Dicen que las cosas no tienen alma.
Es posible. Yo no estoy tan seguro. En realidad no estoy seguro de casi nada…
Santa María la Real fue mi colegio. Lo estrenamos en 1960, en plena avenida de Galicia, en Pamplona (España). Yo vivía en frente, en el cuartel de la Guardia Civil. Para mi fue mucho más que un colegio. Allí descubrí que existen los amigos. Allí me empujaron al Periodismo (mientras pintaba un mural). Allí di mis primeros pasos detrás de un Jesús de Nazaret, todavía muy lejano. Allí aprendí a descolgarme por la imaginación en las aburridas clases de matemáticas. Allí sufrí, y crecí en todas las direcciones, y aprendí lo poco que sé sobre convivencia. Allí, en algún rincón, quedó perdido mi primer libro: “Pan, amor y cianuro potásico”. Allí fui feliz.
Capilla de Santa María la Real, diseñada por el arquitecto Víctor Eusa. (Fotos: Blanca.)
El 13 de mayo de 1960 fue inaugurado oficialmente el colegio de los HH. Maristas de Pamplona. J.J. Benítez regresó casi cincuenta años después.