Fuente: Texto e imágenes de Enrique Lafuente. 31 de mayo de 2015.
El escritor se convirtió en invitado de las Charlas con Valor, que encabeza Mari Cruz Soriano Los protagonistas recuperaron antiguas anécdotas de las trincheras periodísticas de los 70, mientras hablaban de saberes y misterios
Con un bagaje de 62 libros publicados a brioso galope troyano, con la mente templada y abierta de un ávido y curioso escudriñador de mil y una ventanas a mil y un universos, Juan José Benítez respondió el pasado jueves a la llamada de Mari Cruz Soriano llenando como pocos los salones del hotel Reino de Aragón de la capital del Ebro, en esta convocatoria mensual del ciclo Charlas con Valor que la periodista dirige.
Cruz y Juanjo se conocieron hace tiempo. Fue en las trincheras periodísticas del Bilbao de los setenta. Y, en este tercer milenio, han vuelto a reencontrarse junto a un público entusiasta que sigue fiel a este gran catalizador de emociones, a un incansable divulgador de misterios cosmológicos, de Julio Verne, la Virgen de Guadalupe o las piedras de Ica, de avistamientos ovnis, de pactos premortem y señales postmortem… De un Dios Azul y un gran Jesús extraterrestre alejado de su multinacional papal bimilenaria cuya reflexión arrancó más de una sonrisa a Fernando Vallejo, capellán y reconocido poeta que escuchaba sin perder ripio. No fue el único que disfrutó de la tarde. A su lado, estaba Carolina Millán, otra poetisa –amén de periodista– y autora de La Estela de su dominio. Y también la empresaria y secretaria de Arame, Mari Mar Martínez, la cupletista Corita Viamonte, el director de Radio 4G, Fernando Muñoz… No faltaron, como es tradición, los representantes de los patrocinadores de este ciclo, empezando por la directora de comunicación de Telefónica, Pilar Sancerni, o Elena Martín, Eloy Ascaso y Silvia Velilla, por parte de la delegación en Aragón de La Caixa.
PENSADORES Mari Cruz supo extraer del juego asombroso, benéfico y puro de los pactos y señales de este navarro que se baña en las aguas de Zahara y Barbate. Y aquello se convirtió, en una tarde de anécdotas aplaudida y celebrada por todos, respetando a un hombre cuando asegura que la cábala de pensadores como el sefardita zaragozano Abulafia le señaló –entre otras revelaciones– que la muerte es un peaje con disposición de Dios para cambiar la vida.
En el acto 1, los responsables de la Caixa en Aragón, Carmen Corral, Sacemi, Vallejo, Martínez y Muñoz, con Soriano y Benítez. (Foto: Enrique Lafuente.)
Benítez con Pepe Romeo, Corita Viamonte. (Foto: Enrique Lafuente.)