Las imágenes, pintadas en la Edad de Piedra, en el desierto del Tassili N’Ajer, en Argelia, de dos hombres ataviados como astronautas de la actualidad, dan pie a diferentes preguntas y a varias posibles interpretaciones.
Comprendo que muchas de mis explicaciones pueden hacer sonreír burlonamente a los racionalistas y a los que niegan la realidad del fenómeno ovni. ¿Cómo es posible aceptar la posibilidad de experimentos genéticos en la Antigüedad? ¿Animales monstruosos o cruces entre humanos y seres no humanos? Mi hipótesis de trabajo descansa en una amplísima información, recogida a lo largo de más de treinta años por todo el mundo, y, muy especialmente, en unas pinturas y grabados que no ofrecen otra alternativa. Dos de estas imágenes se encuentran en el ya referido desierto de piedra del Tassili N’Ajer, en pleno corazón del Sáhara. En esta Capilla Sjxtina de la Edad de Piedra, con más de 30.000 pinturas y grabados, el caminante se encuentra con dos escenas de difícil evaluación. En una de ellas, en Jabbaren, alguien pintó a un individuo provisto de una escafandra y vinculado a un objeto por un largo tubo. A la espalda aparece un bulto, similar a las mochilas de nuestros astronautas. El objeto que descansa en tierra, de forma ovoide, desprende unas llamaradas o luces claramente Visibles. Pues bien, este ser arrastra hacia sí,o hacia la nave, a un total de cuatro mujeres desnudas. Una de ellas con un niño. Cuatro mujeres de claro perfil negroide. La escena, para cuantos la han contemplado, está muy clara: se trataría de lo que hoy conocemos como abducción o secuestro. ¿Qué sucedió hace 9.000 años en lo alto de aquella meseta? (Jabbaren, justamente. significa «los gigantes»). ¿Se mezclaron los gigantes con las hijas de los hombres? ¿Mejoraron así la raza humana? Cualquier hipótesis es verosímil, aceptando que la interpretación sea correcta…
¿Cómo interpretar «El Adiós del astronauta», en el Tassili, una escena pintada hace miles de años?
La segunda pintura, menos conocida, se encuentra en el Sefar, también en lo más alto del Tassili, al sur de Argelia. La bauticé como El adiós del astronauta. En ella se aprecian dos seres y algo que parece un objeto, situado muy cerca del varón. El segundo personaje, una mujer, ha sido pintada con evidentes signos de embarazo. Yo diría que un embarazo muy adelantado, a juzgar por la posición del vientre. La mujer levanta los brazos, no sabemos si en señal de despedida. En cuanto al hombre, su vestimenta parece la de un cabeza redonda: casco y un traje de una sola pieza. Se encuentra frente al objeto y, con la mano derecha, sujeta una especie de trampilla o puerta perteneciente a dicho objeto. La impresión es idéntica para quien tiene la fortuna de contemplar esta nueva pintura: parece como si el astronauta se despidiera de la mujer, a la que ha dejado embarazada. E insisto: ¿Cómo interpretar una escena semejante, pintada hace miles de años? ¿Qué sabían los hombres de la Edad de Piedra de escafandras o trajes de una sola pieza? ¿Qué sabían de nave? Estoy seguro de que el lector sabrá sacar sus propias conclusiones.
Fotos: Iván Benítez.
TIEMPO DE HOY. 2004.