Hace mucho que no creo en la casualidad. Por eso, al ver el presente reportaje (escrito en 1976), he sonreído para mis adentros. ¡Qué ingenuidad la mía!
Ahora me pregunto: ¿Fue un rayo lo que surgió por el orificio de la fregadera y se marchó por la puerta del caserío, en Zumárraga?
Sinceramente, lo dudo…
«La Gaceta del Norte».