Cassadaga, un lugar anclado en otra época. (Fotos: J. J. Benítez.)
Florida. Hay que tomar un pequeño desvío en la autopista 95, que es la que cruza toda la costa oeste de Estados Unidos.
Por una estrecha carretera y entre bosques se encuentra este mágico pueblecito.
Tiene escasamente sesenta habitantes, un hotel, una oficina de correos y tiendas en donde se pueden encontrar cantidad de objetos y libros, todo dedicado al mundo de los espíritus.
Blanca, en un lugar de meditación, en el hotel de Cassadaga
Los anuncios de psíquicos, lectores de manos, y médiums están por todas partes, incluso hay tours por las noches para poder fotografiar “ORBS”.
Hasta los platos que pudimos degustar en el restaurante del hotel tenían nombres mágicos. Todo gira alrededor del mundo del misterio.
Visita guiada para fotografiar orbs
Estábamos intrigados. ¿Y si hiciéramos alguna consulta? ¿Pero, a quién? ¿Y quién de nosotros quería intentarlo? Siempre me tocaba a mí. Pero en esta ocasión les costó un poco convencerme, y al final acepté. Ahora la cuestión era buscar el médium apropiado.
Nos acercamos al hall del hotel donde estaban los tablones de anuncios. Elegí un nombre al azar, pero resultó que, al necesitar un traductor, la médium elegida desistió.
Con el siguiente no hubo problemas de concentración y después de una corta conversación fijamos la hora y lugar del encuentro.
Después de un corto paseo, (el pueblo no daba para andar mucho) nos acercamos al lugar de la cita.
Jardín de meditación en Cassadaga
Nos encontramos delante de una pequeña casita de madera pintada de blanco. Parecía salida de un cuento de hadas.
Allí nos estaba esperando un hombre de unos cuarenta y tantos años, que con gran amabilidad nos explicó qué “método” usaba para conocer lo más intimo de la persona que solicitaba la sesión e incluso contactar con sus antepasados.
Todo consistía en una lamina en blanco y cantidad de pinturas de óleo de todos los colores.
Pasamos a una pequeña habitación, y digo pasamos, porque aquello parecía una manifestación.
La interprete, el médium, la cliente y el esposo, con cámara de fotos y video.
Y empezó la sesión. En una pequeña mesa se encontraban la lámina en blanco y las pinturas. Me dio a elegir los colores que deseara usar, apartó el resto de la mesa y a continuación, en la lámina en blanco, tenía que poner una pequeña cantidad de pintura en el orden que yo quisiera. Nada más acabar, cogió la lámina la doblo por la mitad y empezó la concentración. Después de unos minutos la abrió y apareció una imagen increíblemente bella.
Casa típica de Cassadaga (Florida) U.S.A
Con esa imagen empezó a recibir información y a transmitirla. Acertó en muchos datos y, desde luego, en muchos detalles de mi personalidad.
Después de finalizada la sesión, me sentí tan relajada y con tanta paz interior que me hizo pensar: en Cassadaga sí es posible que existan los espíritus…