los huesos encontrados podrían ser de cualquier otro dignatario de la iglesia…”
● “El 26 de junio de 1968, también haciendo oídos sordos a las recomendaciones de sus asesores, el papa Pablo VI declaró al mundo que los restos de Pedro habían sido identificados… Al día siguiente fueron solemnemente sepultados en 19 cajas, bajo el altar mayor de San Pedro…
Dos de las cajas contenían los huesos de animales, incluyendo los del ratón… Entre los presentes se hallaba el papa, el profesor Correnti y la doctora Guarducci…”