Cerca de Endé y Bandi, en la sabana maliense, Congo, mi guía, fue a mostrarme varios de los gigantescos termiteros que se alzan en la zona. En cada uno habitan millones de hormigas rojas, gigantes, capaces de devorar una vaca en cuestión de minutos. Necesitan entre uno y dos años para construirlos y alcanzan hasta cinco metros de altura. Si un niño tiene la mala fortuna de nacer albino es más que probable que sea abandonado al pie de uno de estos termiteros. Lo he repetido muchas veces: el mundo necesita un millón de años más…
(Fotos: Iván Benítez.)